El sindicato del Ingenio San Isidro

La irrupción de Onganía no hizo sino acelerar el descontento y el reacomodamiento de las fuerzas políticas y sindicales, para ese entonces, ya proscriptas. En Salta estos movimientos bruscos tuvieron como protagonistas centrales al Club Universitario a los centros de estudiantes, al diario Democracia y a los sindicatos agrupados en torno a Raimundo Ongaro. Me refiero a la CGT de los Argentinos.
Estos reacomodamientos incentivaron los contactos solidarios entre todas las fuerzas que luchaban contra la renacida dictadura. Y, como también se sabe, preanunciaron los alineamientos políticos que asumirían la ardua tarea de reorganizar al Movimiento Justicialista. La alianza entre la mítica Lista Verde, los sindicatos combativos y las agrupaciones emergentes (por caso, Reconquista y la Coalición del Interior) triunfaría en el Congreso partidario que en1972 consagró la fórmula Miguel Ragone/Olivio Ríos.
Pero volvamos al presente cuidando de que las fobias y filias que este pasado alimenta, condicionen mi opinión, ni la de muchos jóvenes que no habían siquiera nacido en aquellos años tan difíciles.
El caso es que la semana pasada viajé, por razones profesionales, a Campo Santo y me encontré con los herederos del bravío sindicato del azúcar del Ingenio San Isidro (SOEASI).
Los herederos de aquellos trabajadores que protagonizaron la huelga general azucarera de 1949 desafiando a Perón y priorizando la defensa de sus derechos laborales. Y que, en este mismo año, acompañaron la huelga provincial (que determinó el relevo del primer gobernador peronista, don Lucio Cornejo).
Cuando pregunté por el Libro de Actas del Sindicato sus autoridades me dieron acceso al único que se conserva y que registra actividades a partir de 1965. Los anteriores libros, fueron incinerados, muy probablemente por los odios que despertaban los sindicatos combativos.
Es un libro prolijamente llevado, que relatan los debates y las decisiones que el SOEASI fue tomando democráticamente a lo largo de los últimos 58 años. Busqué hasta encontrar las firmas de Telésforo Peñaloza, quien fuera secretario General y también diputado provincial (en1973).
Sea este un sencillo homenaje a su figura de hombre honrado y sindicalista leal a sus principios.