Pullaro pidió bajar ya la edad de imputabilidad: “Menor que comete delito de mayor hay que juzgarlo como mayor”

El gobernador de Santa Fe planteó “cambiar la ley ya, con un debate sin prejuicios ni ataduras ideológicas”. Lo dijo tras la detención del presunto asesino del playero de Rosario, que tiene 15 años. “Hoy podría salir libre”, reveló.

Provincias 30/03/2024

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El gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro (UCR), planteó la necesidad de reformar de manera urgente el régimen penal juvenil y propuso un principio que también empezó a ser promovido desde la Casa Rosada: “Tiene que haber una modificación del Código Penal, que permita que a los menores de edad que cometen delitos de mayores de edad sean juzgados como mayores”.

La discusión sobre la baja de la edad de imputabilidad se reavivó después que se conoció que el presunto autor del disparo en el rostro a sangre fría fue un joven de 15 años, detenido la tarde del jueves. “Este chico tiene que pagar, no puede quedar impune lo que hizo. El daño que le provocó a Bruno Bussanich, que es la víctima, el daño que le provocó a su familia, y el daño que le provocó a la sociedad en su conjunto”, aseguró Pullaro. Y agregó: “Ya hay que cambiar la ley, es urgente y es un debate que tiene que dar la República Argentina, sin preconceptos, sin prejuicios ni ataduras ideológicas”.

“No es excusa la marginalidad, la pobreza o la vulnerabilidad para cometer delitos extremos”, advirtió el gobernador de Santa Fe, en una extensa entrevista en la redacción de Infobae.

Maximiliano Pullaro puso en marcha desde que asumió la primera magistratura de Santa Fe un combate frontal contra las bandas narcocriminales que tienen base en Rosario, y ramificaciones en otras localidades de la provincia y del interior del país. Los clanes delictivos respondieron a la política de mano de dura -principalmente con el confinamiento de los presos más “pesados” en las cárceles de la provincia- con el asesinato a inocentes, convirtiendo las calles de esa ciudad en un baño de sangre y miedo.

El terror sembrado en Rosario puso en alerta a todas las instituciones y empujó al gobierno de Javier Milei a enviar personal y recursos de las Fuerzas Armadas para dar apoyo a la lucha contra el narco. A casi un mes del recrudecimiento de la violencia y el agravamiento de la situación, el gobernador describió el estado de situación, aunque evitó hablar de cifras, como así tampoco si había empezado a ceder la ola de violencia.

De todos modos, Infobae accedió a un informe extraoficial que tienen las fuerzas de seguridad que revela que a fines de marzo del año pasado se habían registrado 84 homicidios, mientras que en el mismo lapso pero de este año, ese mismo número llegaba a 32, casi un tercio del pico cuando en Santa Fe gobernaba el peronista Omar Perotti, y en la Nación el presidente era Alberto Fernández.

En la entrevista, el gobernador de Santa Fe habló sobre también sobre la relación con el gobierno de Javier Milei, los recortes de transferencias que vienen sufriendo las provincias, la negociación por la Ley Ómnibus -o “Ley Bases”, según la nomenclatura libertaria-, y la vuelta del Impuesto a las Ganancias. “Argentina no necesita que una ley salga a lo Pirro, o que salga a matacaballo. El país necesita políticas que nos den estabilidad”, afirmó.

Después de reconocer que en el Gobierno “hay gente de buena fe, que quiere cambiar las cosas y está comprometida”, Pullaro se refirió al Presidente: “A mí no me ofende ni el Twitter, ni una declaración, ni los trolls, son cuestiones menores. Discutir lo que dicen los trolls, discutir lo que dicen los militantes en las redes sociales, o un retuit o un like del presidente es una cuestión completamente secundaria”, aseguró.

