Condori pide que realicen un ADN porque podrían condenar a un inocente

Condorí contó que desconocía la existencia de dos testigos que incorporó su defensa, en una de las últimas audiencias de juicio, para que relaten la confesión de un tal Silvio Pierini. Esta persona, habría confesado que se “mandó un moco” con Cintia al sustraerle unas tarjetas de crédito. Todo se habría producido contemporáneamente con el hecho por el cuál es juzgado actualmente Condori pero nunca se había dado a conocer.

“Este testigo le hizo llegar la información a Ana Fernández (madre de la víctima) pero como no le gustó, no le prestó atención. Me pregunto si no sería factible que un juez o fiscal haga referencia si es buena o mala esa línea de investigación. Calculo que el fiscal ya debería haber tomado cartas en el asunto. Aclaro que no quiero que Pierini vaya detenido, simplemente que se haga un cotejo de ADN”, aseguró.

Por otro lado, el imputado explicó porque hubo por lo menos diez jefes de la policía en el departamento de Cintia cuando encontraron el cuerpo. “Quedó claro que era común, uno de los subjefes contó que era cuestión de ver quién llegaba primero. Yo por ese entonces era un chofer y lo dijeron todos los jefes, quedó demostrado, nadie me recordaba, no era alguien especial. La teoría de la protección policial y encubrimiento se desmoronó a pedazos”, agregó.

Consultado sobre un matrimonio que afirmó verlo los días anteriores al hecho, por el edificio de la víctima, siendo que afirmó que había terminado la relación dos semanas antes, Condorí sostuvo que se realizó un careo y no pudieron comprobar que se trate de él porque se contradijeron al decir que su moto era de determinado modelo y color que no correspondían.

Finalmente, el ex policía, dijo que confía en la justicia y que se va a aclarar su situación. “No se olviden que a mí me dieron el sobreseimiento y con esa misma prueba me procesaron”, aseveró Condorí al tiempo que precisó que existen cuatro ADN que no lo incriminan. “Si se me condena y después de acá a veinte años aparecen los dueños de esos ADN, ¿qué me van a decir? ¿Discúlpame flaco, ándate a la casa?” concluyó.