
Se corrió el velo sobre el manejo de los recursos públicos durante 2026. Fueron expuestas las grandes líneas de lo que podría ser el primer presupuesto de un gobierno que va a ingresar en su tercer año de gestión.
No pasa muchas veces. Incluso hay años en los que ni siquiera pasa una vez. En la Argentina híperpresidencialista ocurre muy cada tanto, generalmente en momentos como estos: en momentos de crisis.
Opinión05/06/2025 Antonio MaroccoPor eso resulta importante destacar que la centralidad de la política haya vuelto a estar en el Congreso de la Nación, donde se encuentra la representación de la mayoría de los argentinos y de los más variados sectores económicos, sociales e ideológicos.
El mejor ámbito para resolver los dilemas que implican debates profundos y precisan amplios consensos es el Poder Legislativo. Es el espacio de expresión y deliberación social en cualquier república, y su nivel de actividad suele expresar el estado de salud de la democracia liberal.
Ayer en la Cámara de Diputados de la Nación se aprobaron tres proyectos que una porción enorme de la sociedad argentina viene reclamando hace tiempo: Emergencia en el sector de la discapacidad, recomposición de los haberes jubilatorios y extensión por dos años de la moratoria previsional.
Como era de esperarse, el tratamiento de estos proyectos estuvo atravesado por un álgido debate que se extendió hasta la madrugada. Hubo buenos argumentos entre los defensores y los que no de las iniciativas, y lamentablemente también hubo gestos impropios de algunos legisladores que no asumen su lugar y su responsabilidad histórica. Pero eso es harina de otro costal.
En paralelo al debate parlamentario hubo caudalosas movilizaciones populares que llenaron la Plaza del Congreso. Por primera vez —y de manera significativa— las calles fueron testigo de la unificación de reclamos sectoriales bien heterogéneos: jubilados por su jubilación y mujeres reclamando ni una menos; trabajadores con salarios congelados y despedidos de las pymes que cerraron; residentes del Hospital Garrahan, gremios varios y miles de familias y profesionales vinculados al área de la discapacidad que esperaban se declare la emergencia en el sector.
La batuta ahora pasó al Senado de la Nación, que deberá abordar la sanción definitiva de estos proyectos ante el supuesto de un probable veto que impulsará, como ya se advirtió, el Poder Ejecutivo Nacional. Hasta entonces, será importante seguir de cerca los acontecimientos políticos y el humor social.
En relación al ámbito provincial, los esfuerzos están puestos en mantener la calidad de vida de los salteños y la paz social. Eso significa promover el trabajo, garantizar la salud, la seguridad y mejorar la educación.
Hablando de esto último, y para ir cerrando, me quedo con lo que planteó la directora del Colegio Salvador Mazza, Valeria Bini, esta semana al cumplirse el aniversario número 25 de la institución: “la escuela argentina es el espacio donde las nuevas generaciones forjan sus raíces y empiezan a desplegar sus alas”. Me gustó esa forma de ver y de interpretar la educación pública.
Así lo pensaba Manuel Belgrano, de quien antes de ayer se cumplió un nuevo aniversario de su natalicio: La escuela como el lugar común donde se siembra el sentimiento humanista de la Patria y se construyen las herramientas para que cada generación pueda elegir con libertad su propio futuro.
Se corrió el velo sobre el manejo de los recursos públicos durante 2026. Fueron expuestas las grandes líneas de lo que podría ser el primer presupuesto de un gobierno que va a ingresar en su tercer año de gestión.
Septiembre avanza y con él un escenario político que se va reconfigurando día a día. Lo que se palpa en las calles y en las urnas es que el oficialismo ya no tiene aquel blindaje con el que arrancó su gestión. El malestar es real y cada vez más visible: se expresa en el voto, en la desconfianza, en la distancia de sectores que hace poco estaban dispuestos a darle crédito.
Con la frase ‘lo peor ya pasó’, el Presidente repitió el libreto de sus antecesores. El discurso leído y sin apoyo de sus funcionarios dejó más dudas que certezas y derivó en cacerolazos.
Javier Milei llegó al poder gracias a un sentimiento: el hartazgo. El rechazo a la corrupción, a un poder judicial manipulado y a la impunidad de tantos años fue lo que unió a la sociedad detrás de su figura en un momento de inflexión en Argentina.
Se mantiene un clima de incertidumbre y la celebración que tiene a Salta como un centro de renovación espiritual en esta jornada, fue una oportunidad para que se señalen caminos por los que puede transitar la sociedad para salir fortalecida.
La sabiduría popular asegura que no hay mal que por bien no venga. Luego de una derrota electoral que, en otras circunstancias, hubiese sido solo un dato indicativo del humor social, se abrió un proceso de transición hacia un modelo de vinculación más fructífero entre los gobiernos nacional y provinciales.
Miles de fieles de distintos puntos de Salta y provincias vecinas caminan hacia la Catedral Basílica. Entre las peregrinaciones más grandes se cuentan las de los Valles Calchaquíes, Santa Victoria Oeste y San Antonio de los Cobres.
El entrenador de la Selección Argentina habló tras la caída en Guayaquil. Analizó la última fecha de las Eliminatorias y destacó el trabajo del rival. También se refirió a la ausencia de Messi.
La tradición, que demanda tres días de trabajo, combina fe, técnica artesanal y colaboración comunitaria.
La noticia sacude a la sociedad, ya que este martes debía comenzar el juicio oral contra él y sus hermanos, acusados del crimen.
El abogado defensor Marcelo Arancibia pidió explicaciones al sistema carcelario por el fallecimiento de Javier “Chino” Saavedra, uno de los acusados por el crimen de Jimena Salas. Sostuvo que el hecho no puede quedar sin investigar.