
La concejal y referente del espacio en Salta, Agustina Álvarez, se mostró a favor de conformar “alianzas coherentes” sin embargo señaló que a nivel nacional no se definieron decisiones.
El manejo de la CIA sobre la AFI y la visita de la ministra de Seguridad a la agencia estadounidense. El texto que revela nombres de espías y la denuncia de fondos oscuros para pauta publicitaria y trolls.
Política14/04/2024Tormentas internas, acusaciones de todo tipo. Dentro de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) se desató una guerra de poder, silenciosa de a ratos, estruendosa en otros momentos. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, fue a la sede de la CIA esta semana, entrometiéndose en el campo de la inteligencia.
“No sabemos a qué fue, no corresponde”, se indignaron desde el edificio de la calle 25 de mayo, sede de la AFI. La contracara fue que, antes de eso, quisieron recortarle poder a Bullrich requiriendo que Inteligencia Criminal, que está en Seguridad, pase a funcionar en la AFI. La ministra se negó.
En medio de la guerra, empezó a circular un texto explosivo, de seis páginas, con el título de Apreciación de Situación, en el que se revelan los nombres de todos los que ocupan cargos en la AFI, algo prohibido por la Ley de Inteligencia. La cuestión habría motivado una denuncia en Comodoro Py.
Todo indica que el informe fue escrito por un militar, cercano a Bullrich, y la acusación central es inaudita: que el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y el titular de la AFI, Silvestre Sivori, que manejan la central de inteligencia, mantienen en los principales lugares a jefes que provienen de las gestiones peronistas.
En paralelo, deslizan que desde el edificio de 25 de mayo sale dinero en efectivo para pagar pauta blue a determinados medios y periodistas y, sobre todo, la plata con la que se sostiene el aparato de trolls que funciona en Casa Rosada. Los fondos son suministrados, según los denunciantes, por el secretario administrativo P.R. Página/12 no publica ningún nombre precisamente para no violar la Ley de Inteligencia.
El contexto general es que quien maneja la inteligencia argentina es la CIA, como lo demuestra el incesante peregrinaje a Langley, Virginia, la sede del espionaje norteamericano: la AFI no parece tener mucha información, con los peligros de terrorismo que amenazan al mundo entero.
En la semana que pasó, la ministra de Seguridad estuvo en Washington en la reunión sobre Delincuencia Organizada Transnacional que organizó la OEA. En la serie de encuentros bilaterales se vio con el secretario de Seguridad de Estados Unidos y con el titular del FBI, en cierto sentido el equivalente a la Policía Federal. Todas esas citas encuadraban dentro de sus funciones naturales.
En la AFI afirman, en cambio, que la visita a la CIA, para reunirse con el director, Billy Burns, no registra antecedentes. Lo que corresponde es que la relación sea de agencia de inteligencia con agencia de inteligencia. O sea, de la CIA con la AFI. Por supuesto que los norteamericanos buscan expandir su influencia todo lo posible y celebran que vaya a reportarse una ministra que disputa poder y que viene de ser candidata presidencia.
Para colmo, en el edificio de la calle 25 de mayo todavía hizo más ruido que, según los voceros de Bullrich, en la CIA la ministra habló de terrorismo, justamente la razón de ser de la AFI y un tema que consideran de su exclusiva competencia.
Desde hace cinco días, circula un texto de seis páginas, sin firma, que supuestamente es originario de un militar allegado a Bullrich. El individuo al que sindican como autor del documento estuvo en la SIDE, durante el gobierno de Macri se pasó al bando de Patricia Bullrich y conoce a buena parte de los militares que hoy revistan en inteligencia, porque algunos fueron de su promoción.
Lo que sí está claro es que el autor tiene información interna, ya que le pone nombre y apellido a decenas de jefes y secretarios que están ahora en la AFI. Y la crítica es furiosa, desde el principio hasta el final, con un punto común: acusan a Posse-Silvestre de utilizar a personas que tienen relación con César Milani (exjefe del Ejército), Cristina Caamaño (extitular de la AFI), Oscar Parrilli (extitular de la AFI), Juan Martín Mena (exnúmero 2 de la AFI), Nilda Garré (exministra de Defensa y Seguridad), José Glinski (extitular de la Policía Aeroportuaria), Fernando Pocino (exdirector de Contrainteligencia de la SIDE) y así sucesivamente. O sea, los acusan de tener algún vínculo con gobiernos anteriores, el de Cristina Kirchner o el de Alberto Fernández. “Hay que ver qué están haciendo con más de 2.000 millones de pesos de fondos reservados para operaciones”, sugiere el documento.
La conducción de la AFI ya habría presentado una denuncia penal en Comodoro Py por la violación de todas las normas en materia de Inteligencia: se revela, uno por uno, el nombre de cada responsable de las distintas áreas, de dónde proviene y cuál es su relación con exfuncionarios de los gobiernos anteriores. Como se sabe, hay diferentes militares que ocupan algunos de los cargos claves en la AFI. El texto detalla qué hizo cada uno durante la Guerra de Malvinas, en general adjudicándoles poca participación, menos que la que ellos mismos se atribuyen.
