
Se corrió el velo sobre el manejo de los recursos públicos durante 2026. Fueron expuestas las grandes líneas de lo que podría ser el primer presupuesto de un gobierno que va a ingresar en su tercer año de gestión.
Como en oportunidades que han quedado registradas como históricas, la realidad política argentina está demandando un diálogo profundo. En esta semana será un elemento vertebral para avanzar en decisiones que no pueden demorarse si de encarar soluciones de fondo se trata.
Opinión29/01/2024La versión de la sucesión de hechos que van configurando la situación política, económica y social del país muestra una visión fragmentada de la misma, que parece dominada por la confrontación entre posiciones innegociables. El reciente proceso electoral ha configurado un nuevo mapa político al que deben adecuarse todos sus actores y ese es el tramo que se está atravesando. La sociedad debe esperar que sea con madurez y respetando las reglas básicas de la convivencia democrática.
Dos elementos se manifiestan como imprescindibles: el diálogo y la participación; ambos hacen a la naturaleza de la democracia, que no solo los promueve sino que en los actuales momentos les son imprescindibles. Emergen como una herramienta para la articulación de los distintos espacios políticos que tienen asignados, a partir de las últimas elecciones, diferentes responsabilidades para la toma de decisiones.
Los especialistas destacan que “una cultura política es democrática cuando las relaciones entre gobernantes y gobernados, ciudadanos, organizaciones y Estado reconocen valores como la igualdad política, la libertad, la tolerancia, el pluralismo, la legalidad, la participación, y, por supuesto, el diálogo”. Frente a la instalación de un nuevo gobierno nacional, cada uno de ellos es un elemento ineludible.
Es que la realidad es compleja, las urgencias se acumulan y la decisión de imponer cambios estructurales se ha expresado en iniciativas de carácter legislativo, que sumó al Congreso como protagonista excluyente. Ese es el ámbito político por excelencia y aunque los discursos públicos parecieran desmentirlo, la institución está tratando de ponerse a la altura de las circunstancias.
El nuevo oficialismo, al que se describe como portador de una debilidad política intrínseca, con muchas dificultades está tratando de construir alianzas en un escenario que no domina. Su antecesor no puede desprenderse de algunos vicios de su pasada posición dominante y marca errores y deficiencias, como si su desplazamiento no fuese consecuencia de un fracaso de gestión que se expresa en parámetros negativos de la situación nacional. Otros sectores opositores repiten sus consignas ignorando que no tienen inserción social y los que han tenido experiencia de gobierno desde distintos grupos partidarios, se esfuerzan por sostener su acotada porción de poder. En ese variopinto cuadro, de manera tácita o expresa, se destaca la coincidencia en lograr la gobernabilidad del sistema. No es un objetivo menor; el colapso no tiene beneficiarios, ni siquiera en los grupos marginales que proponen la caída de un gobierno que los reconoce solamente como referentes de disensos.
La política no es una cuestión de ideas o doctrinas sin objetivos concretos; es el instrumento para alcanzar resultados que beneficien a la gente. Le corresponde a la sociedad estar atenta y también concurrir a la gobernabilidad.
Salta, 29 de enero de 2024
Se corrió el velo sobre el manejo de los recursos públicos durante 2026. Fueron expuestas las grandes líneas de lo que podría ser el primer presupuesto de un gobierno que va a ingresar en su tercer año de gestión.
Septiembre avanza y con él un escenario político que se va reconfigurando día a día. Lo que se palpa en las calles y en las urnas es que el oficialismo ya no tiene aquel blindaje con el que arrancó su gestión. El malestar es real y cada vez más visible: se expresa en el voto, en la desconfianza, en la distancia de sectores que hace poco estaban dispuestos a darle crédito.
Con la frase ‘lo peor ya pasó’, el Presidente repitió el libreto de sus antecesores. El discurso leído y sin apoyo de sus funcionarios dejó más dudas que certezas y derivó en cacerolazos.
Javier Milei llegó al poder gracias a un sentimiento: el hartazgo. El rechazo a la corrupción, a un poder judicial manipulado y a la impunidad de tantos años fue lo que unió a la sociedad detrás de su figura en un momento de inflexión en Argentina.
Se mantiene un clima de incertidumbre y la celebración que tiene a Salta como un centro de renovación espiritual en esta jornada, fue una oportunidad para que se señalen caminos por los que puede transitar la sociedad para salir fortalecida.
La sabiduría popular asegura que no hay mal que por bien no venga. Luego de una derrota electoral que, en otras circunstancias, hubiese sido solo un dato indicativo del humor social, se abrió un proceso de transición hacia un modelo de vinculación más fructífero entre los gobiernos nacional y provinciales.
El entrenador de la Selección Argentina habló tras la caída en Guayaquil. Analizó la última fecha de las Eliminatorias y destacó el trabajo del rival. También se refirió a la ausencia de Messi.
La noticia sacude a la sociedad, ya que este martes debía comenzar el juicio oral contra él y sus hermanos, acusados del crimen.
El abogado defensor Marcelo Arancibia pidió explicaciones al sistema carcelario por el fallecimiento de Javier “Chino” Saavedra, uno de los acusados por el crimen de Jimena Salas. Sostuvo que el hecho no puede quedar sin investigar.
Tras la muerte de Javier “Chino” Saavedra el juicio por el crimen de Jimena Salas fue suspendido. El tribunal deberá fijar una nueva fecha para juzgar a los hermanos que aún enfrentan cargos como coautores.
Con la frase ‘lo peor ya pasó’, el Presidente repitió el libreto de sus antecesores. El discurso leído y sin apoyo de sus funcionarios dejó más dudas que certezas y derivó en cacerolazos.