A pedido de la Fiscalía, se realizará un careo entre un sacerdote y un exseminarista. 

Ayer, en el cuarto día del juicio que se sigue contra el exobispo de Orán Gustavo Zanchetta, declararon nueve testigos.

Judiciales25/02/2022

Poder Judicial

Habló la psicóloga del Poder Judicial de Orán, Rosanna Otaiza, quien realizó la evaluación de una de las víctimas y dio las pruebas de la otra víctima.

Ratificó el informe de sus colegas y aseguró que las dos víctimas presentaron indicadores de abuso sexual. 

Luego declaró otro exseminarista, quien manifestó que tuvo una relación normal con el obispo. Contó que acompañó a Zanchetta en dos viajes. Narró que entre los seminaristas se hacían bromas sobre los pedidos de masajes del obispo. En su declaración, recordó que una de las víctimas le contó lo que le había pasado y aseguró que le tenía miedo. Él le aconsejó que hablara con el padre Martín Alarcón. El resto de su testimonio coincidió con el brindado por los otros seminaristas.

En tercer lugar declaró Rodrigo Barreño que es ex seminarista y actual sacerdote y puntualizó que estuvo en el último año del seminario antes de ser consagrado sacerdote, con un buen trato con el obispo Zanchetta 

Barreño dijo que cuando estaba de viaje les pedía masajes porque estaba cansado e hizo referencia a una interna entre los sacerdotes, “porque estaban perdiendo poder”; en particular se refirió a Manzano, Acevedo y Alarcón. Concluyó diciendo que esto es una maniobra para demonizar todo lo que hizo el monseñor Zanchetta en la diócesis. 

El cuarto declarante del día fue también un exseminarista que formaba parte del “grupo de los preferidos”, según él mismo expresó. Contó que compartía las salidas con el obispo y el hecho de ir en la camioneta con él se prestaba a tener charlas subidas de tono y bromas.. 

El testigo precisó que, cuando una de las víctimas abandonó el seminario, el obispo le preguntaba a él sobre su vida. Contó que el padre Subelza sabía de los pedidos de masajes y tratos de Zanchetta Y el padre Gutiérrez también conocía la situación. También agregó que ante la presión y persecución de Zanchetta por la salida de una de las víctimas del seminario, él no pudo seguir y decidió irse. 

El resto de los testigos coincidió con lo declarado en la audiencia anterior respecto al pedido de masajes, los abrazos de atrás y las conductas inadecuadas del ex obispo.

Los alegatos finales fueron reprogramados para el miércoles 3 de marzo, desde las 10:30.

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