
Mientras los argentinos votaban entre promesas y frustraciones, los grandes fondos ya habían ganado la elección. En diez días hicieron un negocio que ningún gobierno podría garantizar sin complicidad política.


La derrota en la provincia de Buenos Aires dejó al Presidente sin su traje de invencible. De creerse Superman pasó a quedar como el Chapulín Colorado, obligado a reconocer un revés histórico mientras el peronismo celebra la diferencia más amplia en dos décadas.
Opinión08/09/2025 Mario Ernesto Peña
Lo que se tenía que dar, se dio. Ya no se podía sostener un hombre en esas condiciones manteniendo un liderazgo y un triunfo en la provincia de Buenos Aires, donde vive prácticamente la mitad del país. Durante un año y medio se dedicó a bastardear a todos: nos faltó el respeto, nos atacó, se creyó invencible. Se puso el traje de Superman, pero anoche quedó reducido al Chapulín Colorado.
Tras la derrota, las reuniones se multiplicaron para ver quién salía a dar la cara. Finalmente le tocó a él, acompañado por algunos de su gabinete. Llamó la atención la ausencia de Luis Caputo y del ministro de Justicia, Mariano Cuneo Libarona Tampoco le dio relevancia a Martín Menem: lo salteó olímpicamente y prefirió abrazar a Adorni, que estaba a su lado. Fue una imagen lastimosa, la de un líder obligado a reconocer un revés que, claramente, no esperaba.
La magnitud del resultado lo dice todo: 14 puntos de diferencia. Hace 22 años que no se daba una situación semejante en Buenos Aires, con un justicialismo imponiéndose de manera tan holgada en una elección intermedia.
La gran incógnita ahora es si el Presidente está capacitado para hacer una autocrítica real. ¿Entenderá por qué llegó a este punto? ¿Fue solo la economía —el dólar, la inflación— o también sus insultos, sus groserías, su desprecio por la gente y, en muchos casos, su crueldad? Eso lo tendrán que analizar ellos.
Si llegan a la conclusión de que todo eso influyó, lo primero que debería hacer es irse a su casa, porque esas características no las va a cambiar nunca. Ni siquiera él.

Mientras los argentinos votaban entre promesas y frustraciones, los grandes fondos ya habían ganado la elección. En diez días hicieron un negocio que ningún gobierno podría garantizar sin complicidad política.

Tras las elecciones de medio tiempo, importa atender el medio tiempo que resta. Por delante hay dos años de mandato para los Ejecutivos nacional y provincial y pensarlos en términos de una renovación reducirá la apreciación de una gestión obligada a resolver severos problemas por los que atraviesa el país.

Dos millones de argentinos no fueron a votar.

La democracia argentina ha dado otro paso hacia su fortalecimiento. Más allá de los resultados de las pasadas elecciones, se hizo lugar a una forma de participación ciudadana que, en cada comicio, tiene la oportunidad de evaluar la tarea política que se despliega desde la administración del Estado a la práctica del control del manejo de los asuntos públicos, que es tarea de los legisladores. Y a través del voto, califica.

La Argentina atraviesa una etapa de pérdida de soberanía y dignidad nacional, pero hay que confiar en que la convivencia democrática siga garantizando el derecho a pensar distinto.

No se elegía Presidente, no se elegía Gobernador, pero la legitimidad de cada uno de ellos estaba en juego.

En su paso por Salta, el Secretario General de SUTERH, Víctor Santa María, cuestionó la reforma laboral que impulsa el Gobierno Nacional y advirtió que podría implicar la eliminación de derechos clave como los convenios colectivos y las paritarias.

El Tribunal de Disciplina de la AFA falló de manera oficial a favor de Deportivo Madryn, dándole por ganado el partido de ida del Reducido de la Primera Nacional ante Gimnasia y Esgrima de Jujuy con un resultado de 3-0.

El próximo fin de semana XL ya es oficial en el calendario nacional. Será en noviembre e incluirá cuatro días de descanso, gracias a la combinación de un feriado y un día no laborable con fines turísticos.

Las tasas de interés de los plazos fijos iniciaron la semana con bajas generalizadas (entre 1 y 12 puntos porcentuales) luego de la victoria del oficialismo en las elecciones.

Hoy, la billetera virtual que ofrece el mayor rendimiento en Argentina es Naranja X, con una Tasa Nominal Anual del 39 por ciento en su cuenta remunerada.