Opinión Juan Manuel Urtubey 07/07/2025

Producir en el Norte

Siguiendo con el tema del federalismo del que hablé la semana pasada, hoy quiero hablar ya no de federalismo fiscal, sino de federalismo económico, y aprovecho este espacio para compartir con ustedes un valiosísimo trabajo, cuyas reflexiones hago propias, realizado por el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC), con quienes tuve la oportunidad de trabajar mucho y agradezco su compromiso con los argentinos y los salteños en particular.

Transportar una tonelada de granos desde Salta hasta los puertos del Gran Rosario puede costar hasta 21 veces más que enviarla desde allí a China en buque oceánico, según estimaciones de la Bolsa de Comercio de Rosario. Este hecho ilustra las desventajas que enfrenta el Norte Grande argentino, una región clave en la producción de alimentos e insumos estratégicos, como minerales y energías renovables. 

A pesar de su potencial productivo, el Norte Grande opera con desventajas estructurales que encarecen sus costos, limitan su competitividad y afectan su potencial exportador. 

La mayoría de los minerales, productos regionales y una porción significativa de los granos que produce Argentina se elaboran en el Norte Grande. La región concentra cerca del 90% de la producción nacional de azúcar, legumbres, limones y yerba mate, y posiciona al país en el ranking global de exportadores en estos rubros. Su peso en las cadenas globales es determinante: un tercio de la Coca Cola que se bebe en el mundo contiene limón argentino, y el abastecimiento de porotos y garbanzos en Italia y España dependen en gran medida de la producción argentina. El Norte Grande aporta alrededor del 50% de la producción nacional de aceite de oliva, aceitunas y vino, sectores en los que Argentina se encuentra entre los diez principales exportadores del mundo. 

La región también complementa la producción de granos de la región centro del país, como soja y maíz. En el plano minero, su relevancia es también estratégica: el NOA concentra el 100% de las exportaciones argentinas de litio y cuenta con proyectos para la producción de cobre, oro y plata, con alto potencial de expansión en las próximas décadas. 

Pero a pesar de su potencial productivo y exportador, el Norte Grande enfrenta déficits estructurales que condicionan su competitividad. Menos de la mitad de la red ferroviaria está operativa, solo un tercio de las rutas nacionales y provinciales están pavimentadas, y el sistema portuario sobre los ríos Paraná y Paraguay carece de una estrategia coordinada. En materia de conectividad digital, la cobertura 4G alcanza a menos del 50% de las localidades de la región, y el acceso suele concentrarse en torno a las capitales provinciales o corredores viales principales, lo que profundiza las brechas en la adopción de tecnologías entre empresas. A esto se suman las limitaciones del sistema energético, cuya red de transporte opera al límite y su ampliación ha sido limitada desde 2015 hasta hoy, restringiendo la capacidad de atender una demanda creciente. 

Estas desigualdades estructurales no solo limitan la competitividad regional: también profundizan las brechas sociales y económicas. Aunque el Norte Grande abarca el 30% del territorio nacional y alberga al 22% de la población argentina, su contribución al PBI es de apenas el 13%. Su matriz productiva muestra una baja densidad empresarial y una fuerte predominancia de microempresas. Además, la región arrastra históricas condiciones de desigualdad que se reflejan en niveles de pobreza superiores al promedio nacional: 57% en el NOA y 63% en el NEA, frente al 42,5% a nivel país.  

Un sistema logístico moderno y eficiente no solo mejora la competitividad de las empresas, sino que también impulsa la integración territorial y contribuye a construir una sociedad más equitativa y cohesionada. Hoy, mientras trabajamos en conseguir la estabilidad macroeconómica y orden fiscal tan necesarios, es el momento de anticiparse y abordar las restricciones micro que condicionan las capacidades del país para que esa estabilidad sea sostenible en el tiempo y se transforme en crecimiento y oportunidades de desarrollo en todo el país.

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