Newell's perdió en Rosario y sus hinchas invadieron el campo de juego en pleno partido

El encuentro entre Newell’s Old Boys y Huracán, correspondiente a la Liga Profesional de Argentina, terminó con un saldo negativo no solo en lo deportivo, sino también en el plano de la seguridad, debido a los disturbios que se desataron en las gradas del estadio Coloso Marcelo Bielsa. El conjunto rosarino, que cayó 4-2 ante Huracán, vivió momentos de alta tensión cuando un grupo de hinchas ingresó al campo de juego en medio de la disputa.

Invasión y demoras en el Juego
Los incidentes comenzaron en el tramo final del primer tiempo, entre el cuarto gol de Huracán y el segundo tanto de Newell’s, cuando el marcador ya indicaba una ventaja de 4-1 a favor de los visitantes. En ese lapso, un grupo de hinchas irrumpió en el terreno de juego, causando la detención temporal del partido. Estos manifestaron su descontento con los jugadores, insultándolos y creando una atmósfera tensa. La invasión obligó al árbitro a suspender el encuentro en dos ocasiones.

La intervención de la seguridad del estadio permitió que el partido se reanudara, pero la tensión continuó latente tanto dentro como fuera del campo. Los seguidores leprosos no solo expresaron su desagrado por el rendimiento de su equipo, sino que también señalaron a la dirigencia del club como responsable de la situación deportiva del equipo.

Reacción de los hinchas en las tribunas
A medida que el tiempo avanzaba y la derrota se hacía más palpable, los hinchas de Newell’s descargaron su furia no solo contra los jugadores, sino también contra la dirigencia del club. Al término del encuentro, que terminó con la victoria 4-2 de Huracán, los reproches fueron numerosos, con los hinchas vitoreando consignas en contra de la gestión del club y lanzando insultos a los responsables de la dirección institucional.

Los altercados no se limitaron al campo de juego; en las tribunas también se produjeron enfrentamientos entre la hinchada y el personal de seguridad, lo que llevó a un mayor despliegue de fuerzas del orden para intentar controlar la situación.

La derrota y el malestar en Newell’s
La derrota ante Huracán fue un duro golpe para Newell’s, que se aleja aún más de los primeros puestos de la tabla y sigue sumando frustraciones. La imagen de un equipo que no encuentra su rumbo y la presión sobre los jugadores aumentó tras esta nueva caída, lo que generó un malestar generalizado entre los hinchas, quienes no toleran la falta de resultados.

Huracán, por su parte, aprovechó la oportunidad y con una actuación sólida se quedó con los tres puntos, lo que le permitió mantenerse en la parte alta de la tabla, acercándose a los primeros lugares de la Liga Profesional.

Clima de inestabilidad en Newell’s
Los incidentes reflejan la crisis interna que vive Newell’s Old Boys, no solo en lo deportivo, sino también a nivel institucional. Los hinchas, que históricamente han sido muy apasionados y exigentes con su equipo, parecen haber perdido la paciencia ante una nueva temporada de frustraciones.

El clima de inestabilidad en el club está lejos de calmarse, y las tensiones con la dirigencia, sumadas a los malos resultados en el campo, aumentan la presión sobre el cuerpo técnico y los jugadores. A este panorama se suman los cuestionamientos a la gestión institucional, lo que puede complicar aún más la situación de un club que atraviesa uno de sus momentos más críticos.

Posibles consecuencias y medidas de seguridad
Los incidentes ocurridos en el Coloso Bielsa podrían traer consecuencias tanto para el club como para la Liga Profesional. La seguridad dentro de los estadios es un tema que sigue siendo prioritario, y lo sucedido en este encuentro podría derivar en sanciones o en un endurecimiento de las medidas de seguridad, tanto para el club como para la hinchada.

El ambiente generado por la hinchada de Newell’s pone en evidencia la tensión que se vive en torno a la institución, lo que también podría afectar la imagen del club ante la opinión pública y las autoridades del fútbol argentino. La situación vivida en Rosario es un claro recordatorio de los peligros que representan los incidentes violentos en los estadios y la necesidad de trabajar para evitar que estos hechos se repitan.