
Tal como venimos insistiendo desde hace tiempo en estas columnas, en momentos de crisis la centralidad de la política pasa por el Congreso de la Nación. Allí se debate el presente y el futuro de la Argentina.
Diecinueve gobernadores justicialistas o de raíz peronistas como Gustavo Sáenz apoyaron al presidente Alberto Fernández por la decisión de quitar un punto de la coparticipación federal que percibía la Ciudad de Buenos Aires para entregárselo a la Provincia de Buenos Aires. Lo hicieron a través de un documento en el que manifiestan la necesidad de “empezar a corregir los desequilibrios de un país concentrado”.
Opinión11/09/2020Mandatarios de distritos como Catamarca, Chaco, Chubut, Formosa, La Rioja, Santiago del Estero y Tierra del Fuego, con severos problemas de desarrollo y con índices de atrasos en muchos indicadores sociales, suscribieron un documento titulado Reducir desigualdades para una Argentina Federal, con el fin de sostener a un presidente que tiene un complicado frente de gestión política. Y ellos representan a provincias que no pueden enfrentar con sus recursos ningún planteo de orden salarial.
“Entendemos que este es un paso importante para retomar el debate en torno a la coparticipación para recuperar el espíritu que establece nuestra Constitución”, es el objetivo detrás del que se parapetan estos gobernadores fuertemente dependientes de los giros que hace el Gobierno central. Al menos el titular del Ejecutivo salteño no responde a un mandato popular, si se tiene en cuenta que en las elecciones que consagraron el triunfo de la fórmula Fernández-Fernández no estuvo alineado con esa boleta.
Tampoco hay indicios que se existe la voluntad de discutir la distribución de la coparticipación, que la Constitución Nacional reformada en 1994 mandó a modificar hasta 1996. Tal mandato constitucional no se ha cumplido e incluso al presente, semejante ley convenio no ha sido aún sancionada y nada hace presagiar que pudiera serlo en un futuro próximo, advierte el investigador Víctor Bazan, en un minucioso análisis sobre el Federalismo Argentino. La reforma de la última década del siglo XX precisamente apuntaba a un fortalecimiento del federalismo, que tiene en la coparticipación un eje vertebral. Pero el propósito constituyente en pro de robustecer las estructuras provinciales, empíricamente no ha acaecido.
Es que hay una falla en ese recurso. Alberto Dalla Via, doctor en Derecho Constitucional, destaca que “la coparticipación federal es una de las instituciones que más han contribuido a acentuar la dependencia de las provincias al poder central y que nació como una patología ante la insuficiencia de nuestro sistema fiscal de atribución de competencias”. Lamentablemente se ha tornado en una herramienta que ha incrementado la subordinación financiera y económica de la mayoría de las provincias a la Nación.
Mucho ha contribuido la emergencia económico-social declarada en diciembre pasado y la pandemia que obligó a un aislamiento que reconfiguró la relación financiera entre ambos niveles de gobierno. Sin presupuesto para este año, se ha instrumentado el Programa para la Emergencia Financiera Provincial, que mantiene en segundo plano que, la distribución discrecional de recursos a través de dicho programa, significa una pérdida acumulada para las provincias de unos 185 mil millones de pesos, equivalentes a un 0.7% del PBI.
Hay que señalar que en los primeros 8 meses del año, la Provincia de Salta perdió más del 6% de lo que le correspondía recibir por coparticipación pero las asignaciones de recursos por Fondo de Aportes del Tesoro Nacional y Fondo Fiduciario para el Desarrollo Provincial, crecieron hasta agosto último un 47% respecto de igual período de 2019, según consigna la consultora Aerarium. Un guatismo muy lejano a los 628% por encima que obtuvo la provincia de Buenos Aires.
No hay muchas razones que justifiquen el pronunciamiento de un grupo de provincias, más allá de su pertenencia a una rama política de la que se cuelgan varios gobiernos. O peor aún, que en realidad se trate de una repuesta a la presión que ejerce quién tiene el látigo y la chequera.
Salta, 11 de setiembre de 2020
Tal como venimos insistiendo desde hace tiempo en estas columnas, en momentos de crisis la centralidad de la política pasa por el Congreso de la Nación. Allí se debate el presente y el futuro de la Argentina.
Sin antecedentes cercanos de una decisión similar, el Concejo Deliberante rechazó la Cuenta General del Ejercicio 2023, correspondiente al último año de gestión de Bettina Romero. Asimismo, aprobó por mayoría la del año 2024.
El Presidente muestra torpezas políticas y económicas que lo dejan cada vez más aislado. Gobernadores, aliados y votantes se alejan, mientras él insiste en culpar a los demás.
Las marchas en todo el país y el rechazo del Congreso a los vetos presidenciales expresan lo más elemental de la democracia: el pueblo y sus representantes le marcan límites al poder. No es un golpe, es participación ciudadana.
Congreso y gobernadores son dos partes del poder político que desvelan al Ejecutivo Nacional. Tras dos años con presupuesto prorrogado la administración libertaria ha entendido que puede ser un elemento ordenador de vínculos inconducentes, como los que ha venido manteniendo hasta ahora.
Se corrió el velo sobre el manejo de los recursos públicos durante 2026. Fueron expuestas las grandes líneas de lo que podría ser el primer presupuesto de un gobierno que va a ingresar en su tercer año de gestión.
El entrenador de la Selección Argentina habló tras la caída en Guayaquil. Analizó la última fecha de las Eliminatorias y destacó el trabajo del rival. También se refirió a la ausencia de Messi.
Los ediles aprobaron la Cuenta e informaron que la Municipalidad capitalina utilizó fondos propios para su funcionamiento y que generó un superávit por 16.534 millones de pesos. Críticas a la gestión Romero.
Los ediles señalaron la cantidad de obras “abandonadas” de la gestión Romero a partir de su derrota electoral en mayo de 2023. Sumaron los sobreprecios en las obras de Plaza 9 Julio y canal de Yrigoyen.
Será desde el viernes 19 al domingo 21 de septiembre en el Centro de Convenciones. Contará con la participación de más de 1.100 emprendedores de toda la provincia, patio de comidas, juegos para niños y show en vivo. La entrada es libre y gratuita.
Los gremios del PAMI resolvieron un plan de lucha con quites de colaboración en todo el país, en reclamo de paritarias y salarios dignos.