La Iglesia advirtió: “En todo plan económico, cuidar el empleo debe ser una prioridad”

El Episcopado emitió una fuerte declaración ante la festividad del patrono del trabajo. “Ninguna medida puede considerarse exitosa si se vive con angustia”, dijo.

Política05/08/2025

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La Iglesia Católica convocó hoy a la fiesta popular de fe de San Cayetano, patrono del trabajo, que se celebra cada 7 de agosto, y envió un fuerte mensaje al Gobierno: “En todo plan económico, cuidar el empleo debe ser una prioridad indeclinable”.

La Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal, que encabeza el arzobispo Marcelo Colombo, emitió una declaración a propósito de la inminencia de la festividad religiosa, que tiene epicentro en el templo ubicado en el barrio porteño de Liniers.

Cada año, además de la masiva expresión de la feligresía, que comienza con una vigilia la noche previa, participan movimientos multisectoriales, que llevan sus reclamos a las autoridades. La homilía, que como ocurrió los últimos años estará el jueves próximo a cargo del arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, suele tener contenido pastoral y político.

Este año, también se prevén una marcha de sectores piqueteros, sindicales y partidos opositores.

“En la fiesta de San Cayetano, patrono del Pan, la Paz y el Trabajo, junto a todos los obispos argentinos, queremos unirnos a los miles de fieles que, en todo el país, se acercan a santuarios, parroquias y comunidades para pedir su intercesión o agradecer la gracia recibida”, expresó el Episcopado, en una declaración firmada por los arzobispos Colombo, y Ángel Sixto Rossi (Córdoba), y los obispos César Daniel Fernández (Jujuy), y Raúl Pizarro (San Isidro).

“Este día nos invita a escuchar el clamor de tantos hermanos y hermanas que ven en el trabajo la posibilidad de ser útiles y de contribuir al bien común. Trabajar constituye un derecho fundamental que construye la vida propia y la del grupo familiar, y sostiene el tejido social”, prosiguió la Comisión Ejecutiva del Episcopado.

Y advirtió: “La falta de trabajo hiere profundamente la dignidad de las personas y puede conducir al desaliento, al aislamiento y a la pérdida de sentido. En todo plan económico, cuidar el empleo y las fuentes laborales debe ser una prioridad indeclinable. Ninguna medida puede considerarse exitosa si implica que los trabajadores pierdan su empleo o vivan con angustia e incertidumbre sobre su futuro”.

“En tiempos difíciles, valoramos todas las formas de trabajo: el empleo formal, los emprendimientos familiares, la economía popular, el reciclado, las changas. Toda actividad que, con esfuerzo, lleva dignamente el pan a la mesa merece ser reconocida, acompañada y protegida”, se indicó.

Los obispos concluyeron la declaración con un pedido por “la intercesión de San Cayetano para que no falte el trabajo digno en nuestros hogares y para que quienes hoy están desocupados o viven en condiciones laborales precarias encuentren nuevas oportunidades que les devuelvan la esperanza y mejoren su calidad de vida”.

La figura de San Cayetano adquirió un significado especial y único en la Argentina. Comparte con la Virgen de Luján el podio de las manifestaciones de fe más importantes de cada año.

La historia de San Cayetano en Argentina se remonta a tiempos de crisis económica en la década de 1930. Fue durante este período que el padre Domingo Falgioni, párroco de Liniers entre 1928 y 1938, promovió intensamente la devoción al santo. Consciente de las dificultades que enfrentaban las familias de su comunidad, Falgioni decidió enviar estampas de San Cayetano a todas las personas de la guía telefónica. Estas estampas mostraban al santo con una espiga de trigo, simbolizando el pan, un recurso que escaseaba debido a la crisis.

Junto a las expresiones de fe popular, también los 7 de agosto suelen convocarse los movimientos sociales por las demandas permanentes de mejoras en las condiciones de vida.

Infobae

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