Evaluación

Aunque se espera que en estas horas concluya el escrutinio definitivo iniciado en la tarde noche de este martes, nada indica que se alteren resultados que han permitido la reelección por un nuevo mandato de cuatro años del gobernador Gustavo Sáenz. Seguramente se confirmará el aplastante triunfo de su fórmula por 30 puntos sobre su inmediata seguidora, la de Juntos por el cambio. El 47.5% alcanzado, sin embargo, no es la mejor reelección desde que se autorizó tal extensión constitucionalmente; solo se emparda con el 47.23 % de Juan Manuel Urtubey de 2015, quien en su primera reelección en 2011 logró 59,57 %, por encima de los 58,48 puntos alcanzados por Juan Carlos Romero en 1999
Al margen de estos guarismos, el triunfo de Sáenz se expresa en las 26 bancas que obtuvo de las 30 en juego en la Cámara de Diputados y las 11 que se elegían para el Senado. También son de su palo 57 de los 60 intendentes elegidos el domingo. Habida cuenta que las alianzas electorales caducan transcurridos los comicios que motivaron su integración, la referencia sirve para esta primera descripción del armado institucional construido el pasado domingo y que se tornará operativo a fin de este año.
La lectura laudatoria realizada legítimamente por el saencismo legislativo hace referencia a la unidad que el mandatario supo lograr de la tropa dirigencial del interior, que es un valor por ahora. Mucho menos seguro es que, efectivamente, haya habido un plebiscito de una gestión que tiene más justificativos para incumplimientos que propuestas para encarar un tiempo que no será más fácil que el transcurrido.
Es cierto que no hay un partido político que pueda reivindicar este triunfo. La presidenta del bloque Salta tiene Futuro, Socorro Villamayor, explicó que el reelecto mandatario no se referencia en uno sino en “un proyecto de provincia” y encarna una Salta pujante, que tiene “un gobierno de cuentas claras”.
También tiene una oposición tajante, que ayer mismo se ha adelantado a manifestarse atento a que si bien hay una cámara en funciones y otra electa, no pareciera que vaya a necesitar de una transición. Muchos de los que tienen que jurar el 24 de noviembre próximo, ya son miembros del cuerpo, al igual que los dos diputados que integran el bloque Ahora Patria, que se ha presentado en la primera sesión tras las elecciones.
Es el primer cambio que se advierte en el seno de la Cámara de Diputados, que seguramente perderá a algunos de los 12 bloques actuales, entre ellos cinco monobloques. La flamante bancada Ahora Patria ha declarado que continuará ejerciendo oposición a un gobierno con el que desde 2019 tiene “serias y esenciales diferencias respecto del manejo de la Provincia”. Consideró alarmante los índices de pobreza que la ubican como el tercer distrito con más indigencia del país.
La supremacía oficialista obliga a advertir que la inclinación a imponer el número por encima de la razonabilidad de las ideas, no debe invalidar un espacio de debate político esclarecedor y enriquecedor de iniciativas. Mucho menos debe eludir una de las funciones del Poder Legislativo más importantes, como es la de ser el control del Ejecutivo, preservando para ello no solo las tareas a ese fin sino cuidando la integración de los organismos responsables.
Los duros tiempos por venir así lo exigen.
Salta, 17 de mayo de 2023