El Gobierno recortó 47 de las 50 políticas de cuidado que operaban en el país

El Gobierno de Javier Milei derogó, recortó o desmanteló 47 de los 50 programas de cuidados que operaban en el país, dejando solo tres en pie y uno de ellas en riesgo de ser cerrado.

Política09/10/2025

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Según el  relevamiento realizado por La Cocina de los cuidados, que lleva adelante el CELS junto a una mesa intersectorial, el Gobierno de Javier Milei derogó, recortó o desmanteló 47 de los 50 programas de cuidados que operaban en el país, dejando solo tres en pie y uno de ellas en riesgo de ser cerrado.

Esto no significa que en todos los casos los programas fueron derogados, sino que en muchos casos en los papeles siguen vigentes, pero sin fondos, sin publicidad y sin funcionarios que puedan llevar estos derechos a la práctica.

Así lo explicó Lucía Cirmi, economista y ex subsecretaría de políticas de Igualdad del ex Ministerio de las mujeres, parte de La Cocina de los cuidados, quien explicó qué lectura se puede hacer de estos datos.

En primer lugar, dijo, con este ajuste, hay la menos 4 millones de personas perdieron al menos una política de cuidado. Frente a esto, el Gobierno anuncia que “hay plata”, pero solo para otras cosas: por ejemplo, reimprimir las boletas únicas en Buenos Aires.

Y así como no hay plata para los programas sociales, dijo Cirmi, tampoco hay para la producción: “Milei dijo que hacía esto para liberar las fuerzas productivas y no se liberaron. El aporte de la producción al PBI cayó en su gestión”.

“La investigación la llevamos adelante no solo mira qué dice Milei, sino qué pasa en la práctica. Porque algunos programas no los deroga, pero les saca fondos y equipos”, explicó.

Un caso llamativo ocurre, por ejemplo, con la Pensión Universal de Adulto Mayor (PUAM), que debería tener cada vez más beneficiarios, ya que se echó por tierra la moratoria previsional, pero los números son cada vez menores.

En concreto, los destinatarios efectivos de la PUAM pasaron de ser 272.000 a 187.000. En este contexto hay pocas altas y las suspensiones crecieron del 3% al 25%. Algo similar a lo que está pasando en el sector de la discapacidad.

Pero hay más, por ejemplo, se detectó que se derogaron todos los programas de construcción de vivienda a escala nacional, se cerraron 50 Casas de Atención y Acompañamiento Comunitario para personas con consumo problemático, se subejecutó el remanente del FISU y la infraestructura social está en 0%.

El universo de infancias con derecho a acceder a las Asignaciones Familiares, Asignación Universal por Hijo y Asignación Universal por Embarazo se sigue perdiendo cobertura.

La de todo el sistema cayó 5 puntos porcentuales entre diciembre de 2023 y junio de 2025. Si antes la política de asignaciones cubría al 76% de niños y niñas, ahora cubre al 71%, explican.

Y dicen: “Este fenómeno está explicado principalmente por la no actualización del tope de ingresos de los trabajadores para cobrar la asignación familiar”.

Dentro de ese universo, la población de la Tarjeta Alimentar (2,5 millones de titulares y 4,5 millones de niños y niñas) se mantiene, pero no así el poder adquisitivo de la tarjeta que ya perdió más de la mitad de su capacidad de compra -57,6% con la inflación acumulada-.

En el PROGRESAR, la cobertura pasó de tener en julio de 2023 1,7 millones de jóvenes a tener 726.000 en julio de 2025 y los montos de las becas están congelados desde hace un año y un millón de jóvenes quedaron en el camino sin políticas.

Página12

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