
Se mantiene un clima de incertidumbre y la celebración que tiene a Salta como un centro de renovación espiritual en esta jornada, fue una oportunidad para que se señalen caminos por los que puede transitar la sociedad para salir fortalecida.
Por Roberto Dib Ashur Ministro de Economía de Salta
Opinión08/02/2025Argentina necesita una nueva agenda de desarrollo. No una de ajustes temporales o parches a la coyuntura, sino una estrategia clara, ambiciosa y sostenible que transforme el país en los próximos 30 años. El desafío es enorme, pero también lo es la oportunidad: duplicar el Producto Bruto Interno (PBI) y reducir drásticamente las desigualdades entre las provincias.
Hoy, la estructura productiva argentina está fuertemente concentrada. Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y la Ciudad de Buenos Aires generan casi el 70% del PBI, mientras que las otras 20 jurisdicciones contribuyen apenas con el 30%. En el Norte, la situación es crítica: indicadores sociales y económicos que, en algunos casos, se asemejan a los de países subsaharianos y en el centro pbg per capita parecidos a los países de la OCDE. Esta brecha no es solo un problema de equidad, sino un freno al desarrollo del país en su conjunto.
Argentina no puede crecer con un centro hiperdesarrollado y periferias relegadas. Es posible generar tres “pampas húmedas” en el país.
Necesitamos un nuevo pacto de desarrollo que equilibre las oportunidades a lo largo y ancho del territorio. Para eso, proponemos una agenda basada en cuatro pilares fundamentales:
1.Una Nueva Coparticipación Federal
El actual esquema de coparticipación es obsoleto e ineficiente. No solo no logra reducir las asimetrías, sino que en muchos casos las profundiza. Es hora de una reforma que garantice una distribución más equitativa de los recursos. En tal sentido hemos escrito un libro que plantea una alternativa válida al mandato constitucional de hace 30 años. Esto permitiría que todas las provincias tengan los recursos para invertir en su propio desarrollo, en lugar de depender de transferencias discrecionales.
2. Infraestructura para la Integración Productiva
Sin caminos, sin ferrocarriles, sin puertos eficientes ni redes energéticas modernas, cualquier intento de desarrollo será un espejismo. Argentina necesita una inversión masiva en infraestructura que permita conectar regiones y facilitar el comercio. En el Norte, por ejemplo, la concreción del Corredor Bioceánico no es un lujo: es la llave para convertir la región en un polo logístico y productivo clave en Sudamérica.
3. Apuesta a Sectores Estratégicos
Si queremos salir de la trampa de la primarización y el estancamiento, debemos potenciar los sectores con mayor potencial de crecimiento:
4. Desarrollo del Capital Humano
No hay crecimiento posible sin educación. La formación de talento debe ser una política de Estado, alineada con las necesidades productivas de cada región. Universidades, institutos técnicos y el sector privado deben trabajar en conjunto para formar los perfiles que demandará el mercado en las próximas décadas.
Un Pacto de Desarrollo Nacional
Todo esto requiere algo más que buenas ideas: hace falta voluntad política, acuerdos de largo plazo y una visión compartida. Argentina no puede seguir atada a la improvisación ni a discusiones estériles que no conducen a nada. Es momento de que todos los sectores –gobierno, empresarios, sindicatos, academia y sociedad civil– trabajemos juntos en una hoja de ruta concreta.
El país tiene el talento, los recursos y la capacidad para crecer. Pero ese crecimiento solo será sostenible si llega a cada rincón de Argentina. No se trata de una utopía, sino de una decisión: construir un país donde el desarrollo sea una realidad para todos y no solo para unos pocos.
Se mantiene un clima de incertidumbre y la celebración que tiene a Salta como un centro de renovación espiritual en esta jornada, fue una oportunidad para que se señalen caminos por los que puede transitar la sociedad para salir fortalecida.
La sabiduría popular asegura que no hay mal que por bien no venga. Luego de una derrota electoral que, en otras circunstancias, hubiese sido solo un dato indicativo del humor social, se abrió un proceso de transición hacia un modelo de vinculación más fructífero entre los gobiernos nacional y provinciales.
Finalmente, el presidente Javier Milei vetó la ley de financiamiento universitario. Se avanza ahora hacia la aplicación de la consigna de la comunidad de cada casa de estudios: «Si hay veto, hay marcha».
Esta columna iba a empezar con una semblanza sobre el tiempo del Milagro salteño. Con la imagen de los peregrinos que desde hace días surcan cerros y quebradas y emocionan, porque siguen adelante con el combustible de la fe: esa intuición poética de un pueblo que ni en los momentos más aciagos deja de creer.
La crisis del Instituto Provincial de la Salud no da señales de mejoramiento. Los médicos, que son uno de los principales prestadores, se mantienen en estado de alerta luego de una advertencia de corte de servicios.
Un nuevo análisis sostiene que el presidente Javier Milei profundizó el ajuste tras la derrota electoral. Su mensaje, lejos de estar dirigido al pueblo argentino, tuvo un único destinatario: el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Miles de fieles de distintos puntos de Salta y provincias vecinas caminan hacia la Catedral Basílica. Entre las peregrinaciones más grandes se cuentan las de los Valles Calchaquíes, Santa Victoria Oeste y San Antonio de los Cobres.
El entrenador de la Selección Argentina habló tras la caída en Guayaquil. Analizó la última fecha de las Eliminatorias y destacó el trabajo del rival. También se refirió a la ausencia de Messi.
El Triduo del Milagro en Salta se celebra del 13 al 15 de septiembre con miles de peregrinos, misas, procesiones y la tradicional renovación del Pacto de Fidelidad.
El Gobierno, a través del Decreto 614/2025, estableció nuevas reglas para feriados trasladables facultando a Jefatura de Gabinete a definir traslados.
La tradición, que demanda tres días de trabajo, combina fe, técnica artesanal y colaboración comunitaria.