Cambian autoridades en el Comando Conjunto Antártico

El ministro de Defensa Luis Petri dispuso cambios en el Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas. Con el fin de la campaña antártica se producirá este viernes la renovación de autoridades del Comando Conjunto Antártico.
 
Deja el puesto el general de brigada Edgar Calandin luego de haber completado la organización, planificación y ejecución de tres campañas antárticas consecutivas en el verano de 2022, 2023 y 2024. El nuevo comandante es el capitán de navío Maximiliano Mangiaterra, con experiencia en el continente blanco: comandó el rompehielos ARA Almirante Irizar, participó en campañas de logística a las bases en 2018/19.

Llega al cargo con el aval de conocimientos específicos en operaciones antárticas y el apoyo del jefe de la Armada, contralmirante Carlos Allievi con quien compartió las actividades cuando Allievi era titular del Componente Naval del Comando Conjunto Antártico en 2018, año en que pasó de ser una organización temporaria a una permanente, asumiendo el control de todas las organizaciones y bases antárticas de las Fuerzas Armadas.

En términos militares es responsable de la planificación, gestión y ejecución del apoyo logístico, tanto para el mantenimiento y funcionamiento de bases (siete permanentes y seis temporarias) y refugios como para la ejecución de las operaciones terrestres, navales y aéreas en la Antártida, asegurar el despliegue, aprovisionamiento y desarrollo de la actividad científica, y contribuir al cumplimiento del Plan Anual Antártico, Científico, Técnico y de Servicios que elabora la Cancillería.

Bajo dependencia orgánica y operacional permanente del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas (EMCO) a través del Comando Operacional de las Fuerzas Armadas, todas las bases antárticas y refugios, son gestionadas en conjunto por las distintas fuerzas armadas. Hay dos bases: Carlini y Brown que están en la órbita de la Secretaría de Malvinas, Antártida y Atlántico sur a cargo de Paola Di Chiaro y bajo la Dirección Nacional del Antártico de la cancillería, aguardan una resolución interministerial consensuada entre Diana Mondino y Petri para que Defensa a través del EMCO asuma el control administrativo.

El comandante saliente lidió con un inicio tardío de la campaña de verano por el cambio de gobierno, pero recuperó agilidad y llegó a cumplir sin sobresaltos el aprovisionamiento, relevo de dotaciones y despliegue de grupos científicos en todas las bases permanentes y temporarias.

El hito en el periodo del general Calandin fue la recuperación de la base Petrel con módulos nuevos de casa habitación y la reconfiguración de la pista existente. Se ha logrado una extensión que alcanza los 1.600 metros de grava consolidada y se le dio niveles de seguridad apropiados. También la instalación de 200 paneles solares que la convierten en un establecimiento sustentable desde el punto de vista ambiental y energético.

Otro jalón del trabajo conjunto liderado por Calandin en suelo antártico fue la reparación y puesta en vuelo de un helicóptero Sea King que se había accidentado en la base Esperanza. En 14 días técnicos del Arsenal Aeronaval Comandante Espora junto a personal de Esperanza refaccionaron la aeronave que pudo volar hacia la cubierta del rompehielos Irizar. El comandante saliente deja la vara alta al entrante capitán Mangiaterra.

Uno de los proyectos a retomar por el nuevo comandante será continuar con la modernización de la base Brown que está en una locación apreciada por el turismo de aventura. Mencionar turismo antártico levanta temores entre los diplomáticos del área.

La veta económica de los servicios en esas latitudes de clima extremo ha crecido de manera exponencial y pone a prueba el rigor del ambientalismo con la muñeca de la diplomacia para satisfacer la demanda. La 46° Reunión Consultiva del Tratado del Antártico (RCTA) que se celebra en Kochi, India desde el 20 al 30 de mayo tiene en agenda tratar la regulación del turismo antártico.

La posta estratégica a continuar y concluir es la transformación de Petrel en un nodo logístico multimodal, que pueda enlazar el transporte aéreo con el transporte naval, brindar servicios a terceros a través de la cooperación internacional. Agregar un centro de emergencias medio ambientales y humanas, atender cualquier tipo de desastres naturales que se produzcan en esa zona inhóspita además brindar servicios como meteorología, hidrología y sanidad.

Se sabe que este año ya hubo pedidos de la República Checa, Uruguay que pidió aterrizar un Hércules C-130 y Brasil, entre otros para operar desde Petrel.

La sinergia con el sector privado es otro rubro que avanzó y está latente a través del grupo Mirgor y quedó en los pendientes del Comando Conjunto Antártico. La empresa Mirgor basada en Tierra del Fuego uno de los mayores productores de electrónica compró un avión Basler BT-67 que se destinaría desde Petrel a misiones de apoyo logístico y relevos de dotaciones del sistema de bases nacionales a través de un acuerdo con el Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas y la Fuerza Aérea Argentina.

Antes la pista de Petrel tiene que ser probada, testear la seguridad al aterrizaje que no haya desplazamientos del suelo de grava y verificar las aproximaciones. Tarea que se pospuso en repetidas oportunidades. Unos dicen que por meteorología otros por indisponibilidad del avión Saab 340 seleccionado para la misión y también la oposición silente de la diplomacia que no quería una foto del avión en la pista sin antes presentar la carpeta de la modernización de Petrel ante la comunidad del Tratado del Antártico.

La iniciativa del Basler BT-67 bajo comodato acompaña un pedido del ministro Petri para ingresar al Polo sur a la Antártida profunda con el propósito de que los científicos puedan desarrollar estudios previstos por caso, de alta atmósfera, de geología en la Cordillera de Diamante, de glaciología, de bioprospección.

Con información de Ámbito