Afirman que la pandemia “es una guerra personal que se tiene que abordar desde lo interior”

Para Meniw “esto es una guerra personal que uno tiene que abordar desde lo interior y prepararse para los escenarios que van a ser de ciencia ficción”, como el actual que se vive.

Para el especialista lo que nos debemos plantear es “si vamos a ceder nuestra privacidad mental y biométrica por el mero hecho de estar seguros de posibles pandemias”, y que de esta manera el Estado tenga la información en caso de tener un virus que se pueda venir.

Por esta razón, consideró que se trata del “comienzo de lo que van a ser las guerras biológicas”, porque la realidad muestra de que en un laboratorio de cualquier lugar del mundo “una persona que tenga conocimiento en Big-Data, en biotecnología e inteligencia artificial, puede crear cualquier virus y generar un caos total global que haga que nosotros tengamos que replantear la idea si vamos a seguir teniendo privacidad en nuestro sistema biométrico o vamos tener que usar una pulsera o de alguna forma estar monitoreados por el Estado para que haya un control”.

En este sentido, señaló que se observa que ha funcionado el control totalitario, como en China, Corea del Sur, Taiwan, porque allí la situación de la pandemia “está contenida” al no registrarse ningún caso nuevo. 

Ante esta situación, Meniw resalta que lo más importante es “el trabajo interior”, es decir “trabajar mucho en el conocimiento de las nuevas tecnologías, trabajar mucho en tener una visión dentro del mundo que estamos viviendo, tomarse un tiempo de calma dentro de lo que se pueda”.

La preocupación del embajador por la Paz de la ONU se centra en el informe de la Cepal, que señala como consecuencia de la pandemia un severo aumento de la desigualdad en Latinoamérica, provocando una recesión que causaría más desempleo y decaimiento en las economías regionales.

“Si veo esas noticias o veo que el virus se está expandiendo y todo, no tengo tiempo de pensar. Encima estamos a la merced de lo que cada Estado decida, porque mañana nos puede decir que salgamos con un dispositivo biométrico con el fin de cuidar a la ciudadanía y creo que lo vamos a aceptar. El tema es qué posición va a tomar cada Estado en cuanto a esto que se va a venir después de la pandemia”, expresó Meniw.

“Lo último que nos queda es la privacidad mental”, afirma para agregar que adhiere a la idea de los “Neuroderechos” (impulsados por el español Rafael Yuste), porque “porque vamos a la idea de que nos vamos a conectar todos en la nube (de internet) y no vamos a tener libertad mental”.

Por esto, aconseja Meniw no entrar en pánico ni pensar que es una tontería, sino que se debe reflexionar y trabajar mucho el interior porque “la inteligencia del amor” es lo que nos va a empoderar como seres humanos “no de aquí  a los próximos 20 años porque la realidad va tan rápido, hoy diría de aquí al próximo año”.