Y además, habló de la UCR, tras las tensiones internas que se desataron tras el rechazo en el Senado del DNU que desreguló la economía: “El radicalismo tiene a la persona más capaz y lúcida como presidente, que es Martín Lousteau. Lo que nos falta es escucharnos”, manifestó.

La entrevista con Maximiliano Pullaro

–¿Cómo está la situación después de la gran conmoción que generaron los crímenes de inocentes en Rosario?

-Las organizaciones criminales quisieron quebrar una decisión del Estado constitucional, sobre las condiciones de resguardo de los detenidos de alto perfil, que son los detenidos que tienen condenas altas y cometen delitos desde la cárcel. A partir del 10 de diciembre, el gobierno provincial resolvió hacer cumplir la ley y la Constitución y eso cambió mucho la vida en la cárcel. Les pasó a presos que tenían la cantidad de visitas íntimas por semana que querían, que tenían acceso a comida por delivery o catering, o que tenían celular. Y les pasó a presos que desde la cárcel mandaban a matar, a extorsionar y seguían controlando sus organizaciones.

Eso impactó en una pérdida de poder y control de sus organizaciones y derivó en amenazas directas a mí, a mi familia y a funcionarios para que volviéramos las medidas atrás. Como no surtió efecto, fueron contra la población civil inocente. Nosotros entendemos que la única manera y el único camino es continuar con el control de las cárceles a través de la aplicación de la ley y de la Constitución. Nosotros no violamos la ley ni la Constitución, simplemente aplicamos la ley, que antes no se hacía en Santa Fe. Eso va a traer en el mediano plazo impacto positivo con la disminución del delito.

–Con todos los aportes que hizo el gobierno nacional ¿cómo están trabajando? ¿tuvieron ya alguna operación conjunta?

-Operaciones conjuntas hacemos todos los días desde hace diez días, aproximadamente, que estamos llevando adelante y se está trabajando bien. Diría que este es el momento más pleno del trabajo de las fuerzas federales y provinciales -por lo menos de los cuatro años que estuve como ministro y este tiempo como gobernador- con las dificultades que significa articular cinco fuerzas trabajando en el mismo territorio, más el Ejército. Seis fuerzas Armadas o de Seguridad.

Tenemos casi 400 móviles en la calle, 300 en Rosario. Si se mira a cuatro meses atrás, que había 20 móviles en la calle, claramente es mucho. Se está articulando bien la prevención en el patrullaje en capas y se está articulando bien la investigación. Se pudo golpear muchísimo a las bandas de delincuentes, tanto las fuerzas federales y la justicia federal, como las fuerzas provinciales y la justicia provincial. Y también de manera articulada. Pero sobre todo se está trabajando mucho en el control y en la rigidez de la cárcel.

–¿Qué están haciendo para para evitar que las bandas se escapen y terminen contagiando alrededor?

-Aplastarlas. Detenerlas y darles condenas ejemplares, que es lo que debe hacerse. El problema es si esto no sucede, si esta metodología de violencia se termina trasladando al resto de la República Argentina. En Rosario no hay más droga que la que puede haber en muchos otros puntos del país, hay más violencia. No es que hay más armas, hay más delincuentes dispuestos a usar esas armas.

Si esa metodología de circulación y de espiral de violencia se proyecta al resto del país puede tornarse en una situación difícil de controlar. Hoy estamos a tiempo, con un trabajo conjunto y constante de controlar esa situación y sentimos que lo estamos haciendo.

–Le hago esta pregunta que tal vez no tenga respuesta. ¿Cómo un chico de 15 años puede ser capaz de tomar un arma, enfrentar a un inocente y dispararle en la cara? ¿Qué reflexión se puede hacer desde la política sobre ese fenómeno, de un chico de 15 años que comete semejante crimen?

