
“Tal vez llegó el momento de más humanidad y menos cemento”. La definición es una salida a una situación compleja que comenzó a asfixiar a la administración provincial.
A casi un año de su firma, el Pacto de Güemes muestra escasos resultados. No es un problema provincial y, quizás, tampoco de gestión del Ejecutivo. De allí una nueva reunión de gobernadores de todo el país.
Opinión02/06/2025El cierre de la primera mitad del segundo año de gobierno de la Libertad Avanza muestra que se está ante una administración que no escucha pero tampoco se allana a normas que no fueron modificadas. Es cierto que todavía está vigente la emergencia pública en materia administrativa, económica, financiera y energética declarada por la Ley de Bases y en ese marco, las facultades delegadas al Ejecutivo nacional pero nada de eso anula una relación institucional claramente establecida entre Nación y Provincias.
Esa relación, sin embargo, no está equilibrada y el gobierno de Javier Milei está trasladando cada vez más obligaciones a los gobernadores. Este fin de semana se conoció el DNU que declara el retiro del Estado nacional de la atención de personas en situación de calle, reformando una ley que data de 2021. La decisión es una más de un creciente paquete en el que trabaja el Ministerio de Desregulación que encabeza Federico Sturzenegger.
El problema de fondo que preocupa a los gobernadores no es el nuevo ordenamiento que está definiendo el gobierno nacional, sino la afectación del federalismo por su desfinanciamiento. No fue difícil, entonces, la convocatoria para este martes a una reunión que se efectuará en el Consejo Federal de Inversiones a fin de avanzar en una reforma que no puede seguir demorando. Es de carácter fiscal y tiene a la coparticipación como el eje excluyente.
Para este año se prevé una caída de la recaudación y si la administración libertaria sigue despojándose de sus obligaciones pero no de los recursos destinados a cubrirlas, las provincias temen el desequilibrio de sus cuentas. La decisión de abandonar la obra pública, alejarse de la prestación de servicios esenciales como educación y salud y administrar sin presupuesto propio para el ejercicio fiscal en curso, no es todo lo que hace en perjuicio del interior el gobierno central. Incumple los convenios que se acuerdan.
Hace un año, Salta definió con el acuerdo de la mayoría de las fuerzas políticas, económicas y sociales, el llamado Pacto de Güemes, firmado el 17 de junio pasado y entregado a Milei. En su texto se precisaban los puntos considerados claves para el desarrollo de Salta, se reflejaban las coincidencias en torno a las inversiones en infraestructura consideradas prioritarias para mejorar su matriz productiva y que venían siendo financiadas por el Estado nacional. En el documento se ratificó la voluntad de no renunciar a recursos que le corresponden a Salta y que ya por entonces eran retenidos por la gestión libertaria como el fondo compensador del transporte y el incentivo docente.
El documento motivó una ronda de conversaciones con la dirigencia de partidos y de instituciones empresariales y sociales, que se abrió con el diálogo entre el gobernador Sáenz y sus antecesores, el senador Juan Carlos Romero y Juan Manuel Urtubey. Todo quedó como si se hubiese escrito en el agua, pese a los gestos permanentes de acompañamiento del mandatario local y del legislador nacional.
La cruzada federalista propuesta en el Pacto no logró romper un poder que se encierra ante lo que no va en su mismo sentido. Si no hay un cambio en la distribución de recursos, a través del régimen de coparticipación y otros instrumentos de relacionamiento entre la Nación y las provincias, se profundizará la desigualdad y el desequilibrio económico y social entre regiones, provincias y departamentos.
Este mapa debe cambiar con la unidad de acción del país federal.
Salta, 02 de junio de 2025
“Tal vez llegó el momento de más humanidad y menos cemento”. La definición es una salida a una situación compleja que comenzó a asfixiar a la administración provincial.
Lejos de cualquier tipo de especulación política,gobernadores e intendentes están ocupados en el financiamiento de la gestión en provincias y municipios. A la parálisis de obras públicas, se ha sumado la profundización de la caída de la recaudación, que se refleja en menor coparticipación.
En la Argentina de hoy donde los discursos oficiales prometen sacrificios para un futuro mejor, la realidad inmediata golpea con fuerza a los sectores mas vulnerables.
Seguramente me han escuchado varias veces decir que el modelo económico que lleva adelante el gobierno nacional no es sustentable, no parece haber muchos motivos para ser optimista, pero aún en el caso en que funcione, al modelo le sobran más de 30 millones de argentinos.
Cierra una semana difícil para el Ejecutivo Provincial. La situación de la obra social ensombreció todas las actividades que promocionó el aparato de difusión que tiene ese poder, dando muestra de su gravedad, que ha motivado la intervención judicial.
Con la sanción de una ordenanza de exención de tasas, el gobierno del municipio de la Capital avanzó con una importante propuesta de promoción de actividades económicas a través de una menor presión fiscal.
La Fiscalía investiga maniobras que habrían generado pagos por trabajos no realizados, con certificados falsos y posible encubrimiento de funcionarios de la Municipalidad de Salta.
Los detalles los precisó el titular del Ente Regulador de Servicios Públicos, Carlos Saravia, en diálogo con Aries. Explicó que significará una inversión de $436 millones mensuales.
El procurador, Matías Risso, adelantó que el municipio se constituye en querellante y, eventualmente, reclamará el resarcimiento económico.
El presidente del Foro de Intendentes de Salta confirmó que los jefes comunales le pidieron que busque un nuevo mandato.
El proceso judicial se inició luego de que el cuaderno personal de la joven señalara al acusado, lo que llevó a la detención y enjuiciamiento de Carlos Ezequiel González en La Pampa.