El sector Maderero preocupado por una crisis sin precedentes y sus consecuencias

Por Aries, el presidente del Centro de Obrajeros del Norte, Daniel Loutaif, aseguró que es “terriblemente dañino para la economía de un país” el dato que indica que la producción maderera cayó un 74% en 2018, las ventas un 72% y que el 80% de las empresas no cree que la situación mejore en 2019.

Los datos pertenecen al Observatorio FAIMA (Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines) que realiza las mediciones junto al INDEC y en base a testimonios de 28 cámaras que la integran.

“Esto trae como consecuencia un desaliento muy fuerte en la inversión, en la captación de empleo, y también genera por parte del empresario un temor a continuar con la actividad industrial”, sostuvo Loutaif.

El sector maderero padece las altas tasas, caída de ventas, costos altos por tarifas, insumos dolarizados y “la última novedad”, vinculada a la decisión de AFIP que pretende subir tasas por mora.

“Es inentendible en el contexto porque parece que no hay una empatía del funcionario que está detrás del escritorio con la realidad actual que vive la economía de nuestro país”, sostuvo Loutaif ante la decisión del organismo nacional.

El presidente del Centro de Obrajeros del Norte aseguró que los dirigentes “no dan más, no soportan la situación” y les preocupa el futuro de los trabajadores, porque se trata de mano de obra calificada que es muy difícil de ser remplazada.

Loutaif criticó la visión centralista que tenemos como país que hace que ante estas crisis siempre las economías regionales sean las más perjudicadas y padeciendo la postergación de ser beneficiados por medidas económicas.

En una reunión con autoridades del Ministerio de Ambiente, Trabajo y Producción Sustentable, las autoridades del Centro de Obrajeros del Norte propusieron medidas que puedan ayudar al sector, como por ejemplo la instauración de préstamos puente, incentivo para desarrollar planes de forestación, cumplimiento del decreto 3448/14 que firmó el gobernador en el que se establece que el 25% de la madera de viviendas sociales debería ser de madera nativa o cultivada pero salteña; e incentivar la construcción de casas de madera y diseño en la obra pública por lo menos por un 10% de lo que se construye, entre otras.

Por último, Loutaif resaltó que el sector maderero siempre fue un sector que “más que protestas apostó a las propuestas” porque quieren un interlocutor del otro lado, que nos escuche, nos apoye y en el caso de que hagamos alguna cosa mal nos corrija, pero “ir juntos hacia el desarrollo de la provincia”.