Marita Monteleone, la voz de los teléfonos, enfrenta un conflicto judicial con su hija

Internada desde hace tres meses en el Centro Gallego, la locutora y cantante reclama poder regresar a su hogar mientras tramita la autorización judicial, denunciando que su hija intentó confiscar sus bienes.

Cultura & Espectáculos22/10/2025

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Durante décadas, su voz se coló en los hogares de todos los argentinos con una frase que se volvió parte del paisaje cotidiano: “El número solicitado no corresponde a un abonado en servicio”. Hoy, Marita Monteleone, la locutora detrás de ese mensaje inmortal, atraviesa uno de los momentos más difíciles de su vida. Internada desde hace tres meses en el Centro Gallego de Buenos Aires, la también cantante de tangos enfrenta un conflicto judicial y familiar con su única hija, la reconocida periodista y locutora Malena de los Ríos, quien según ella habría pedido su institucionalización.

“Mi hija me quiere confiscar los bienes, me quiere meter en un geriátrico y tiene celos de mi carrera”, expresó. La historia, que mezcla dolor personal, intervención judicial y una figura querida por generaciones, mantiene en vilo al mundo de la radio y el espectáculo.

El caso se conoció públicamente cuando Mercedes Ninci reveló en Radio Mitre que Marita llevaba tres meses internada por una osteotomía en la rodilla derecha. “Ya está en situación de alta, pero lo que ella cuenta es que su hija querría que vaya directo a un geriátrico, y ella no quiere. Entonces no le pueden dar el alta”, explicó la periodista. Desde su habitación, Monteleone dio su versión: “Yo me quiero ir porque tengo el alta motriz. Vino un psicólogo, me vio muy bien. Vino una médica psiquiatra, me vio muy bien. Pero no depende de mí, depende del juzgado”.

La causa tramita en el Juzgado Civil N°56 y busca determinar su capacidad legal para administrar sus bienes y tomar decisiones por sí misma. “Mi hija Malena de los Ríos habló con el juzgado para que me judicialicen. Pidió que me confiscara los bienes. Tiene 31 años, es mi única heredera. No tenía por qué haber hecho eso”, agregó, con la voz quebrada. Monteleone contó que posee un departamento en Caballito —de tres ambientes, propiedad de toda su vida— y que desea regresar allí: “Lo único que le pido a Malena es que levante esa restricción.”

La situación también fue abordada por el programa A la tarde (América TV), conducido por Karina Mazzocco, que mostró imágenes de la locutora en el sanatorio. “Hace tres meses se me trabó la rodilla. Estoy en proceso de rehabilitación, ya tengo el alta motriz, pero necesito la autorización de un juez para poder irme”, contó frente al periodista Nahuel Saa.

Cuando le preguntaron por su hija, respondió: “Ella me tiene bloqueada del WhatsApp y de las redes. La que está enojada es ella. No la veo hace más de un año. Ni para el Día de la Madre ni para mi cumpleaños”. A lo largo de la entrevista, se mostró lúcida, con humor y con tristeza en partes iguales. “No quiero ir a un geriátrico. Estoy en mi pleno uso de mis facultades mentales. Es un puñal, porque la única hija que tengo no me quiere ver”, aseguró. Sobre la posibilidad de celos profesionales, fue directa: “Totalmente. Ella tiene celos de mi carrera. Pero no necesito que me mantenga. Al contrario, puedo solventarme sola”.

Durante el programa, el periodista Luis Bremer explicó que el caso “no se limita a un conflicto familiar”, ya que existieron denuncias previas del consorcio de vecinos por situaciones particulares en el edificio donde vivía Monteleone, y que la internación habría sido producto de una denuncia policial de oficio. Según precisó, la hija niega haber solicitado la internación: sostiene que fue una medida judicial tras informes médicos y que “se está cumpliendo la ley de Salud Mental, con revisiones cada 48 horas”.

