Pobreza

Según el informe de la UCA, la pobreza afecta al 39% de los argentinos y constituye uno de los indicadores más preocupantes del presente económico. Para todo el año, con una inflación que no para de crecer y luego de la devaluación del 22% activada por el Gobierno el lunes posterior a las PASO, se estima que el guarismo aumentará exponencialmente.
Con los parámetros que considera el INDEC se espera que el número de pobres que el INDEC dará a conocer el próximo 27 de septiembre, supere la anterior medición que fue la de los últimos seis meses del año pasado. Estimaba en casi 3 millones los hogares, pertenecientes a 31 aglomerados urbanos, los que se encontraban por debajo de la línea de la pobreza y los hogares indigentes, en esos cálculos superaban los 610 mil. Se trataba de casi 15 millones de personas, cifra que se ha engrosado en este tiempo.
Si bien el informe que se conoció el pasado viernes publicado por la Universidad Católica Argentina no estaba discriminado por regiones, se estima que puede repetir el registro del último semestre de 2022, cuando el Norte Grande exhibió las mayores tasas de pobreza. Sí se conoce que la tasa de pobreza es más alta en la franja etaria de cero a 17 años, superando generosamente el 50%, un nivel que proyecta un muy elevado piso de pobreza para los próximos años.
Otro indicador preocupante es que el estudio de la UCA detectó que a partir del 2013 la tasa de pobreza fue en crecimiento a la par del aumento del gasto social del Gobierno en relación al PBI. Señala el informe que en la última década más personas quedaron fuera del acceso de bienes y servicios básicos a pesar de la expansión del gasto público para atender sus necesidades. En 2013 un 25% de la población se encontraba debajo del umbral de pobreza en la Argentina y el gasto social representaba el 12% del PBI. Una década después, con un gasto social que aumentó al 17% del PBI la pobreza impacta en casi el 40% de la población pero treparía al 50% sin las contribuciones de los programas asistencialistas
La pobreza de la Argentina es objeto de estudio en el país y en el extranjero, donde se la considera un hecho muy peculiar. En un trabajo sobre la Pobreza en América Latina: la Experiencia Argentina en la Década de 1990, Mariana Calvento, investigadora de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional Del Centro de la Provincia de Buenos Aires, hace un repaso de las últimas siete décadas, que muestran que la pobreza, en el período de 1950 a 1970, era irrelevante. Involucraba a no más del 3 por ciento de los hogares urbanos y, por tanto, el tema carecía de importancia para la sociedad argentina de esos años. Sin embargo, a mediados de los 70, la crisis económica urgía a tomar medidas drásticas que cambiaron el modelo desarrollista imperante y, además, el caos político justificó la instauración de una dictadura cívico-militar durante la que se introdujeron las primeras políticas de corte neoliberal.
El primer gobierno democrático de Raúl Alfonsín de 1983 asumió en un marco de inflación, incertidumbre, especulación, gran déficit fiscal y deuda externa. En ese período la pobreza alcanzó un 12 por ciento de los hogares y al concluir, ese porcentaje era del 18%. La estabilidad de precios que impuso la gestión de Carlos Menem lo hizo descender a un 13% pero desde 1994, debido a la recesión, la caída de los salarios y el aumento del desempleo, la pobreza se acrecentó dramáticamente, alcanzando para 1996 niveles cercanos al 30 por ciento. Lo demás es historia reciente y repetida.
Inflación e inseguridad son los temas de esta campaña electoral. De los pobres no se habla porque son consecuencia no causa.
Salta, 04 de setiembre de 2023