Acorralado por las protestas, el Gobierno polaco retrasa la prohibición del aborto

El Gobierno polaco tenía de plazo hasta el lunes para publicar en el Boletín Oficial la sentencia del Tribunal Constitucional que restringe al máximo la interrupción del embarazo. El fallo originó un estallido social sin precedentes con revueltas contra la Iglesia católica.

El Mundo05/11/2020

Polonia-manifestacion-mujeres-aborto-2020-591x307

“Hay una discusión en curso y sería bueno tomarse un tiempo para dialogar y encontrar una nueva posición en esta situación, que es difícil y suscita grandes emociones”, reconocía el martes a los medios de comunicación Michał Dworczyk, jefe de la oficina del primer ministro Mateusz Morawiecki.

De esta manera, el Ejecutivo que gobierna el país desde 2015 y que ha alejado más que nunca a Polonia de la UE por el deterioro del Estado de derecho, sus políticas ultraconservadoras o sus pasos atrás en materia de igualdad de género, intenta ahora apaciguar los ánimos de una situación que se le ha ido de las manos.

La sentencia del Constitucional, controlado por jueces afines al partido en el Gobierno, acordó impedir el aborto en caso de que el feto sufra una malformación o enfermedad irreversible. Este supuesto representa el 97% de las 1.100 interrupciones de embarazo que se practicaron de manera legal en el país el año pasado. Pero las asociaciones a favor del aborto que trabajan en Polonia calculan que cada año entre 100.000 y 150.000 mujeres polacas abortan mediante la ingesta de píldoras o en clínicas de otros países.

“La mayoría de las polacas que nos piden ayuda viajan a Holanda, Alemania y el Reino Unido para interrumpir el embarazo”, cuenta Mara Clarke, de la organización internacional Abortion Without Borders.

El pasado viernes, el presidente de la República, Andrzej Duda, en un intento por apaciguar los ánimos, también anunció su intención de presentar un nuevo proyecto de ley en el Sejm (Cámara Baja) para legalizar el aborto en los casos de malformaciones fetales graves “si la muerte del niño es inevitable”. En su propuesta, los diagnósticos de fetos de niños con síndrome de Down, por ejemplo, seguirían siendo inconstitucionales.

Los grupos pro-vida, también en contra del Gobierno

Los grupos pro-vida, un electorado hasta ahora fiel al PiS, han montado en cólera con la propuesta y con la paralización de la sentencia del Constitucional. “Con el proyecto de ley, el presidente está violando el Estado de derecho y se está volviendo contra sus votantes”, sostiene por correo electrónico Wojciech Zieba, presidente de la asociación Defensores de la Vida Humana. “El proyecto de Duda es incompatible con la Constitución y con la sentencia del Tribunal Constitucional del 22 de octubre, así como con sus promesas electorales [antes de que en julio fuera reelegido de nuevo presidente]”, añade Zieba.

Al no publicarse oficialmente, el fallo contra el aborto se queda en una especie de limbo legal que dificulta la situación de las mujeres que quieran interrumpir el embarazo ahora mismo, así como la decisión de los médicos de llevar a cabo esta práctica. "Hasta que no se publique la sentencia hay una falta de seguridad jurídica para los profesionales de la salud. Y esto, en un Estado democrático, no debería pasar”, zanja por teléfono Adam Krzywon, profesor de Derecho Constitucional de la Universidad de Varsovia.

El País

Te puede interesar
Lo más visto

Recibí información en tu mail