Vasos sanguíneos cerebrales cultivados en laboratorio ofrecen esperanza para prevenir el ACV y la demencia

Esta investigación revela nuevas formas de comprender y abordar los daños en los pequeños vasos cerebrales, contribuyendo a condiciones debilitantes.
La enfermedad de los pequeños vasos cerebrales (SVD) desempeña un papel significativo en aproximadamente el 45% de los casos de demencia en todo el mundo. Además, contribuye alrededor del 20% de los accidentes cerebrovasculares isquémicos, especialmente asociados con enfermedades crónicas como la hipertensión y la diabetes tipo 2.
En un estudio liderado por la Dra. Alessandra Granata de la Universidad de Cambridge, se utilizaron células madre derivadas de biopsias de piel de pacientes con una forma genética rara de SVD. Estas células madre se transformaron en vasos sanguíneos cerebrales en un modelo que imita los defectos observados en pacientes con esta enfermedad.
Lo más destacado de este estudio es la identificación de un posible objetivo farmacológico para reducir el riesgo de daños en los vasos sanguíneos cerebrales. Se descubrió que fármacos antibióticos y anticancerígenos, que inhiben una clase de bioquímicos llamados metaloproteinasa (MMPs), revierten los daños en los vasos sanguíneos cultivados en laboratorio y detienen las filtraciones perjudiciales.
La Dra. Alessandra Granata señala que, aunque estos fármacos pueden tener efectos secundarios significativos, demuestran teóricamente que apuntar a las MMPs podría detener la enfermedad de los pequeños vasos. El modelo desarrollado en el estudio podría escalarse para probar la viabilidad de futuros fármacos destinados a proteger los cerebros afectados por la SVD.
Esta investigación proporciona una visión más clara de los procesos subyacentes que conducen a la SVD y presenta posibles vías para el desarrollo de tratamientos efectivos. A pesar de la necesidad de investigaciones adicionales, estos hallazgos marcan un paso crucial hacia la comprensión y prevención de enfermedades cerebrales devastadoras.