
Las marchas en todo el país y el rechazo del Congreso a los vetos presidenciales expresan lo más elemental de la democracia: el pueblo y sus representantes le marcan límites al poder. No es un golpe, es participación ciudadana.
La negociación que el actual gobierno nacional encaró desde el comienzo de su mandato hace más de dos años, permitió establecer un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, acuerdo que fue girado al Congreso Nacional para que en uso de sus facultades Senadores y Diputados Nacionales lo convaliden o lo rechacen.
Opinión10/03/2022 Guillermo MartinelliPor primera vez en la historia se da que los representantes del pueblo tienen a su cargo la responsabilidad frente al FMI de decir lo que corresponda y proceder a resolver en consecuencia.
Allí tendrán los legisladores la oportunidad de dar a la nación un pronunciamiento sobre esa deuda, su legitimidad y la legalidad de ella; a su vez tendrán la obligación institucional de darnos una posición legal que contemple con seriedad la estrategia que nos permita hacer frente a ella. Cuando se resuelva por el Congreso tendremos que saber qué se analizó y resolvió para una Argentina que debe seguir no solamente en el camino de contener al pueblo sino de posibilitar el necesario crecimiento del país.
Hemos escuchado muchas exposiciones de legisladores, muchas de ellas con serios fundamentos para la convalidación del acuerdo y también hemos escuchados razones para su rechazo.
Ahora les toca a los legisladores actuar con responsabilidad sobre esta encrucijada y dar una respuesta que beneficie al pueblo y no una mera declamación. Es importante que el infantilismo político se corra del escenario que se avecina. No sirve levantarse de las bancas y darse por supuestamente ofendidos, porque eso no sólo desmerece la calidad de legislador sino que se ausenta de una responsabilidad que es imprescindible ejercer y demostrar en la gestión encomendada a cada uno de los diputados y senadores.
Cada uno de los que están sentados en los recintos legislativos son representantes directos del pueblo de la Nación y es de exigirles seriedad y compromiso.
Los legisladores que representan el espacio político de los que generaron la deuda deben asumir su responsabilidad histórica sin lugar a dudas, pero también deben empeñarse en dar al país la instancia de seguir adelante.
Los legisladores en su conjunto deben dictar las normas que ayuden a conocer con acierto quienes fueron los que se beneficiaron con esos dineros que el FMI entregó como crédito. Deben dictar las normas que permitan igualmente no sólo no eximir de responsabilidad a los que recibieron esos fondos sino generar mecanismos indemnizatorios a favor de la Nación.
La verdad es que cada uno de los legisladores debiera sentirse honrado de poder actuar en esta instancia que es altamente significativa para el presente y futuro de nuestro país.
Las marchas en todo el país y el rechazo del Congreso a los vetos presidenciales expresan lo más elemental de la democracia: el pueblo y sus representantes le marcan límites al poder. No es un golpe, es participación ciudadana.
Congreso y gobernadores son dos partes del poder político que desvelan al Ejecutivo Nacional. Tras dos años con presupuesto prorrogado la administración libertaria ha entendido que puede ser un elemento ordenador de vínculos inconducentes, como los que ha venido manteniendo hasta ahora.
Se corrió el velo sobre el manejo de los recursos públicos durante 2026. Fueron expuestas las grandes líneas de lo que podría ser el primer presupuesto de un gobierno que va a ingresar en su tercer año de gestión.
Septiembre avanza y con él un escenario político que se va reconfigurando día a día. Lo que se palpa en las calles y en las urnas es que el oficialismo ya no tiene aquel blindaje con el que arrancó su gestión. El malestar es real y cada vez más visible: se expresa en el voto, en la desconfianza, en la distancia de sectores que hace poco estaban dispuestos a darle crédito.
Con la frase ‘lo peor ya pasó’, el Presidente repitió el libreto de sus antecesores. El discurso leído y sin apoyo de sus funcionarios dejó más dudas que certezas y derivó en cacerolazos.
Javier Milei llegó al poder gracias a un sentimiento: el hartazgo. El rechazo a la corrupción, a un poder judicial manipulado y a la impunidad de tantos años fue lo que unió a la sociedad detrás de su figura en un momento de inflexión en Argentina.
El entrenador de la Selección Argentina habló tras la caída en Guayaquil. Analizó la última fecha de las Eliminatorias y destacó el trabajo del rival. También se refirió a la ausencia de Messi.
La Universidad Nacional de Salta se moviliza hoy en la Marcha Federal para protestar contra el veto a las leyes de financiamiento universitario y emergencia pediátrica.
La fecha fue establecida en honor a José Manuel Estrada, reconocido intelectual, político y educador argentino que falleció el 17 de septiembre de 1894.
El candidato a senador acusó a la gestión Milei de priorizar la confrontación antes que resolver las necesidades de universidades, jubilados y provincias.
El periodista deportivo radicado en España analizó en Aries la adaptación del exRiver al Real Madrid. Sostuvo que un año más en el fútbol argentino le habría dado más rodaje antes del salto.