El desafío de adoptar niños grandes: el relato de una madre que eligió amar

Daniela Blasco adoptó a una adolescente de 12 años, un proceso lleno de desafíos que hoy inspira a muchas familias a considerar la adopción de niños mayores.

Argentina28/09/2024Ivana ChañiIvana Chañi

whatsapp-image-2021-11-08-at-16_232314_20230113123426

Daniela Blasco, madre adoptiva de 52 años, de la comunidad “Militamos Adopción”, decidió cambiar el rumbo de su vida en 2019 cuando adoptó a una niña de 12 años, a quien cariñosamente llama "La China". Hoy, después de casi cinco años, la experiencia de Daniela sirve como un ejemplo valioso para aquellos que consideran la adopción de niños mayores. Su historia es una lección de valentía, adaptación y amor incondicional.

"Nos conocimos en 2019, cuando ella tenía 12 años. Hoy ya tiene 18. Al principio fue muy difícil, fue un proceso muy solitario, más aún porque ocurrió en plena pandemia", relató Daniela en diálogo con Valeria Capisano, en Vale Todo, por Aries.

Adoptar a un niño mayor no es un proceso sencillo ni convencional en Argentina. Según datos del Registro Único de Aspirantes a Guarda con Fines Adoptivos (RUAGA), más del 80% de los niños en espera de adopción tienen más de 6 años. Pese a esto, la mayoría de las familias prefieren adoptar bebés. Esta preferencia genera que muchos niños mayores pasen años sin ser adoptados y egresen del sistema sin haber tenido una familia.

"El proceso de adopción tiene toda una serie de pasos que se acortan o se alargan dependiendo de la jurisdicción. Sin embargo, cuando uno se anota para chicos mayores de seis años, en general, el llamado es más rápido", explicó Daniela. La adopción de adolescentes, aunque más ágil en términos burocráticos, implica un proceso emocional y de adaptación mucho más complejo.

Blasco insistió en que la clave está en educar a las familias sobre lo que implica adoptar a un niño mayor. "Nadie me explicó que podía adoptar niños de otras edades. Fue más complicado, pero después de 2015 las instituciones evolucionaron. Con los años, cambié yo también", reconoció Daniela, haciendo alusión a la falta de información que muchas familias enfrentan al iniciar los trámites de adopción.

Para las parejas o familias monoparentales que consideran adoptar, Daniela ofreció un consejo crucial: estar bien acompañados y preparados. "El proceso de adopción puede ser muy solitario. El Estado está ausente en gran parte del proceso, por lo que es importante buscar ayuda, unirse a grupos de apoyo y prepararse emocionalmente", recomendó. Además, destacó la importancia de deconstruir los mitos alrededor de la adopción: "Si pensás que no hay historias duras detrás de un niño en adopción, mejor que lo pienses dos veces”.

En el camino, Daniela aprendió a ser madre de una manera distinta a la que había imaginado. Aceptó el desafío de acompañar a una adolescente en su transición hacia la adultez, enfrentando con ella momentos difíciles pero también muchas primeras veces. "El proceso de vinculación puede durar varios meses. No siempre es un amor a primera vista, y puede llevar tiempo que te llamen papá o mamá", afirmó, destacando la paciencia y dedicación que este tipo de adopción requiere.

Hoy, La China está a punto de terminar el colegio secundario y sueña con estudiar Derecho o Ciencias Políticas. Aunque su camino no ha sido fácil, ha superado desafíos gracias al apoyo constante de su madre. "Hemos trabajado mucho. Ella tiene una discapacidad intelectual leve, pero hoy está muy bien", contó Daniela, quien no ocultó el orgullo que siente por su hija.

La historia de Daniela Blasco es un testimonio de que la adopción de niños mayores, aunque difícil, está llena de recompensas. Para quienes consideren esta opción, Daniela les recordó que "todos los hijos son adoptados", biológicos o no, porque ser madre o padre implica mucho más que un vínculo de sangre; es la decisión de amar y acompañar en todos los aspectos de la vida, reflexionó.

 

Más noticias
Destacadas

Recibí información en tu mail