El subtítulo del documento es elocuente: “Algo huele mal en Dinamarca”, la frase de William Shakespeare en Hamlet. Y concluyen: “la AFI es una verdadera tragedia”, apuntando a Posse-Sivori.
Durante la gestión de Caamaño se buscó blanquear todo lo posible los fondos que maneja la Inteligencia. Hasta ese momento, incluso la luz se pagaba con fondos reservados, como si fuera una operación secreta. Caamaño resolvió transparentar el dinero que se usaba y quedó apenas el 10 por ciento del total del presupuesto de la AFI como fondos reservados. En su momento, Gustavo Arribas, durante la gestión de Mauricio Macri, hizo un culto del manejo secreto del dinero. Gran parte se usó para espiar a otros dirigentes políticos, incluso integrantes del PRO y hasta a una hermana de Macri. Ahora Milei volvió a esa política: muchos fondos reservados y un presupuesto privilegiado, sin la motosierra del resto del Estado.
En ese marco, se suceden las acusaciones. Por un lado, que desde la AFI sale una pauta clandestina para algunos medios y periodistas que respaldan a Milei. Incomprobable porque supone la inexistencia de facturas y cobros directamente en negro. La versión es que toman el dinero de la bóveda que hay en el noveno piso del edificio de la calle 25 de mayo, se traslada a la Casa Rosada y se paga.
La segunda versión es que el dinero destinado a operaciones de inteligencia se utiliza también para mantener el aparato de redes que rodea al presidente y que, como se sabe, también funciona en la Casa de Gobierno. Sólo algunos de los que participan de esa estructura tienen cargos, los demás se financiarían con dinero de la exSIDE, también librado desde el noveno piso con el visto bueno del secretario administrativo.
Y la tercera versión, que circula desde hace rato en el propio gabinete, es que hay un largo listado de dirigentes espiados, empezando por los ministros. Hace unas semanas se conoció, por ejemplo, la denuncia de Estela de Carlotto, titular de Abuelas. Por ahora, no se consiguieron pruebas de estas escuchas ilegales, pero con las internas existentes, no sería raro que más temprano que tarde se empiecen a filtrar.
En este terreno hay que tener en cuenta que hoy en día la AFI casi no tiene fuentes de información, agentes con informantes -buches se les decía-, de manera que los espionajes son de escritorio, de escuchas, y no más que eso.
Más allá de las internas, unos y otros van en procesión a la CIA, en la misma línea que la sumisión del presidente ante la generala Laura Richardson. Como es tradicional, los norteamericanos darán la información que crean conveniente en función de sus propias guerras. Aportan poco software, muy convencional, y nada más.
La cuestión central es que, sin agentes, sin calle, sin una inteligencia propia, profesional, hay mayor riesgo en materia terrorista. Y eso es decisivo en un mundo belicoso en el que aparecen más peligros todos los días. En semejante escenario, las guerras internas son un obstáculo y un peligro más.
Con información de Página 12
La concejal y referente del espacio en Salta, Agustina Álvarez, se mostró a favor de conformar “alianzas coherentes” sin embargo señaló que a nivel nacional no se definieron decisiones.
La concejal renovó el pedido de terminar con la intervención partidaria para “enaltecer esa vida institucional que desde el PRO siempre predicamos”.
La Cámara de Diputados de la Provincia aprobó el proyecto enviado por el Ejecutivo que prevé la regularización dominial de puesteros y la posibilidad de renegociar las concesiones otorgadas en el lugar.
El presidente de Brasil pidió visitar a CFK en su departamento de Constitución, donde la expresidenta cumple arresto domiciliario por la condena a seis años de prisión en la causa Vialidad.
Ya no hay número para sostener el veto de Javier Milei en el Congreso. Nuevo encuentro en Córdoba en paralelo a cumbre de ministros de Economía. Coparticipación, ATN y retenciones, en el foco del conflicto.
La oposición busca avanzar en los proyectos de financiamiento universitario, retenciones al agro y la emergencia en la salud pediátrica; prueba de fuego para los bloques aliados.
El Gobernador estuvo presente y acompañó a más de 300 feriantes que llegaron desde más de 30 municipios de la provincia.
La asamblea extraordinaria de SiTEPSa ratificó su pedido, quedó en sesión permanente y supeditó la vuelta a clases tras el receso a un acuerdo salarial.
La Municipalidad lanzará un concurso para transformar la Terminal de Ómnibus en un polo comercial, con fuerte inversión privada desde 2026.
El servicio de agua potable en la capital salteña presenta interrupciones y baja presión debido a problemas en el suministro de energía eléctrica informó Aguas del Norte.
Mediocampista salteño de Embarcación campeón de la Copa Sudamericana con Defensa y Justicia, tras una breve experiencia en Crucero del Norte este semestre está cerca de sumarse al plantel que dirige Germán Noce para la segunda mitad del Torneo Federal A.