Basta de subestimar al pueblo

Hay algo que, aun después de tantos años de militancia, experiencia y participación política, me sigue molestando profundamente: cada vez que un espacio político no obtiene el resultado esperado, lo primero que aparecen son los culpables.

30/10/2025 Antonio Marocco

Frases políticos

Empiezan las frases de ocasión: “yo sabía”, “yo te dije”, “si me hubieran hecho caso…”. Y, en definitiva, todo ese ejercicio de búsqueda de responsabilidades termina siendo una falta de respeto al pueblo, una forma sutil de subestimar al votante. Basta de deslegitimar al ciudadano.

En toda elección hay dos planos diferentes. Por un lado, está la idea propuesta: el mensaje, el proyecto, la visión que un espacio político ofrece a la sociedad. Por otro, está la ingeniería electoral: la estrategia, la campaña, la forma en que se comunica esa idea, los candidatos elegidos para representarla. Sin duda, la ingeniería electoral influye en los resultados —hay campañas mejores y peores—, pero nunca puede ser el único factor que explique una elección. Lo que verdaderamente prima es la voluntad popular. El pueblo elige, y lo hace con claridad. Elige ideas, elige representaciones, elige el rumbo que quiere para el país o para su provincia. Por eso, cuando los resultados no acompañan, lo primero que debemos hacer no es señalar culpables, sino escuchar al pueblo.

El domingo, Salta eligió a sus senadores y diputados nacionales. Eligió, en definitiva, quiénes serán las voces que la representarán en el Congreso de la Nación. Van las  felicitaciones para todos ellos: Emilia Orozco, Gonzalo Guzmán Coraita, Flavia Royón, Gabriela Flores, Bernardo Biella y Carlos Zapata. Pero también a quienes participaron y no resultaron electos, porque de toda elección se aprende, y porque la democracia se fortalece con la participación de todos.

Perder una elección no es un fracaso; es parte del camino. Las urnas no invalidan trayectorias ni deslegitiman ideas. Cada propuesta que se pone a consideración de los ciudadanos tiene un valor: expresa una visión, una sensibilidad, una forma de entender la realidad que también forma parte del entramado democrático. Las sociedades necesitan de esas miradas diversas, aun cuando no sean mayoritarias en un momento determinado. Porque es a través de esa pluralidad de voces —de los acuerdos y también de las diferencias— que se construye una democracia madura.

María Emilia Orozco, por ejemplo, que hoy se consagró como la candidata más votada, en otra oportunidad no logró ni siquiera superar el piso electoral. Y no porque haya sido una mala candidata o haya hecho una mala campaña, sino porque los tiempos políticos son distintos, las circunstancias cambian y las ideas que se proponen encuentran eco en distintos momentos. Así es la política: un espacio en movimiento donde las ideas circulan, se confrontan y, con el tiempo, se transforman.

El pueblo no da cheques en blanco. Cada elección tiene su sentido. El domingo no se eligieron gobernadores ni intendentes; se eligieron legisladores. Por eso es un error interpretar los resultados como un plebiscito sobre los gobiernos locales o provinciales. Hace dos años el pueblo eligió a su gobernador y a sus 60 intendentes, y lo hizo con absoluta legitimidad. En esa oportunidad me tocó acompañar al gobernador Gustavo Sáenz en la fórmula, y juntos ganamos esa elección. Desde entonces, cada día tratamos de honrar ese mandato con trabajo y responsabilidad.

Hoy el pueblo habló nuevamente, esta vez para renovar parte de su representación legislativa. Y habló con madurez. Por eso debemos evitar tanto el exitismo como la descalificación. Nadie tiene el monopolio de la verdad ni la interpretación única del voto popular. En esta elección, una parte importante de los salteños acompañó nuestra propuesta: “Primero los Salteños”, una convocatoria a poner por delante los intereses de nuestra provincia y a no dejarnos arrastrar por la grieta  en la que se debate el país. Agradezco profundamente a quienes nos acompañaron. Flavia Royón y Bernardo Biella llevarán esa voz al Congreso. Pero también respeto a quienes eligieron otras opciones: ojalá todos los legisladores electos, sin excepción, representen fielmente la voz de Salta y trabajen por su desarrollo.

Celebro la pluralidad de voces. No hay una sola mirada posible sobre la realidad, y eso es lo más valioso de la democracia. Nosotros propusimos una idea, y un sector importante del pueblo  acompañó. Ese es el ejercicio más noble de la soberanía popular.

Las elecciones ejecutivas serán dentro de dos años. No hay que adelantarse. Ahora es momento de escuchar, de analizar con serenidad y de seguir trabajando, cada uno desde el lugar que ocupa, por el bien de Salta y de la Argentina.

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