Existe una epidemia de soledad: no hay tiempo para juntarse con amigos o verse con la familia

Según diversos estudios, se trata de un problema de salud pública a nivel mundial y un factor de riesgo para diferentes patologías. Las consecuencias en la salud física y emocional que genera este “mal de época”.

Sociedad09/08/2023Silvia Guzmán CoraitaSilvia Guzmán Coraita

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 Según diversos estudios, se trata de un problema de salud pública a nivel mundial y un factor de riesgo para diferentes patologías. Las consecuencias en la salud física y emocional que genera este “mal de época”.

Un comunicado del cirujano general de Estados Unidos, Murthy que alertó sobre el impacto devastador de la epidemia de soledad no solo en su país, sino en todo el mundo. 

Además de una agenda de salud pública orientada a minimizar sus efectos, hay acciones que podemos hacer a nivel individual, como reducir las distracciones del celular, practicar la gratitud y participar en grupos comunitarios.

El médico neurólogo y neurocientífico Facundo Manes explica qué es la soledad. “Es una alarma que nos recuerda que somos seres sociales. La gente que vive sola por mucho tiempo se muere antes. Sentirse solo no pasa por vivir acompañado o solo sino pertenecer a una red”.

Para Manes el factor que más influye es la capacidad de sociabilizar porque impacta en la calidad de visa. La soledad crónica nos mata”, dijo Manes. 

También hablamos con la terapeuta holística, Miryam Roldán Dice que “los cambios en los modos de comunicación y los modelos de trabajo hicieron que la   interacción cambie y lo interpersonal se pierda. Pasamos mucho tiempo solos sin tener contacto con los demás, sin presencias y acrecienta la soledad”. 

Por otra parte, agregó que “hay una epidemia que tiene que ver con la depresión que lleva a una falsa comunicación, y que hay una epidemia de la depresión de la cual esta soledad forman parte la angustia y ansiedad entre jóvenes y adolescentes agudizado por faltas de expectativas de futuro y por incertidumbre. Esta es una cuestión de salud mental que tenemos que prestarle atención todos”, concluyo la terapeuta Miryam Roldán.

Este comunicado del cirujano general de Estados Unidos alerta sobre el impacto devastador de la epidemia de soledad no solo en su país, sino del mundo entero. Además de una agenda de salud pública orientada a minimizar sus efectos, hay acciones que podemos hacer a nivel individual, como reducir las distracciones del celular, practicar la gratitud y participar en grupos comunitarios
 

“Fortalecer la infraestructura social, promulgar políticas públicas a favor de la conexión, movilizar el sector de la salud, reformar los entornos digitales para evaluar críticamente nuestra relación con la tecnología, establecer una agenda de investigación más sólida sobre el tema y cultivar una cultura de conexión”, dijo Murthy.

A nivel individual, el documento también recomienda:

- Invertir tiempo en cultivar relaciones mediante el compromiso constante, frecuente y de alta calidad con los demás. Dedicar tiempo cada día a acercarse a un amigo o familiar.

- Minimizar las distracciones durante las conversaciones para aumentar la calidad del tiempo con los demás. Por ejemplo, no mirar el teléfono durante las comidas con amigos o las conversaciones en familia.

- Buscar oportunidades para servir y apoyar a los demás, ya sea ayudando a la familia, compañeros de trabajo, amigos o desconocidos de la comunidad o participando en servicios comunitarios.

- Ser receptivo, comprensivo y practicar la gratitud. A medida que practicamos estos comportamientos, los demás son más propensos a correspondernos, fortaleciendo nuestros vínculos sociales, mejorando la satisfacción en las relaciones y construyendo capital social.

- Relacionarse activamente con personas de experiencias diferentes para ampliar nuestra 

comprensión de los demás y las relaciones con ellos.

- Participar en grupos sociales y comunitarios como organizaciones deportivas, religiosas, de aficiones, profesionales o de servicio a la comunidad para lograr pertenencia, significado y propósito.

- Reducir las prácticas que conducen a sentimientos desconexión de los demás. Entre ellas se incluyen el uso nocivo y excesivo de las redes sociales y el tiempo desproporcionado frente a pantallas.

- Buscar ayuda en momentos de soledad o aislamiento acudiendo a un familiar, un amigo, un consejero o un profesional sanitario.

- Hablar abiertamente con el médico sobre cambios sociales significativos, ya que esto puede ayudar al profesional a comprender los posibles efectos sobre la salud y orientarlo a la hora de ofrecer recomendaciones para mitigar los riesgos.

- Dedicar tiempo al compromiso cívico. Por ejemplo, participar de forma positiva y constructiva en reuniones políticas, reuniones de escolares, de consorcio, etcétera.

- Reflejar los valores fundamentales de la conexión en la forma de ser con los demás, en las conversaciones y a través de acciones. Las preguntas que podemos hacernos son: ¿cómo podría la amabilidad cambiar esta situación? ¿Cómo sería tratar a los demás con respeto? ¿Cómo puedo ser útil? ¿Cómo puedo reflejar mi preocupación y compromiso con los demás?

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