-¿Y por qué la reflexión tiene que ser solo de la política? La reflexión debería ser de toda la sociedad, en su conjunto. Preguntarnos todos ¿cómo puede ser que en uno de los países más ricos del mundo pase esto? ¿en qué fallamos para que haya una ruptura del tejido social de esta dimensión? Pero más allá de eso, tiene que haber ejemplaridad. Este chico tiene que pagar, no puede quedar impune lo que hizo. El daño que le provocó a Bruno Bussanich, el playero asesinado, que es la víctima, el daño que le provocó a su familia, y el daño que le provocó a la sociedad en su conjunto. Ese chico tiene que pagar, por eso digo que tiene que haber una modificación del Código Penal, para que también se permita que a los menores que cometen delitos de mayores sean juzgados como mayores. No puede pasar.

No quiero solamente caer en el análisis sociológico. Hay un montón de personas también que no tuvieron oportunidades y no cometen ese tipo de hechos delictivos. Y hay una multiplicidad de factores también para que algunas personas tengan estos niveles de violencia extrema. No solo la ruptura del tejido social, sino hasta cuestiones que suceden dentro de las familias.

–Quiero detenerme un segundo con respecto a la pena. Un chico de 15 años…

-Es no punible.

–Por eso ¿qué va a pasar con un chico así?

-No lo sé. Verá la jueza de menores qué hace. Nosotros entendemos que tiene que estar en un lugar de resguardo, porque es un peligro para la sociedad, por más que sea menor. Hay que modificar también que los menores que cometen delitos de mayores paguen como los delitos de mayores.

–¿Hoy por hoy este chico podría salir a la calle?

-Sí, ahora podría estar libre.

–¿Y en Santa Fe hay otros casos como estos? ¿Hay más chicos que asesinan así, a sangre fría?

-Más de uno. Cuando fui ministro de Seguridad tuve una persona con más de tres homicidios y tenía 13 años. En ese caso logramos articular con una institución que lo contuvo y le dio tratamiento. Por eso vengo planteando este debate. Soy sociólogo, politólogo, fui ministro de Seguridad y todo lo que pensaba con mi formación académica lo cambié cuando tuve que gestionar la seguridad pública y vi la realidad.

Lo vengo planteando hace muchísimo tiempo, que es la pena que deben tener los menores que cometen delitos graves, porque sino el Estado no tiene ningún poder de control. Detuvimos a este pibe y mañana puede cometer un hecho similar, o tal vez lo terminan matando para que no hable. ¿El Estado no tiene ninguna herramienta para resguardarlo y para resguardar a la sociedad de él? Ya hay que cambiar la ley, es urgente y es un debate que tiene que dar la República Argentina, sin preconceptos, sin prejuicios o ataduras ideológicas. Mientras uno trabaja sobre la reconstrucción de la estructura social de la República Argentina -por eso hablo del trabajo y la producción para salir de esta situación- pero tenemos que ser ejemplares con las personas que cometen este tipo de delitos aberrantes.

Quiero ser honesto, también, porque hay muchos chicos en los barrios que toman las oportunidades que le da el Estado. Sino los que venimos de los pueblos nunca podríamos ser nada, porque no tenemos plata y nunca podríamos haber llegado a ser profesionales. Yo tuve que trabajar desde el primer día que me vine a estudiar a Rosario y como yo hay un montón de personas: estudié en la escuela pública y en la universidad pública y trabajo desde los 13 años, pero no me hago el mártir, porque tuve una familia que me contuvo, estuvo al lado mío y me apoyó, pero no teníamos plata. Por eso digo que no es excusa la marginalidad, la pobreza, la vulnerabilidad para cometer delitos extremos.

El Estado debe brindar oportunidades y estamos trabajando, llevando adelante programas como el “Nueva oportunidad”, para contener a 18.000 pibes, darles futuro y contención, talleres, donde la perspectiva tiene que ser de futuro. Apostamos a la educación, fundamentalmente, al deporte, apostamos a la cultura para que esos pibes puedan tener contención, pero ser tajantes y muy duros con los que cometen delitos.

Con información de Infobae

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