Fuerte apoyo de un banco de Wall Street a Massa: afirmó que tiene poder para estabilizar la economía y aplicar un plan integral

Una importante entidad de Nueva York expresó en un informe que el nuevo ministro llega en mejores condiciones que sus predecesores para implementar medidas duras y detalló cuáles deberían ser.

Economía 01/08/2022

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Un importante banco de Wall Street picó en punta para expresar por escrito su entusiasmo por la designación de Sergio Massa como ministro de Economía de la Argentina al considerar que tendrá más poder que sus predecesores para implementar medidas de estabilización.

Se trata de la segunda señal explícita de respaldo externo al nuevo ministro, luego del apoyo del presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Mauricio Claver-Carone, a la designación de Massa, tras las críticas que había formulado en el Wall Street Journal al Gobierno.

En un informe del equipo de Sebastian Rondeau al que accedió Infobae, el Bank of America-Merrill Lynch indicó que cabe esperar que Massa concentre mucho más poder que sus predecesores y que es percibido como “más ortodoxo”, con más apoyo de los otros dos líderes de la coalición oficialista y con buena relación con los empresarios, el mercado y los sindicatos.

El informe del banco, cuyo director gerente para el Cono Sur es Sebastián Lotekek, incluyó las medidas que debería adoptar el Poder Ejecutivo para mejorar las perspectivas de la economía luego de la fuerte crisis económica que se profundizó desde la corrida contra los activos financieros a partir de junio, en el marco de un “plan integral”, un pedido que el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Tesoro de Estados Unidos y Wall Street le han formulado al Gobierno desde 2020.

En el análisis se indicó que “el Gobierno está tomando medidas más decisivas para hacer frente a la profunda crisis del tipo de cambio provocada por la dimisión de Martín Guzmán como ministro de Economía”.

“Se espera que Massa concentre mucho más poder en el área económica por varias razones. En primer lugar, podrá centralizar las decisiones económicas, ya que el Ministerio de Economía absorberá otros ministerios, entre ellos el de Agricultura y Desarrollo Productivo (además de controlar el área energética)”.

Además, sostuvo el banco, “Massa tiene más peso político y un apoyo explícito de la coalición gobernante (que probablemente incluya a Cristina Kirchner), así como un mandato para tomar medidas dada la necesidad de resolver una crisis de tipo de cambio más profunda”.

“Esto podría aliviar la elevada incertidumbre política. Además, se le percibe una buena relación con los empresarios, los sindicatos y los Estados Unidos”.

Por último, “Massa se encargará de la relación con los organismos internacionales, bilaterales y multilaterales”, luego de dos años de la errática estrategia con el Banco Mundial y el BID en manos de Gustavo Béliz.

A partir de estas condiciones, el banco expresó que existe una “mayor probabilidad de estabilización de la economía bajo Massa que bajo Batakis, dado un apoyo político más explícito de la coalición gobernante, la gobernabilidad y la capacidad de coordinar un plan económico integral bajo un Ministerio de Economía más poderoso”.

Además, destacó, “Massa es percibido como más ortodoxo que Batakis. Se espera que tome medidas para estabilizar la economía y cumplir con los objetivos del FMI”.

“Los mercados reaccionaron positivamente, lo que dio cierto tiempo para tomar medidas correctivas. En consecuencia, cabe esperar que se adopten nuevas medidas de consolidación fiscal. En nuestra opinión, los límites a los subsidios deberían estar en la agenda (por ejemplo, una mayor segmentación o subidas anticipadas)”.

También, subrayó, “esperaríamos un nuevo plan para promover la acumulación de reservas internacionales, además de las medidas ya adoptadas”.

“Las nuevas medidas y el liderazgo pueden ser una oportunidad para negociar la aceleración de los desembolsos de préstamos con los organismos multilaterales”, destacó.

A priori, destacó el informe, “los mercados subieron a raíz de los titulares sobre el anuncio. En particular, el dólar blue se apreció un 7% y los bonos en dólares se dispararon un 25% desde los mínimos, en una señal de que los mercados dan crédito a que Massa tomará las duras medidas necesarias para la estabilización”.

El banco mencionó la salida del gabinete económico de Silvina Batakis de Economía, Daniel Scioli de Desarrollo Productivo, de Julián Domínguez de Agricultura y de Mercedes Marco Del Pont de la AFIP.

“Suponemos que esto deja espacio para que Massa tenga libertad para nombrar colaboradores en estas áreas, lo que podría consolidar la centralización del proceso de toma de decisiones económicas. Hay que estar atento a los posibles cambios de funcionarios del banco central. También vigilar la potencial fusión de otros ministerios, incluyendo Obras Públicas y Transporte”, detalló.

