Ahora para sacar el registro de conducir habrá que hacer un curso sobre violencia de género, patriarcado y femicidios

La medida, que tiene alcance nacional, fue publicada en el Boletín Oficial y elaborada por la Dirección de Políticas de Géneros y Diversidades dependientes de la Unidad Gabinete de Asesores del Ministerio de Transporte de la Nación.

Argentina24/02/2021

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Tiene como objetivo “terminar con las prácticas culturales que dejan a las mujeres y al colectivo LGTBI+ en los márgenes del desarrollo discursivo y erradicar las desigualdades existentes”.

La guía tiene como objetivo central “generar nuevas formas de comunicar que construyan y expresen igualdad para la diversidad de género”. “Debemos repensar la forma en que veníamos construyendo nuestros significados y discursos, y cómo comunicamos, visibilizando a las mujeres y colectivo LGBTI+ del sector transporte, para terminar con prácticas culturales que las dejan en las márgenes del desarrollo discursivo y erradicar las desigualdades existentes en nuestro sector”, explica el Ministerio de Transporte.

En todo el país, el programa de enseñanza a desarrollar por las escuelas de seguridad vial para el curso teórico práctico en la formación de conductores de vehículos motorizados, debe comprender como mínimo los siguientes contenidos:

Género. Roles y estereotipos. Identidad de género. Violencia de género, tipos y modalidades de violencia. Masculinidades: patriarcado y heteronormatividad. Mitos sobre violencia. Femicidios, travesticidios, transfemicidios y crímenes de odio. Recursos, herramientas y formas de abordaje contra la violencia en la conducción de vehículos automotores y en el transporte. Acceso y participación de mujeres y diversidades en el sector transporte”.

Conceptos básicos

Quienes quieran obtener la licencia de conducir en la Argentina deberán entender algunos conceptos básicos sobre equidad de género.

Estereotipos: son imágenes o ideas simplificadas y deformadas de la realidad, aceptadas comúnmente con carácter inmutable, que se vuelven verdades indiscutibles a fuerza de repetirse.

Androcentrismo: el hombre está considerado como centro del universo y define lo masculino como la medida de todas las cosas y la representación global de la humanidad. El concepto de androcentrismo suele hacer referencia a un modelo único de varón: blanco, heterosexual, occidental, de clase media, sin discapacidad. Una consecuencia del Androcentrismo es la ocultación de las mujeres, su falta de definición y la no consideración de sus realidades.

Sexismo: es un mecanismo por el que se concede privilegio a un sexo en desventaja con el otro. El sexismo es, entonces, pre-condición del androcentrismo. El androcentrismo es la razón detrás de la mayoría de las construcciones sexistas.

Patriarcado: es un sistema que estructura la desigualdad entre los géneros y lo hace de manera regulada y sistemática. Tiene como causa principal la jerarquía masculina por sobre los demás géneros.

 

Discriminación positiva: el establecimiento de normas que buscan, intencionadamente, favorecer a un determinado sector que hasta el momento se consideraba minoritario, realizando una acción afirmativa de derechos de las minorías que, a veces, tampoco equilibra esa desigualdad previa.

Identidad de género: refleja un sentido profundo y experimentado del propio género, comprendido desde la vivencia interna e individual de cada persona.

Orientación afectiva-erótica-sexual: se trata de la atracción física, afectiva, sexual o emocional de una persona hacia otras, que no se encuentra sujeta a determinaciones biológicas.

Masculinidad hegemónica: es un modelo predominante de construcción de la masculinidad, que se transmite culturalmente y es adoptado por la mayoría de los varones. Puede expresarse de distintas maneras, pero las más comunes son: el carácter proveedor, la valentía, independencia, potencia, entre otras.

Invisibilidad de las mujeres: cuando las mujeres son excluidas de una realidad en la que son parte activa. Por ejemplo, cuando no aparecen datos estadísticos desagregados por género.

Minimizar la problemática de las mujeres: consiste en trivializar o no dar importancia a las experiencias, problemas y realidades de las mujeres, por ejemplo: no evidenciar la violencia doméstica o el acoso sexual o laboral cuando es un fenómeno muy común.

Fuente: Todo Noticias

 

 

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