"La de Dios": la atajada del "Loco" Gatti que pasó a la inmortalidad

El “Loco” Hugo Orlando Gatti falleció este domingo a sus 80 años luego de atravesar una internación en terapia intensiva de casi dos meses. Fue operado de la cadera y su estado se agravó por una infección que derivó en un cuadro respiratorio agudo, que terminó con la decisión de su familia de quitarle la asistencia respiratoria ante un “estado irreversible”.

El oriundo de Carlos Tejedor, construyó una extensa y destacada carrera en el fútbol nacional, desde su debut bajo los tres postes de Atlanta en 1962, a su retiro con la casaca de Boca en 1988 a los 44 años.

Gatti ostenta el récord de partidos en el fútbol argentino con 765 partidos, participó del Mundial de 1966 con la Selección Argentina, y se consagró campeón del mundo con el Xeneize en 1978. Sin embargo, entre los incontables momentos de su carrera, una jugada suya patentada como “La de Dios”, es de las que más resaltan y pasaran a la eternidad como parte de sus locuras.

Con su característico estilo abocado al espectáculo y al show dentro del campo de juego, Gatti creó una jugada única llamada “la de Dios”, que consistía en salir a tapar con los brazos abiertos y la cara al frente en el área chica el ataque de los rivales.

Pese a los riegos físicos de la misma, el “Loco” la incluyó en su repertorio y fue replicado desde entonces por muchos arqueros. El peligro de la acción terminó en lesión en 1976, cuando jugando para Boca sufrió una fractura de mandíbula tras un rodillazo del delantero de Independiente Daniel Astegiano, que derivó en su salida en camilla y con la boca ensangrentada.

"Es una de las típicas en mi estilo. El delantero llega y yo afirmo las rodillas en el piso, con los brazos sueltos y las palmas de las manos hacia adelante. Casi siempre terminan tirándome la pelota al cuerpo, pega en los brazos o en alguna de las piernas. Es casi infalible", llegó a describir Gatti durante su etapa como jugador sobre su “cristo crucificado”.