El notero Oliver Quiroz, presente en el Centro Gallego, confirmó que Marita “lleva tres meses internada, está en condiciones de alta médica, pero no puede retirarse hasta que el juez lo autorice”. Por su parte, Luis Ventura, colega y amigo de la locutora, aportó una mirada personal: “Es una mujer muy intensa, una gran profesional. Muchas veces me esperaba en la radio, con los auriculares puestos, siempre activa. Hoy necesita compañía”.

Detrás del conflicto actual hay una trayectoria que forma parte de la historia de los medios argentinos. En una entrevista exclusiva con Teleshow en 2019, Marita recordaba con orgullo su papel como la voz institucional de Entel, cuando en 1988 grabó las frases que millones de argentinos escucharon durante décadas: “El número solicitado no corresponde a un abonado en servicio”. “La característica marcada se encuentra temporalmente congestionada. Por favor, corte e intente nuevamente dentro de unos minutos. Muchas gracias”.

Aquella oportunidad surgió casi por casualidad: estaba cantando tangos en el Café Tortoni cuando un ingeniero de Entel le ofreció grabar los mensajes telefónicos. “Eso marcó un comienzo de mi voz dentro de los hogares argentinos, que se extiende hasta el día de hoy”, contó en aquel reportaje. Sobre el reconocimiento que eso le trajo, bromeaba: “¡Bien que algunos me insultan! Pero me gusta, porque le puse una impronta con el tono. Dejás tu firma. Si podés marcar la diferencia, no se paga con nada”.

En 2001 protagonizó otro hito profesional: grabó los 214 mil archivos que conformaban la guía telefónica completa de la Argentina, para el servicio de información 110. Le llevó un año y nueve meses leer nombres, apellidos, localidades, ríos y establecimientos. “Grababa sin parar siete minutos, dejaba tres segundos de silencio entre dato y dato y descansaba cuatro minutos. Adelgacé más de 20 kilos, vivía a té porque necesitaba estar despierta todo el tiempo”, relató.

“Llegó un momento en que soñaba con los números”, confesó entre risas. En esa etapa, combinaba la grabación con su trabajo en Radio El Mundo, y apenas le quedaba tiempo para dormir o ver a su hija pequeña, Malena. “Le daba un beso antes de dormirse y al otro día a las siete ya estaba otra vez en la radio”, contó entonces. Aquella experiencia, que describió como “titánica”, casi ingresa al Libro Guinness de los Récords. “Me siento la embajadora de los contestadores porque poner la voz no es broma: es la cara de la empresa”.

Monteleone también fue cantante de tango —creó su espectáculo “Maritango” en 2000— y compartió escenario con figuras como Héctor Larrea, Juan Carlos Mesa y Berugo Carámbula. Su historia de amor también tuvo raíces en la radio: conoció a Roberto de los Ríos, operador de sonido, en Radio El Mundo, y se casaron en 1989. Tuvieron a Malena, quien también se formó como locutora nacional. En 2004, Roberto falleció repentinamente mientras jugaba al fútbol con amigos. “Dios me lo llevó. Fue el día de la comunión de Malena y el anterior a mi cumpleaños. Ella, mi familia y mis amistades me ayudaron a salir adelante”, recordó en aquella charla de 2019.

Desde entonces, Marita continuó su carrera con la misma dedicación. “Soy obsesiva con mi trabajo. Hasta que no termino algo, no paro”, decía. Y sobre su cuidado vocal, compartía una máxima que hoy resuena con especial ternura: “No hay que gritar ni enojarse. Hay que hablar con amor. La voz es el alma puesta en sonido”.

Hoy, mientras espera una resolución judicial que le permita volver a su hogar, Marita Monteleone sigue siendo una figura querida y respetada por sus colegas. Su historia combina profesionalismo, pasión y vulnerabilidad: la de una mujer que fue la voz de todos y que ahora busca ser escuchada en carne propia. “Lo único que quiero es volver a mi casa”, repitió desde su cama en el Centro Gallego. Detrás de esa frase hay 50 años de carrera, miles de grabaciones y una vida entera contada en tono de verdad.

 

Con información de Infobae

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