Por otra parte, el banco recordó que Batakis “anunció algunas medidas fiscales razonables, mantuvo los objetivos del FMI sin cambios, anunció medidas de reducción del déficit (centralización del gasto, congelación de las contrataciones) y dijo que continuaría la segmentación de los precios de la energía”.

Los anuncios

Por otra parte, el banco también recordó que se formularon “anuncios en materia de divisas, entre ellos el estímulo a los exportadores de soja para que vendan dólares; una mayor retención en las compras de dólares para el turismo (al 45% desde el 35%); y permitir a los turistas entrantes vender dólares al canje de dólar más alto”.

Además, “el BCRA aceleró la depreciación del peso y puso límites para operar en los mercados de los mercados paralelos”.

“A pesar de las medidas de Batakis, la crisis cambiaria se profundizó hasta la semana pasada, con una brecha cambiaria que aumentó 65 puntos en los últimos 30 días hasta alcanzar una brecha récord de 160%. Además, la inflación habría seguido aumentando en julio según las estimaciones de alta frecuencia (se espera que supere el 7% mensual, desde el 5,3% de junio)”.

En este sentido, el Bofa subrayó que el “BCRA vendió unos 1.000 millones de dólares este mes y las reservas netas cayeron a 4.200 millones de dólares (desde los 8.000 millones del mes pasado). Detrás de esta dinámica se encuentra que las importaciones superan los 8.000 millones de dólares (en medio de una fuerte demanda de energía) y existe la percepción de que los exportadores están acaparando granos”.

“Una moneda oficial sobrevaluada (se ha apreciado alrededor de un 8% a lo largo del año en términos reales, aproximadamente un 30% por debajo de la media de 2000-2021) y el crecimiento del gasto público en el primer semestre (emisión monetaria de casi un 1% del PIB a lo largo del año) son los principales motores de las tensiones”, afirmaron los autores del informe.

“Las restricciones a las importaciones se endurecieron en junio para intentar acumular reservas, pero esto está creando grandes distorsiones y afectando a la actividad económica (incertidumbre sobre las existencias y los precios de los insumos importados y los bienes minoristas)”.

En este sentido, afirmaron que “la política monetaria y cambiaria no reaccionó suficientemente a la magnitud de la crisis y a la aceleración de la inflación hasta la semana pasada (la tasa de política fue del 52% o 4,3% mensual frente a la inflación esperada de más del 7% mensual en julio y la depreciación del ARS iba por detrás de la inflación)”.

Sin embargo, la semana pasada se empezaron a “ver señales positivas en la política monetaria. El gobierno aumentó los rendimientos de la deuda en pesos a cerca del 90% desde el 80% anualizado (título a 3 meses), y tuvo una buena subasta esta semana, obteniendo 1.400 millones de dólares de financiación neta”.

Además, el Banco Central subió la tasa de política en 800 puntos básicos hasta el 60% (80% anualizado). Aun así, creemos que hay que hacer más, ya que estas tasas, entre el 5% y el 6% mensual, pueden no ser suficientes para conseguir tasas reales positivas con una inflación esperada en torno al 7% en julio”.

“La depreciación del peso se aceleró hasta cerca del 6%, pero sigue siendo inferior a la inflación, y el tipo de cambio oficial sigue apreciándose en términos reales. Se necesitan más medidas”.

Plan integral

“Creemos que el gobierno necesita un plan integral y coordinado para resolver la crisis cambiaria, y Massa tiene ahora más posibilidades de ponerlo en práctica. El banco central debería sobre reaccionar en la política de tasas de interés, subiendo las tasas más que proporcionalmente a las expectativas de inflación, para proporcionar un ancla para los activos en pesos y la inflación con tasas reales positivas (aunque el dominio fiscal y los altos pasivos del banco central son una limitación para fijar tasas reales altas)”.

En términos fiscales, “el gobierno podría hacer más explícito el ahorro derivado de los recortes del gasto discrecional o de las medidas fiscales (por ejemplo, los impuestos sobre la propiedad) y la posible reducción de la impresión monetaria hacia los objetivos del FMI”.

“El Banco Central debería devaluar la moneda para recuperar competitividad y acumular reservas dada la gran sobrevaluación”, afirmaron los expertos del Bofa.

“Dada la reticencia del gobierno a una devaluación tradicional hasta ahora, creemos que un desdoblamiento formal del tipo de cambio para el comercio sería una opción mucho mejor”, concluyó, en sintonía con las medidas adoptadas y el aparente deseo del oficialismo de no acelerar demasiado la depreciación del tipo de cambio oficial en el contexto de una inflación cercana al 70% en los últimos 12 meses.

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