Homicidio de un menor en B° Solidaridad: según perito el hecho habría ocurrido en la planta baja de la casa

Durante la jornada de este lunes, declararon un Criminalista y una Médica del CIF y una médica y una psicóloga del hospital Papa Francisco. Se reprodujo material multimedia correspondiente a la inspección ocular en la vivienda e imágenes de la autopsia.

Judiciales25/08/2025

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Continúa la recepción de pruebas testimoniales en la audiencia de debate seguida contra una mujer imputada por homicidio calificado por el vínculo y lesiones leves calificadas por el vínculo, en concurso real, en perjuicio de su hijo de 11 años. Hoy declaró en primer término el perito del CIF que tuvo a su cargo la inspección del domicilio donde vivían la acusada y la víctima, la recolección de indicios y una reconstrucción de lo que pudo haber ocurrido el 31 de agosto de 2023 en la vivienda de barrio Solidaridad.

El testigo –licenciado en Criminalística- explicó que la investigación comenzó el mismo día del hecho, cuando un policía que se encontraba de consigna en el Hospital Papa Francisco comunicó que al lugar había arribado una mujer con su hijo de 11 años, ya sin vida, y que había afirmado que el menor se había caído de la planta superior de su casa.

A partir de ese momento inició su intervención con una primera inspección en el lugar del hecho. Durante la audiencia expuso el plano de la vivienda que cuenta con una planta baja, una planta alta y una terraza con paredes y sin techo. Señaló que en el sitio había cuatro cámaras de seguridad, dos ubicadas al frente y dos en la parte de atrás.

Enumeró las manchas con características sanguinolentas encontradas en diferentes ambientes del inmueble. Remarcó que la mayoría de ellas estaban ubicadas en la planta baja. Luego de la recolección se analizaron las muestras. En base a la inspección ocular y a las evidencias reunidas se seleccionaron diez que dieron positivo para sangre humana y que tenían el perfil genético del menor. Estas manchas se encontraban en la funda de la almohada y en el cobertor del colchón, al costado de la cucha del perro y en un patio interno; en una bolsa de plástico encontrada en la cocina; en el mango de una pala guardada en un baño que funcionaba como depósito; debajo de la pileta del lavadero; en el marco de una puerta y en el piso; en el capó del automóvil.

Posteriormente se aplicó la técnica de luminol en una aparente mancha de sangre diluida con agua encontrada en el piso del garaje. La reacción fue positiva.

En base a estos indicios y a la ausencia de manchas en la parte superior del inmueble, el profesional estableció que el hecho habría ocurrido en el sector del garaje, en la planta baja.     

El testigo también se refirió a las prendas incautadas ese 31 de agosto y que correspondían a las que vestían el niño y su madre esa mañana. Esto se pudo determinar a partir de imágenes registradas por las cámaras de seguridad instaladas en la vivienda.

En el caso del niño, el perito señaló que la ropa (un buzo, un pantalón deportivo y un par de zapatillas negras) estaba húmeda, en el lavarropas.

Luego exhibió la línea de tiempo trazada en base a secuencias rescatadas de las cámaras del inmueble y del Hospital papa Francisco. Dijo que entre las 7.34 y 7.36 se ve al niño arrojando agua en la vereda. Entre 8.03 y 8.09 se observa la llegada de los albañiles que se quedan esperando afuera hasta que la acusada abre el portón, a las 8.52. En ese momento saca del garaje su auto, que ya tenía una mancha de sangre en el capó. Por esto se puede inferir que el hecho pudo ocurrir entre las 7.36 y las 8.53.
Más tarde, a las 11.18, se ve salir del inmueble al capataz con el menor en brazos, acompañado de la madre. Suben a la camioneta y se dirigen al hospital.

El testigo indicó que se rastreó intensamente la casa en busca del elemento que pudo causar la lesión mortal, pero no se logró encontrarlo. Tampoco se ubicó el celular del menor. Dijo que el objeto en cuestión se buscó a partir de precisiones ofrecidas por la profesional que tuvo a su cargo la autopsia de la víctima. Por las características de la lesión punzopenetrante que presentaba el niño en la cabeza, debía tratarse de un elemento metálico, duro, con punta y de no menos de 12 centímetros de largo.

El perito remarcó que en la planta alta –donde según la acusada se había accidentado su hijo- tampoco había ningún elemento propio de una obra en construcción compatible con la herida letal.

La audiencia de debate se desarrolla con tribunal colegiado integrado por los jueces Leonardo Feans, Martín Pérez y Francisco Mascarello.

El hecho ocurrió el 31 de agosto de 2023 en barrio Solidaridad. Ese día, la víctima ingresó sin vida al hospital Papa Francisco, con una grave lesión en la cabeza.

La autopsia determinó que el menor falleció por traumatismo encéfalo craneal grave por lesión punzopenetrante.

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