
Las elecciones de medio tiempo 2025 en Salta ya son historia. De ella se deben tomar varias lecciones porque la aparente escasa importancia que la ciudadanía le asignó, encendió alarmas que la política no debe ignorar.
“Morir por la Patria es gloria”. Esta expresión pertenece al General Martín Miguel de Güemes, de quien se celebran hoy 238 años de su nacimiento.
Opinión08/02/2023Es un héroe nacional pero durante casi un siglo “fue una figura olvidada, vituperada y silenciada en su propia provincia”, como señalara el doctor Abel Conejo, en su exposición al momento de ingresar como miembro correspondiente por la provincia de Salta a la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas.
Vale echar mano a esa síntesis de la vida más relevante de la historia salteña, que también contiene referencias de grandes estudiosos de la gesta y el pensamiento del héroe, para rescatar aspectos de los mismos, en tiempos carentes de ejemplaridad y excelencia. En la disertación titulada Martín Miguel de Güemes: un Proyecto Geopolítico Inconcluso, asegura que comenzó a construir una conciencia por la identidad en los pueblos, que empezaron a confiar en sus fuerzas, aun mitigando sus dolores, penurias y escasez, pero con el firme objetivo de construir un sistema político diferente: la confederación.
El proyecto de Güemes era geopolítico, señala. Quedó truncado con su muerte, pero básicamente consistía en mantener un activo estado de beligerancia, tanto en lo estrictamente bélico a través de los hechos de armas, como en la captura de recursos, para expulsar definitivamente a los realistas, profundizar la autonomía de las provincias y administrar sus recursos desde ellas hacia la Nación.
Repasar la historia de quien fuera el primer gobernador de Salta elegido por voluntad popular, permite observar que desde dos siglos atrás se vienen arrastrando los mismos problemas vinculados a una organización federal del país, como ordena la letra de la Constitución. El tema de los recursos aparecía como vertebral en la acción del joven mandatario que no solo debía administrar una provincia sino avanzar en un proyecto trascendente como lo era asegurar la emancipación de la corona española
No era el único problema que debía enfrentar y que aún hoy no tiene una resolución acabada. Rescata el académico las referencias -como un obstáculo permanente al progreso y la estabilidad polític- al problema de las distancias, la falta de caminos y ríos navegables, con la mera excepción del Paraná, que con la tecnología de la época mantenía elevados costos de transporte, lo que no sólo fue casi insalvable para el flujo normal de bienes entre las distintas regiones, sino también para el ejercicio concreto de la autoridad sobre ellas.
Desde que el General Güemes dejara de ser considerado solo un caudillo del interior y tomara vuelo como una de las tres figuras revolucionarias más importantes de la construcción de la Nación, se está reforzando su imagen de un militar que se inmoló por la Patria. En su trabajo, sin embargo, Cornejo lo destaca como “un visionario regional que advirtió desde el comienzo la imperiosa necesidad de que un régimen confederal pudiese equiparar, o al menos bregar por la equidad en la organización del Estado y la distribución de los recursos”.
Dalmacio Vélez Sársfield, lejos en el tiempo de un contexto como el actual en el que la corrupción es un dato de la realidad, también evocaba la figura de Güemes marcando la transparencia de su gestión. El jurisconsulto dijo de él que “sublevó a toda la provincia de Salta, capitaneó a la plebe, no respetó propiedad alguna para combatir al ejército español, pero nada, absolutamente nada tomó para sí”.
En un nuevo aniversario de su nacimiento vale rescatar del héroe nacional su compromiso con su tierra y sus convicciones ciudadanas que sustentaron sus dotes de estadista. En un marco de desánimo social, rendir homenaje a Martín Miguel de Güemes es un estímulo no solo para los salteños.
Salta, 08 de febrero de 2023
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