Lula se negó a participar de la conferencia de paz organizada por Zelenski

Aunque mantendrá reuniones con líderes de las principales economías occidentales, el presidente de Brasil no acudirá a la reunión sobre el conflicto de Ucrania. El plan de paz de diez puntos que el ucraniano presentó a finales de 2022.

El Mundo 13/06/2024

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El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva indicó, oficialmente, su negativa a participar en la cumbre por la paz en Ucrania, organizada por su colega ucraniano Volodimir Zelenski, que se realizará en Suiza el sábado 15 y el domingo 16 de junio. La reunión tampoco contará con la presencia del jefe de la Casa Blanca, Joe Biden.

Las razones que movieron al mandatario brasileño a faltar a esa cita es la ausencia de Rusia, el otro contendiente del conflicto, pero que no fue invitado. Para la cancillería de Itamaraty, sin Moscú no hay como llegar a un acuerdo que implique el cese del fuego y la apertura de negociaciones. Según aclaró luego el gobierno suizo, la presidenta de la Confederación Helvética, Viola Amherd, formuló el pedido durante la bilateral que mantuvo con su colega de Brasil.

El presidente Lula hizo, a posteriori, un discurso aguerrido en la reunión de la Organización Internacional del Trabajo en Ginebra. Criticó la situación internacional creada por el enfrentamiento bélico entre Moscú y Kiev, y advirtió que se está al borde de una “conflagración nuclear”. Cuestionó también la “masacre” ocurrida en el territorio de Gaza, tras los bombardeos y la ocupación Israelí. Pero insistió también, en forma vehemente, en la urgencia de promover “la justicia social que nunca fue tan crucial para la humanidad”.

Retomó, en ese contexto, las palabras del Papa Francisco, con quien se encontrará mañana, en el marco de las bilaterales que mantendrá durante el G7, realizado en Italia. “Como afirmó el Papa no hay democracia con hambre ni desarrollo con pobreza, ni justicia en la desigualdad”.

Lula, con un largo pasado de sindicalista, juzgó que “la informalidad, la precarización y la pobreza son persistentes” en el mundo actual. Y mencionó que el número de personas desempleadas o con trabajos informales no hace más que crecer: ahora asciende a 2.000 millones, cuando en 2005 eran 1.700 millones. Recordó que en 2008, durante el colapso financiero internacional, hubo una reunión de la OIT en la que estuvo presente para discutir el futuro mundial.

Lula da Silva sentenció que, sin embargo, “esta vez vivimos un contexto global más complejo. Nuevas tensiones geopolíticas se suman a los conflictos existentes en distintas partes del planeta. Y tanto las transiciones energéticas como la digital, preocupan a los trabajadores de todo el mundo”.

El presidente brasileño describió la situación de los obreros y empleados con poco optimismo. Relató que “los ingresos del trabajo continúan en caída para los menos escolarizados y las nuevas generaciones no encuentran espacio en el mercado. Muchos no estudian ni trabajan por el elevado desaliento”. Y concluyó con un alegato: “Mis amigas y mis amigos. Hay un antiguo proverbio que afirma que, si queremos la paz, debemos prepararnos para la guerra. Pero esa máxima ya fue subvertida por otra posterior: si deseas la paz, cultívala y no permitas la injusticia”.

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