Reclamaron por ruidos molestos, pero el bar no tiene impedimentos para seguir

Hace un par de días, Magdalena, una vecina de Caseros al 600, hizo llegar a Aries su reclamo por ruidos molestos y uso del espacio público por parte de la confitería Barrett, dado que desde la Municipalidad, pese a los reclamos no tuvo respuestas, según contó.
Por la gravedad de la situación, señaló que debió mudar la habitación de su madre, una mujer de 89 años, a otra área de la casa.
Ante este hecho, Susana Pontussi reconoció que existe el problema entre la vecina y el establecimiento comercial y explicó que hay una ordenanza que regula el tema de peatonales, y dice expresamente que se pueden colocar mesas y sillas en el frente y entre los canteros, para no obstaculizar la circulación.
Con respecto a los ruidos molestos, sostuvo que tanto el área de Control Comercial como Ambiente de la Municipalidad deben controlar las mediciones de sonido. En este sentido, no lo pudo confirmar con certeza pero según dijo habría una multa. Además, recordó que ante la tercera multa se produce la clausura.
Finalmente, Pontussi remarcó que existen dos intereses contrapuestos, pero hay que apegarse a la ordenanza que permite otorgar el permiso, pese al reclamo de la vecina.