Empresas pagan hoy tres veces más por préstamos de corto plazo

La política monetaria contractiva elevó los adelantos en cuenta corriente a niveles récord y genera incertidumbre financiera.

Argentina27/08/2025

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El financiamiento para las empresas registró un fuerte aumento en las últimas semanas. A mediados de julio, la tasa de adelantos era de 31%, mientras que ahora asciende al 87%. El salto se explica por el fin de las LEFI y la suba de los encajes bancarios, en el marco de una política monetaria contractiva por parte del Gobierno.

Los adelantos en cuenta corriente son líneas de crédito que otorgan los bancos a empresas cuando enfrentan faltantes temporales de caja. Se utilizan, en general, para cubrir baches entre ventas, cobros y pagos. Tienen una duración de entre 1 y 7 días, para montos de $10 millones o más. Son relevantes porque reflejan cuánto cuesta financiar el capital de trabajo cuando se necesita liquidez inmediata.

Las empresas utilizan este instrumento para cubrir desequilibrios transitorios entre ingresos y egresos. Cuando el costo de este financiamiento aumenta, muchas veces no pueden cubrir esa diferencia, lo que las lleva a retrasar pagos a proveedores, ajustar producción o postergar inversiones. Una suba de entre 5 y 10 puntos porcentuales en pocos días puede volver inviable el financiamiento del capital de trabajo.

Las tasas por adelantos en cuenta corriente pasaron de 31,4% el 14 de julio a más del 90% un mes después. Desde comienzos de julio, la tasa escaló de manera sostenida: comenzó en 38% el 1° de julio y alcanzó un pico de 93,30% el 14 de agosto. Luego bajó levemente, pero se mantuvo por encima del 80% durante el resto del mes.

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En comparación con otras tasas, también la de plazo fijo registró una suba, aunque menor. En los últimos dos meses se mantuvo en torno al 30%, mientras que actualmente hay bancos que pagan hasta 50% nominal anual. En cambio, las tasas de préstamos personales se mantuvieron entre 70% y 80%, con una leve variación que los bancos atribuyen a que ya estaban elevadas. A modo de comparación, la inflación estimada para los próximos 12 meses se ubica en 21%, según las consultoras relevadas por el Banco Central.

En las entidades financieras explican que, ante la escasez de liquidez, los préstamos que más variaron en las últimas semanas fueron los de mayor volumen destinados a empresas. Aunque no prevén un impacto generalizado sobre el tejido empresarial, advierten que esta situación no se puede sostener por mucho tiempo.

Entre los factores que explican la suba de tasas, se encuentra la incertidumbre sobre su evolución futura, lo que lleva a los bancos a encarecer el crédito para cubrir el riesgo de descalce. Aunque los adelantos tienen un plazo muy corto, las entidades financieras asumen que quienes los solicitan lo hacen por una necesidad urgente de liquidez, lo que los vuelve más riesgosos a sus ojos.

El contexto general es de política monetaria contractiva. El Gobierno endureció las condiciones del crédito tras la eliminación de las LEFI a mediados de julio. En el sistema financiero no fue bien percibida esa decisión. A esto se suma el malestar por la falta de previsibilidad de las medidas económicas, que según las entidades se toman en base a criterios subjetivos.

Tras tres subas consecutivas de encajes, el sistema bancario enfrenta los niveles más altos desde 1993, según datos de PPI. Esta política forma parte de la estrategia del Gobierno para mantener estable el dólar en un contexto de volatilidad e incertidumbre electoral, con el objetivo de contener la inflación. El ministro de Economía, Luis Caputo, reconoció que estas medidas tendrán un impacto negativo en la actividad en el corto plazo, pero las consideró coyunturales.

Con información de TN

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