El maní se suma a las economías regionales que piden eliminar las retenciones

Aducen un fuerte impacto de la sequía en el sector. Aseguran que, por los derechos de exportación, pierden competitividad en el mercado internacional.

Economía 15/11/2022

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Hacia fines de junio, el Gobierno pretendió llevar alivio a las economías regionales y eliminó retenciones a casi un centenar de productos. Sin embargo, lo que parecía un gran beneficio quedó limitado. Entre las diversas actividades que sufrieron la “letra chica” de la normativa aparecen el arroz, el maní y el maíz pisingallo. Justamente, el sector manisero, afectado por la sequía, reclamó en las últimas horas la eliminación total de los derechos de exportación y se sumó a otras actividades que ya habían hecho planteos similares.
 
En cuanto a la producción láctea, cuando comenzó el mes de octubre varios representantes de la actividad se reunieron con el secretario Juan José Bahillo y le plantearon la necesidad de rebajar retenciones. Y aseguraron que, si eso ocurriese, se podría generar más producción, empleo e incluso mayor recaudación fiscal a corto plazo.
 
En este caso, el impacto del sector a las arcas públicas sería de 80 millones de dólares. El aquel entonces, Bahillo había solicitado que “le den 10 días” para responder, pero según pudo confirmar Ámbito aún no hubo respuestas. Desde el sector tambero se reenvió una nota a los funcionarios del área de lechería.

Un escenario similar plantearon desde la vitivinicultura. José Alberto Zuccardi, presidente de COVIAR, señaló en diálogo con este medio: “Viendo el efecto multiplicador que tiene la vitivinicultura como generadora de divisas, creadora de empleo y por su aporte a la construcción de marca país, es pertinente discutir el impacto que tienen los derechos de exportación. Hasta ahora no hemos tenido una respuesta. Nosotros creemos que está actividad necesita ganar competitividad para crecer y las retenciones junto a un tipo de cambio o que no acompañó a la inflación, atentan contra nuestras posibilidades de crecimiento”.

El maní

En las últimas horas, la Cámara Argentina del Maní se sumó a la lista de economías regionales que pidieron la quita de los derechos de exportación. La actividad atraviesa un momento complejo por la pérdida de competitividad, una menor superficie implantada, altos costos y una fuerte sequía que obliga a doblegar esfuerzos.

Diego Yabes, vicepresidente de la Cámara Argentina del Maní, aseguró a Ámbito que a partir de la suba de precios de los granos post conflicto bélico en Europa del Este, aumentaron los precios de los alquileres de los campos donde se produce, entonces cayó la intención de siembra del maní de 400.000 hectáreas a 350.000.

Desde el sector aseguran que perdieron mercados por una cuestión de precio contra Brasil. Según Yabes, “las empresas ingresan dólares al tipo de cambio oficial e internamente tenemos una inflación del 100% y una devaluación del 50%, por lo tanto, tenemos inflación en dólares y eso nos quita competitividad. Las retenciones son un impuesto distorsivo y quitarlas nos ayudaría a compensar esta situación”.

El sector manisero exporta productos de alto valor agregado por cerca de u$s1.000 millones al año. Paga 4,5% y 3% de derechos de exportación según el producto del que se trate. Por lo tanto, el costo que tendría para el fisco la quita de retenciones sería de u$s28 millones.

Según datos de la campaña 2021 aportados por la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de la Argentina (FADA), las economías regionales y la lechería explican sólo el 5% y 0,8%, respectivamente, de las retenciones que aportan las cadenas agroindustriales, donde el mayor peso específico lo tiene el complejo sojero.

David Miazzo, economista jefe de la entidad, aseguró a Ámbito que “las economías regionales aportan muy poco al fisco, por lo tanto, no tiene sentido generar más complicaciones a las que ya existen, como el atraso cambiario, la falta de competitividad o la debilidad del mercado interno”.

En este sentido, Miazzo destacó que “todo lo que no sea granos o carne bovina debería pasar a 0, porque se genera una complicación y fiscalmente no representa nada”.

En la práctica, las retenciones generan menor poder de compra a la exportación, que se convierte en un menor precio percibido por el productor. Eso retrae rentabilidad y provoca un estancamiento de la producción. Según Miazzo, desde una perspectiva territorial, “el derecho de exportación es un impuesto nacional que no se coparticipa, por lo tanto son recursos fiscales que se originan en el interior productivo y no vuelven de manera automática, no llegan a las regiones productivas”.

Con información de Ámbito

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