Congelamiento de la Tarjeta Alimentar: los que pagan los costos del superávit

En febrero, el Gobierno profundizó la caída del gasto público con menores pagos de subsidios económicos y por la falta de actualización de la tarjeta.

Economía21/03/2025

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La información de consultoras sobre el resultado fiscal destaca que en febrero el Gobierno profundizó la caída del gasto público con menores pagos de subsidios económicos (energía eléctrica) y por la falta de actualización de la Tarjeta Alimentar, en tanto que los demás componentes del gasto crecieron en contraste con datos de febrero de 2024. El gasto creció por encima de los ingresos en la comparación interanual, pero partiendo de niveles mucho más bajos.

En febrero, el Sector Público Nacional registró un superávit fiscal de 1,2 billones de pesos y un resultado financiero (luego del pago de intereses) positivo por 0,6 billones, y los especialistas advierten que no hubo sorpresas. El Centro de Economía Política Argentina (Cepa) recordó que esos datos no incluyen los intereses capitalizados en LECAPs y LEFIs, por una maniobra contable instrumentada por el Ministerio de Economía. De haberse pagado los mismos, el resultado financiero hubiera sido negativo.

Por otro lado, el análisis de especialistas muestra que al superávit fiscal se llega aun pese a que el gasto público creció (19 por ciento interanual real) por encima del ritmo de los ingresos (5 por ciento). Pero esto se debe a que la base de comparación del gasto es muy baja contra febrero de 2024, producto del freno en los pagos en el primer bimestre del año pasado, en tanto que los ingresos aumentaron en los primeros meses del gobierno de Javier Milei por el impacto de la mega-devaluación sobre el impuesto PAÍS y las retenciones.

Así, se registró en febrero de 2025 un incremento del 30 por ciento real en el pago de jubilaciones, alentadas por la fórmula de movilidad, y treparon 348 por ciento en términos reales los giros a provincias y 52 por ciento lo destinado a obra pública “pero desde niveles muy bajos y con un aporte menor a la expansión del gasto”, aclara la consultora LCG.

En oposición, el gasto en subsidios y en “otros programas,” que incluye la Tarjeta Alimentar, profundizaron la caída del gasto. “Se redujo 37 por anual real el gasto en subsidios, aunque principalmente a costa de menores pagos: sólo 84 por ciento del total devengado en dos meses. A su vez, el gasto salarial cayó 7 por ciento y el total destinado a programas sociales se mantuvo inalterado respecto a un año atrás (aquí se incluye el bono de 70.000 pesos a jubilados estancado en ese nivel desde febrero 2024 y la tarjeta Alimentar que acumula una suba de 138 por ciento, entre otros)”, detalló LCG.

Página12

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