EE. UU. presiona a Maduro tras operativo contra narcotráfico

La Casa Blanca combina medidas militares, económicas y simbólicas en su estrategia contra Venezuela; expertos cuestionan la eficacia de la táctica.

El Mundo03/09/2025

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Con el hundimiento de un barco cargado de drogas frente a las costas de Venezuela, el presidente estadounidense, Donald Trump, dio el primer golpe de efecto en su plan de desestabilizar desde varios frentes, incluida una latente amenaza militar, al gobierno de Nicolás Maduro.

Trump acompañó el anuncio con un impactante video del ataque en el que murieron, según dijo, “11 narcoterroristas en acción”. No se trató de un golpe devastador al tráfico de drogas supuestamente manejado por el chavismo a través del Cartel de los Soles o el Tren de Aragua, según la denuncia de Washington. Fue el primer paso de esta nueva estrategia multisectorial que busca debilitar al gobernante venezolano.

El mandatario republicano quiere sitiar desde todos los frentes a Maduro. Es una mezcla de medidas que van desde el campo militar, el económico, el diplomático y hasta el simbólico, como ofrecer 50 millones de dólares por la captura del líder chavista. El combo incluye un amague de invasión que, según advierten analistas, puede jugar a favor de Caracas ante el azuzado patriotismo y nacionalismo venezolano.

Trump quiebre quebrar a Maduro, asfixiarlo, obligarlo a negociar su salida del poder. Pero 66 años de Revolución Cubana han demostrado, al menos hasta ahora, que este tipo de presiones -en el caso de Cuba incluso con una fallida invasión en 1961 y un embargo/bloqueo vigente desde hace más de seis décadas- no suelen dar el resultado esperado.

El manual de resistencia cubano

Maduro tiene guardado en su escritorio el “Manual Cubano” heredado de Fidel Castro, aunque el actual presidente de Venezuela no le llega ni a los tobillos en cuestiones de estrategia política. El líder histórico de la Revolución Cubana aplicó un plan de resistencia ante los continuos embates de Washington que se resume en un lema que solía repetir hasta el cansancio: “Atrás... ni para tomar impulso”.

Castro siempre huyó hacia adelante. Lo mismo hace hoy Maduro con la amenaza de presentar batalla ante cualquier intento de invasión. La estrategia incluye la convocatoria a un alistamiento de venezolanos en la reserva militar y la activación de 4,2 millones de miembros de la Milicia Nacional Bolivariana, un cuerpo politizado integrado por civiles. Según Maduro, la cifra total de milicianos alistados y reservistas es de 8,2 millones de venezolanos, casi la misma cifra de compatriotas que salieron del país en los últimos 10 años.

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“Si pensamos que esto es solo una presión psicológica no hay indicios de que el chavismo se vaya a fracturar con esto. Al contrario, le da gasolina a un discurso, a una narrativa y probablemente a una (nueva) ola represiva”, dijo a TN el analista venezolano Andrés Cañizalez, investigador de la Universidad Católica Andrés Bello.

Que hará Trump con el poderío militar desplegado frente a Venezuela

Más allá del publicitado video del ataque a una lancha rápida supuestamente cargada de droga (que según Caracas fue realizado a través de Inteligencia Artificial), Trump tiene ahora un dilema. Deberá analizar qué hacer con el poderío militar desplegado en el Caribe Sur y hasta cuándo lo mantendrá en el área.

Las posibilidades son varias. Una eventual invasión, como la de menor escala en Granada de 1983 o la más compleja de Panamá de 1989, parece hoy lejos de concretarse.

Maduro denunció que ocho barcos militares estadounidenses y 1200 misiles apuntan hacia su país. Incluso habló de un submarino. Analistas se preguntan hoy si semejante despliegue militar es suficiente para concretar una invasión de un territorio tan vasto como el de Venezuela, aunque el poder chavista atiende en Caracas.

Hay grandes diferencias con otras aventuras militares estadounidenses. Venezuela no es Panamá y muchos menos la pequeña isla de Granada defendida entonces por un puñado de civiles cubanos pobremente armados. El chavismo, como sucede en Cuba, controla las armas y tiene aceitado un férreo mecanismo de represión y defensa que va mucho más allá de la impopularidad o ilegitimidad del gobierno tras las cuestionadas elecciones presidenciales de mediados de 2024.

Un analista venezolano con conexiones en el ámbito de seguridad y que prefirió mantener su nombre en el anonimato, dijo a TN que Trump debe sopesar detenidamente cuál será su próxima movida para evitar un estancamiento de su estrategia de presión militar sobre el chavismo. “Por un lado se ha hecho tal despliegue que uno se pregunta: ¿se van a regresar a casa con las manos vacías? Pareciera que no", afirmó.

Otra fuente dijo que si bien el despliegue militar es importante e inusual, no tiene la dimensión ni los equipos necesarios para diagramar una invasión al estilo Panamá. Sin embargo, analistas se preguntan si en la flota estadounidense hay agentes especializados en “extracciones” que podrían llegar a la costa venezolana para intentar secuestrar a un alto mando del chavismo para dar otro gran golpe de efecto. La cabeza de Maduro vale 50 millones, el doble de la de su poderoso ministro del Interior y segundo al comando, Diosdado Cabello.

La duda sigue flotando en el aire. Cañizalez resumió el escenario actual con una simple pregunta: “¿Por cuánto tiempo Estados Unidos mantendrá todo esto?“.

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