La noche del superclasico salteño

Con la llegada de Pablo Martel y los cuatros refuerzos le sirvieron para cambiar la cara al equipo. Matías Mariatti, en defensa. Matías Sproat , volante por derecha que es salida constante y arenga a sus compañeros todo el tiempo. Matías Pato, el talentoso mediocampista se adueñó de la pelota y juego del Santo. Arriba Julio Cáceres, centro delantero es la carta de gol. 

El trabajo de Martel, también se ve reflejado en el momento del “Demonio” Vargas, quien no jugaba con el técnico anterior y miraba los partidos desde la tribuna. Hoy es titular indiscutido en el once y es el goleador del equipo con 5 goles. El mismo delantero aseguró que la confianza del entender es fundamental. 

Juventud está a solo unos puntos de la zona de clasificación y viene de ganar de visitante en un partido épico. Lo perdía de primer minuto, lo empató y terminó ganando con goles de tres jugadores de la cantera antoniana. El Santo de los milagros llega motivado y con ganas de seguir sumando, esta vez ante el Cuervo. 

 Central Norte tuvo un arranque avasallador y estuvo mucho tiempo de escolta del líder Racing de Córdoba, pero las últimas semanas tuvo desaciertos en la defensa, que le costaron puntos y tuvo que ser relegado a la cuarta posición.

Central Norte sufrió la salida de Ezequiel Medrán, que cayó como un baldazo de agua fría y obligó a recurrir a Cristian Zurita, quien se hizo cargo del plantel y luego se formalizó su cargo como técnico del Cuervo. El equipo comenzó a sentir el rigor del extenso campeonato, derrotas duras como el clásico ante Gimnasia y Atlético Paraná.

El equipo de Zurita viene de ganar ante el colectivero, sin Diego Magno, jugador que se preservó para el clásico ante Juventud. “Sacha” venía de una contractura y temían un desgarro.