El Gobierno firmará los contratos para comenzar la construcción del Gasoducto Néstor Kirchner

Será en un acto en la localidad bonaerense de Salliqueló, donde finaliza el primer tramo de la obra de transporte de gas. Estarán el presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía, Sergio Massa.

Argentina10/08/2022

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El Gobierno oficializará este miércoles con un acto en el que estarán presentes el presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía Sergio Massa, el avance de la construcción del gasoducto de Vaca Muerta en un acto con platea empresaria. El Poder Ejecutivo considera a este proyecto de infraestructura una obra decisiva para los próximos años y que influirá en el nivel de producción de hidrocarburos, en las posibilidades de exportación de energía y en la capacidad de autoabastecimiento para dejar de importar ese insumo en el futuro.

El evento tendrá lugar este miércoles por la mañana en la localidad bonaerense de Salliqueló, que es el punto de finalización del trazado del gasoducto, que partirá desde la cuenca hidrocarburífera de Vaca Muerta. En rigor, la obra conectará la localidad de Tratayén, en Neuquén con esa ciudad del interior bonaerense. También estarán presentes los gobernadores Axel Kicillof (Buenos Aires, Sergio Ziliotto (La Pampa) y Omar Gutiérrez (Neuquén) y el ministro del Interior Eduardo de Pedro.

De nuevo equipo energético de Massa participarán la flamante secretaria de Energía, Flavia Royón, y posiblemente Federico Bernal, subsecretario de Hidrocarburos. También el titular de Energía Argentina, y encargado de la construcción de gasoducto, Agustín Gerez.

Según estimaciones oficiales, permitirá ampliar un 25% la capacidad del sistema de transporte de gas natural y ayudará a desarrollar la producción creciente en Vaca Muerta. La lógica es que uno de los frenos a la expansión de la industria de gas es la dificultad de almacenar ese flujo y, por el contrario, la necesidad de hacerlo circular, algo que el gasoducto podría solucionar.

En su primera etapa la obra permitirá incrementar la capacidad de transporte en 24 millones de metros cúbicos de gas diarios para reemplazar la importación de combustibles y se extenderá a lo largo de 558 kilómetros con una inversión estimada en USD 1.500 millones, que provendrían en su mayor parte de fondos públicos del Tesoro y un aporte de lo recaudado por el impuesto a la riqueza.

La obra del gasoducto tuvo en los últimos años distintos idas y vueltas que demoraron su concreción. En rigor, un proyecto había sido licitado durante el gobierno de Mauricio Macri pero el proceso fue anulado por la administración de Alberto Fernández. El proceso volvió a acelerar en los últimos meses y tuvo su adjudicación para la obra civil y para la provisión de material.

Las constructoras que resultaron adjudicatarias de la obra civil del Gasoducto son la UTE entre Techint y Sacde y la empresa BTU. Mientras que Esuco construirá la planta compresora Mars 100 en la cabecera del gasoducto Mercedes-Cardales en la provincia de Buenos Aires. Tenaris, por su parte, será la proveedora de los caños.

La obra, en un principio, tiene como fecha preliminar de comienzo de su operación en junio de 2023. Uno de los objetivos que se había trazado el Poder Ejecutivo para encarar el proyecto era la posibilidad de reemplazar importaciones de energía por producción local. Estimaciones privadas hablaban de unos USD 3.000 millones menos de compras externas de energía en caso de contar el invierno próximo con el gasoducto finalizado.

El acto que encabezará este miércoles a las 11 Alberto Fernández tendrá también presencia de algunos de los empresarios vinculados a compañías que tendrán participación en la construcción del gasoducto y también de productores de hidrocarburos.

Entre ellos, Marcelo y Damián Mindlin, de Pampa Energía y Sacde; el director general del área Sur de Techint Ingeniería y Construcción, Gustavo Gallino; y Carlos Damián, de BTU. También Ramiro Juez, de Esuco; Marcos Briones, de Tenaris, y ejecutivos de otras compañías. Se espera la presencia, además, de autoridades de las empresas productoras de hidrocarburos de Vaca Muerta. “Hay que valorar especialmente su decisión de comprometerse con el país en un momento tan difícil. Desde el sector privado tenemos que seguir invirtiendo, acompañando medidas que el país necesita”, dijo Mindlin cuando asumió Massa.

Una de las primeras medidas que anunció Massa tras su llegada al Palacio de Hacienda fue anticipar que el Gobierno también buscará avanzar en la segunda etapa del gasoducto que se extenderá desde Saliquelló hasta la localidad de San Jerónimo en el sur de Santa Fe. En ese sentido, este segundo tramo del gasoducto permitirá acercar gas a grandes centros urbanos en industrias del centro y norte del país y, eventualmente, la chance de exportar a Brasil y el norte de Chile.

A diferencia del primer tramo, para la segunda parte Massa buscará vehiculizar financiamiento privado para la construcción. Según trascendió, podría ofrecer al sector privado una suerte de garantía de devolución de su inversión a través de un recargo en el precio del transporte para asegurarle el flujo de pagos.

Para Massa será su primer gran acto de agenda energética desde su llegada a la jefatura del Ministerio de Economía y el recambio de autoridades en el área que concretó esta semana. Del gabinete del tigrense salieron Darío Martínez y Federico Basualdo, dos de los funcionarios principales en la Secretaría de Energía durante la presidencia de Fernández. En sus lugares quedarán Flavia Royón y Santiago Yanotti.

El gasoducto no será el único tema que aparecerá en el tope de agenda energética del ministro de Economía. Esta semana, por lo pronto, la secretaría de Energía presentará los lineamientos del nuevo esquema de segmentación de subsidios que además de tomar en consideración el nivel de ingresos lo hará de acuerdo al volumen de consumo de cada hogar.

El sistema que anunció el miércoles por la noche Massa apuntará específicamente al universo de otros 9 millones de usuarios que sí realizaron el trámite para continuar recibiendo una asistencia del Estado para pagar el precio de los servicios públicos.

Según especificó, para el caso de la energía eléctrica el Estado subsidiará hasta 400 kilovatios, lo que alcanzará al 80% de los usuarios, pero que eso solo implicará hasta un 50 por ciento del consumo residencial.

En el caso del gas, la quita de subsidio seguirá la misma lógica, aseguró Massa, pero que tendrá una diferenciación por regiones, que utilizará como criterio las diferencias climáticas y el costo de distribución, así como también la estacionalidad.

El nuevo sistema de techos al consumo de luz y gas subsidiado, que comenzará en lo inmediato y que convivirá como un complemento a la segmentación cuyo registró ya cerró esta semana, tendrá un impacto que fuentes del Ministerio de Economía consideraron relevante en las cuentas públicas. Sería, en términos anuales, cercano a un punto del Producto, algo que podrá verse reflejado de manera más clara en 2023, ya que quedan cuatro meses plenos de 2022 para estimar un ahorro potencial.

Infobae

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