Expulsaron de la diócesis de Zárate-Campana al cura que organizó la visita de libertarios a genocidas

Javier Olivera Ravasi fue uno de los que armó la reunión de legisladores de Milei con Astiz y otros genocidas del 11 de julio pasado.

Argentina15/08/2024

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El sacerdote Javier Olivera Ravasi, incardinado en Mendoza y célebre por haber organizado la controvertida visita de seis diputados libertarios a represores condenados por delitos de lesa humanidad en la cárcel de Ezeiza el pasado 11 de julio, fue expulsado por el obispado de Zárate-Campana, que decidió no renovarle el permiso para realizar actividades pastorales en esa jurisdicción.

Esta decisión se tomó tras recibir “numerosas quejas fundamentadas en sus expresiones y actitudes contrarias al testimonio cristiano”. Olivera Ravasi es hijo del represor Jorge Antonio Olivera, condenado por delitos de lesa humanidad en San Juan durante la última dictadura.

El sacerdote es un influyente de derecha que aboga por la libertad de los genocidas y que en su biografía en X (anteriormente Twitter) se describe como defensor de la “apologética histórica y contrarrevolución cultural y espiritual”. Además, fue uno de los responsables de organizar el viaje de los diputados libertarios a la cárcel de Ezeiza para visitar a los genocidas, junto con el legislador entrerriano Beltrán Benedit y un grupo de abogados, algunos de los cuales son hijos de condenados por delitos de lesa humanidad, que luchan por la libertad de los represores con prisión perpetua.

Ravasi es un sacerdote incardinado en la diócesis de San Rafael, en Mendoza, y pertenece a la conservadora congregación del Verbo Encarnado. Sin embargo, dejó esa provincia hace años para fundar la Fundación San Elías, donde se realizaron varias reuniones previas para coordinar la visita a los genocidas y trabajar en proyectos para liberar a los condenados por delitos de lesa humanidad. Fuentes de la Iglesia lo describen como un “outsider”, alguien que opera al margen de la institución.

El obispado de Zárate-Campana explicó que Ravasi había solicitado residir en esa diócesis por razones familiares durante un periodo de cuatro meses, desde el 20 de agosto de 2019 hasta el 31 de diciembre del mismo año. “Posteriormente dejó el lugar y regresó varias veces sin previo aviso”, señalaron.

En un comunicado, el obispado explicó que, dado que no se observaron los cambios de actitud solicitados y considerando que el sacerdote no pertenece a la diócesis de Zárate-Campana, así como por el bien de la comunidad diocesana, se le informó que ya no tiene autorización para residir en esa diócesis.

Con información de Mendoza Today

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