La crisis del sector electrodomésticos amenaza empleos en Argentina

Las empresas buscan ajustar costos y mantener competitividad ante la importación, afectando a cientos de trabajadores en Rosario y Córdoba.

Economía05/11/2025

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La caída del consumo y las dificultades para competir con productos importados sacudió a todo el sector de electrodomésticos en los últimos meses y dos de las principales empresas del país tomaron decisiones que ponen en jaque más de 600 empleos, a dos meses de que termine el año. Se trata de Electrolux y Mabe, que adoptaron distintas medidas para enfrentar la crisis que alteran la rutina laboral en sus plantas de Rosario y Córdoba y que profundizan la crisis sectorial.

En Rosario, la multinacional Electrolux prorrogó el régimen de suspensiones rotativas para 400 operarios tras un acuerdo con la Unión Obrera Metalúrgica (UOM). Según trascendió, la compañía decidió prolongar por tres meses ese esquema debido a la fuerte caída de la producción y las ventas, situación que mantiene la planta con actividad mínima y pone en vilo la estabilidad ocupacional de cientos de familias. El acuerdo con la UOM busca evitar despidos directos y mitigar el impacto de la crisis. De acuerdo con fuentes sindicales, la compañía decidió extender el esquema de suspensiones rotativas de sus trabajadores directos en la planta industrial de Rosario hasta el 31 de diciembre de 2025. La modalidad admite una reducción de haberes, aunque los trabajadores mantienen la relación laboral activa.

En tanto, el panorama en Córdoba involucra la reorganización de operaciones de la firma Mabe, que afecta a más de 200 trabajadores. En un comunicado oficial difundido el 31 de octubre pasado, la empresa anunció un proceso de reorganización “para optimizar la eficiencia, responder con mayor agilidad a las demandas del mercado y sostener la producción en un contexto económico desafiante”.

Según el documento de la compañía, la reestructuración implica la consolidación de operaciones en dos núcleos industriales: la planta de Luque, que opera en la manufactura de lavarropas, secarropas y cocinas, y el centro de Río Segundo, destinado al control de calidad, servicios y almacenaje. La fábrica de San Luis, dedicada a la producción de heladeras, continúa activa, aunque bajo un esquema ajustado al nuevo escenario comercial. Allí trabajan 300 personas y también se encuentra al 60% de su capacidad.

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“La medida busca preservar las cadenas de valor locales, proteger la continuidad de la producción y reforzar la competitividad ante un mercado abierto a las importaciones”, dice el comunicado. La firma confirmó una inversión reciente de 25 millones de dólares en Luque y reiteró su apuesta por la industria argentina, aunque aclaró que la adaptación resulta indispensable frente a los cambios en el entorno económico y la baja en la demanda interna.

Consultado al respecto, el gerente de Relaciones Institucionales de Mabe, Alejandro Iglesias, explicó que la decisión tuvo que ver con que las dos plantas están con un bajo nivel de producción (al 50% de utilización) y “conviene concentrar todo en una”. Por otra parte, destacó que la planta de Río Segundo será reconvertido en un amplio centro de distribución. En cuanto al empleo, esa fábrica cuenta con 250 trabajadores, de los cuales más de 30 aceptaron retiros voluntarios el viernes pasado, con una oferta que superó la indemnización, y “al resto se le ofreció continuar en la planta de Luque, aunque aún se desconoce cuántos aceptarán”, remarcó el directivo.

Vale aclarar que esta decisión implica un viaje de unos 60 kilómetros, y aunque la empresa ofreció hacerse cargo del costo del traslado, para muchas personas puede resultar engorroso. “Al que no quiera trasladarse se le ofreció un acuerdo, con el 110% de la indemnización”, explicó Iglesias, quien agregó que con esta decisión sumada a las inversiones que se están realizando para bajar costos, se acercan bastante a los valores de la importación. Mientras tanto, como todos los empresarios, esperan las reformas laboral e impositiva que contribuyan a seguir reduciendo el costo argentino.

Más allá de estos casos puntuales, todas las empresas del sector están trabajando al 50%/60% de sus capacidades, con una fuerte caída de ventas debido a la competencia de la importación, a precios mucho más competitivos. Claro que la decisión de la mayoría fue complementar la producción con la importación para ampliar la gama de productos y potenciar así las ventas, pero el objetivo de la mayoría, que son empresas nacionales, y muchas de ellas familiares, es continuar produciendo en el país y no afectar el empleo.

Otras empresas del sector son Longvie, que produce cocinas, calefones, termotanques y lavarropas; Visuar, que fabrica los lavarropas Samsung; Autosal, que fabrica y comercializa secarropas, lavarropas y heladeras, bajo las marcas Kohinoor y Columbia; Briket, con sede en Rosario, que elabora productos de refrigeración para el hogar y uso comercial; y Bambi, que también produce heladeras y freezers, entre otras.

Con información de Infobae

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