Lijo y sus circunstancias

El viernes pasado Isabel DeBre periodista de Associated Press, publicó una nota sobre la postulación de un juez altamente cuestionado, como es Ariel Lijo, a quien se propone como futuro integrante de la Corte Suprema.

Opinión 27/06/2024 Abel Cornejo

Lunes

DeBre, en el primer párrafo, usa una palabra muy dura: “hipocresía”. Dijo: “El año pasado, Javier Milei, que hizo campaña como un libertario outsider, electrizó los mítines con sus promesas de destruir a la corrupta élite política de la Argentina. Pero el excéntrico economista convertido en presidente ahora enfrenta acusaciones de hipocresía por su nominación a la Corte Suprema”. Luego añade: “Lo que hace que su elección de Ariel Lijo, de 55 años, sea tan extraordinaria no es sólo la falta de experiencia del juez en apelaciones o sus escasas publicaciones académicas, sino también el hecho de que ha sido acusado de conspiración, lavado de dinero y enriquecimiento ilícito, y ha sido objeto de escrutinio por más violaciones éticas que casi cualquier otro juez en la historia de su tribunal”. “Se trata de una regresión masiva, un esfuerzo por socavar el poder y la lucha contra la corrupción”, dijo Juan Pappier, subdirector para las Américas de Human Rights Watch. “Esta es la mayor contradicción de Milei”, agrega. Es decir, ya hubo una nota de Mary Anastasia O ‘Grady, en The Wall Street Journal, sobre el problema de Lijo y ahora aparece otra nota internacional señalando una contradicción que califica como “hipocresía”. Tales conceptos fueron reproducidos por Carlos Pagni en su columna semanal de Odisea Argentina, como en el diario La Nación.

Mujeres para la Justicia hizo un planteo en el Fuero Contencioso Administrativo, en el que pidieron por el tema Lijo desde otro ángulo, y que es que se nominen mujeres para la Corte. Curiosamente el planteo fue rechazado por una jueza mujer con argumentos descartables. En efecto la jueza Macarena Marra Giménez rechazó un amparo para que se cumpla lo dispuesto por el Decreto 222 y se integre el Máximo Tribunal de manera equitativa. Mientras tanto la calidad institucional sigue siendo una asignatura pendiente.

La conformación de la Corte Suprema es un tema clave para el futuro de la República. Hubo dos notas publicadas en estos días en el diario La Nación. En una de ellas, el periodista Hugo Alconada Mon sostuvo que, con mil aclaraciones por parte de la AFIP, que hubo tres funcionarios de esa agencia que investigaron en enero al “Señor del Tabaco”, denominación que usó el presidente Milei, para el dueño de Tabacalera Sarandí, Pablo Otero. La Corte debió corregir las medidas cautelares otorgadas desaprensivamente por varios jueces federales, entre ellos los de Salta, favoreciendo a un evasor serial, autor presunto del fraude fiscal más escandaloso de la historia judicial argentina. ¿Lijo cuando asuma fallará de igual manera? Las dudas superan a las certezas. Curiosamente, no hay castigo para esos jueces que inexplicablemente fallaron en contra de algo que era obvio como lo es la correcta percepción del Fisco de sus impuestos. Otero, debe U$S800.000.000 millones de dólares. Lo investigaron, al igual que a todo el sector tabacalero, y encontraron cantidad de irregularidades. Millones de dólares de evasión. Cuando los funcionarios de AFIP presentaron el informe, de golpe hubo una reestructuración de sus oficinas en el mes de enero, ya con este Gobierno en funciones, y los tres fueron pasados a un limbo, inclusive con una reducción salarial, porque ya no cobran el plus por la función que tenían. Cuando Alconada Mon preguntó en la AFIP qué pasó, dijeron que “son cosas habituales”. 

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