Definiciones
La cercanía del cierre del año está apurando definiciones que son imprescindibles para encarar la etapa que se abrirá cuando se concrete la renovación del Congreso y de las Legislaturas Provinciales. Los resultados de las recientes elecciones también llevaron a cambios de gabinetes que están en ejecución en el Ejecutivo nacional y en muchas provincias.
Frente a esas modificaciones, el gobernador Gustavo Sáenz está movilizado y trabajando sobre territorio. En esa tarea debe inscribirse su participación en el encuentro al que convocó el presidente Javier Milei y que reunió a 20 mandatarios, que se informaron de primera fuente sobre los propósitos de la segunda mitad del mandato.
En esa oportunidad se ratificó la voluntad a recepcionar las demandas de las provincias, poniendo a disposición el gabinete nacional. Los cambios que se sucedieron horas después generaron inquietud y aunque hasta ahora no concluyó la tarea, las designaciones producidas incorporaron a funcionarios ya conocidos. El principal dato que señaló Sáenz es que se trata de “gente de Buenos Aires”, lo que lo llevó a expresar su deseo de que tengan una mirada federal.
Del lado de los gobiernos del interior, pese a que tienen una raíz partidaria y un grado de cercanía con el gobierno libertario diferentes, hay un eje que se sostiene en el interés que todos tienen de contar con un presupuesto con equilibrio fiscal, sin descuidar algunos aspectos que son fundamentales para no perturbar la marcha de las gestiones provinciales. Uno de ellos es el de las obras públicas y los avales que necesitan de la Nación para llevarlas adelante con fondos de organismos internacionales, tal como ya ha encarado Salta para avanzar en el Corredor Bioceánico. Al tomar un crédito de FONPLATA para realizar -entre otras obras- la pavimentación de tramos de la Ruta Nacional 51, también ha demostrado la voluntad de aliviar la obligación del gobierno federal de atender la red vial que es de su jurisdicción.
El gesto fue una demostración de cómo Salta va a trabajar para que haya un presupuesto nacional que le dé previsibilidad a la Argentina, refleje el potencial de todo el interior productivo y promueva las inversiones que se necesitan. Todo indica que no es una acción individual sino que se está acordando un interbloque para dar fortaleza parlamentaria a las estructuras provinciales que lograron imponer legisladores en el Congreso, con la expectativa que se conviertan en árbitro en la puja que seguramente se planteará entre los dos sectores mayoritarios, que son muy evidentes especialmente en la Cámara de Diputados.
Se impone atender cuestiones puntuales que son -hasta ahora- letra chica en el proyecto de presupuesto nacional para 2026. Es prioritario que se tenga incorporado en ese esquema las obras en las que el gobierno federal debe invertir y las partidas de recursos que se distribuirán entre las provincias. Desde el oficialismo se ha ratificado que toda decisión debe supeditarse a los ingresos que se aprueben, como mecanismo para mantener el equilibrio fiscal y así lo ha planteado el diputado de La Libertad Avanza por Salta, Julio Moreno.
En tanto, Salta está ultimando el proyecto provincial que ascenderá a casi 4 billones de pesos para 2026, según informó el ministro de Economía y Servicios Público, Roberto Dib Ashur. Es una cifra que se ubica unos 15 puntos por encima de la aprobada para el ejercicio fiscal en curso.
Aún se ultiman detalles sobre obras y fuentes de financiamiento, aclaró el funcionario, al dar cuenta que se mantendrá la característica de un presupuesto “federal y participativo”, como se viene planteando en las gestiones de Sáenz.
La iniciativa será girada la próxima semana a la Legislatura y se aclaró que se ajustan a las proyecciones macroeconómicas determinadas por el Gobierno Nacional. Esto es, un crecimiento del 5% del PBI y una inflación estimada en 10,1%, guarismos que son estimaciones muy opinables, como lo demuestran los informes privados que se van conociendo.
Para el hombre común, la cuestión importa en la medida que muestra una administración ordenada en función de un esquema de gastos y recursos. Quienes tienen mayores responsabilidades desde distintas instituciones sociales, deben ejercer un control respecto de los objetivos que se priorizan con los gastos y las obligaciones que integran los recursos .
Salta, 04 de noviembre de 2025
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