Opinión16/09/2025

Guía

Se corrió el velo sobre el manejo de los recursos públicos durante 2026. Fueron expuestas las grandes líneas de lo que podría ser el primer presupuesto de un gobierno que va a ingresar en su tercer año de gestión.

Fue el anuncio más esperado por la política argentina, el mercado y los especialistas en ciencias económicas y sociales. Seguramente nadie ha quedado defraudado porque el análisis profundo que merece el proyecto girado al Congreso tomará al discurso presidencial por cadena nacional de este lunes como el contexto necesario para su interpretación.

Un poco más de 15 minutos bastaron para que Javier Milei precise cuáles políticas públicas serán financiadas prioritariamente, ratificando sin margen de negociaciones el propósito de mantener el superávit fiscal o, al menos, el equilibrio de las cuentas públicas. La presentación del proyecto de presupuesto mostró al mandatario libertario puesto a la cabeza de una campaña electoral que lo involucra, en orden a que se trata de la integración de un Congreso dentro del cual trata de mejorar su representación. Hubo anuncios concretos y una fundamentación política con una configuración electoralista.

Es así que las precisiones en torno de la orientación del gasto público se concentraron en los aspectos sociales. Dijo que el 85% del presupuesto se destinará a educación, salud y jubilaciones, cuestiones que son de responsabilidad de las provincias, con excepción del sector pasivo. Serán entonces los gobernadores quienes deberán controlar que efectivamente se orienten las inversiones a esas áreas.

También informó que se incrementarán los montos asignados al gasto social por encima de la inflación, que se proyecta en un 10% anual. Resulta así que en Salud, el aumento ascenderá globalmente a un 27%; en Educación prevé un 8% por encima de la inflación prevista y en pensiones por discapacidad el incremento será del 15%. Para las universidades se han previsto casi 5 billones de pesos por encima de la partida asignada en el corriente ejercicio fiscal, que discrecionalmente se fijó atento a que se gobierna con presupuesto prorrogado. Con una economía inestable todo queda como una proyección que puede o no alcanzarse como la inflación del 10,1%, el dólar a $1.423 para fin de año y un crecimiento del 5%. 

Pese a ello , sobre esas estimaciones se asientan la mayor parte de las afirmaciones presidenciales. El propio mandatario reconoció que se entusiasma de más, porque celebramos los logros alcanzados como la baja de la inflación, la baja de la pobreza y la salida del cepo. Pero también dijo entender que muchos aun no lo perciban en su realidad, porque vienen de perder todo.

El presidente Javier Milei dijo que ningún argentino vivo experimentó jamás la Argentina que se está construyendo. Los datos que sustentan esa afirmación es que “jamás en los últimos 120 años hubo orden fiscal, orden monetario y orden cambiario a la vez". Y ratificó lo que hasta aquí viene realizándose y que se expresa en la afirmación que no se atenderá la necesidad de los más vulnerables a través del déficit fiscal.

Ese es el punto de coincidencia que se ha logrado en estos últimos 21 meses en la buena parte de la sociedad y le da la razón a su prédica de que el pueblo y la política deben asumir el compromiso de mantener las cuentas en orden.

A la hora de decidir, el ciudadano puede resolver si esa es una guía razonable.

Salta, 16 de setiembre de 2025

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