Google anticipa una revolución: "La Inteligencia artificial cambiará todos los trabajos"

El Director General de Google Argentina, Víctor Valle, revela los nuevos productos del gigante de la tecnología y proyecta el múltiple impacto en la sociedad de la revolución de la Inteligencia Artificial generativa.

Ciencia & Tecnología 26/06/2023

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La sonrisa enmarca su rostro, mientras posa para la foto. Quizá por el lugar en que Victor Valle recibe a El Cronista, una hermosa oficina que balconea al canal de Puerto Madero. Seguramente por la empresa para la que trabaja, Google, aquella a la que ingresó como su primer empleado en el país hace casi 17 años y con la que meses después, en abril de 2007, abriría esa sede argentina, justo cuando la empresa se convertía en la más valiosa del mundo, al alcanzar los 66.000 millones de dólares.

Hoy, desde la dirección general, encabeza la división argentina de una empresa que expandió su dominio en el campo tecnológico y multiplicó varias veces su valor global -para el año pasado, había alcanzado los u$s 820.000 millones y su matriz Alphabet, superó largamente el billón- gracias a su constante innovación y la vocación por "hacerle la vida más fácil a la gente", como señala Valle, con herramientas que incluyen desde el famoso buscador de internet y el sistema operativo en celulares, hasta las múltiples aplicaciones que forman parte de la vida cotidiana y las que lo harán en el futuro, como la billetera virtual recientemente lanzada en el país y el bot con el que en pocos meses desembarcará en el mercado español de la revolucionaria inteligencia artificial generativa.

-¿Como se llega a Google? ¿Qué tipo de capacitación se necesita para formar parte de esta compañía?

-Buscamos gente que esté graduada con títulos universitarios aunque hay excepciones. Por empezar somos bastante abiertos en cuanto a la formación. Yo he tenido chicos en mi equipo que son filósofos, por ejemplo. Muchos que vienen de la rama de la comunicación, ciencias políticas... Lo que buscamos es gente que sepa resolver problemas, que tenga una buena capacidad analítica y que pueda trabajar mucho en equipo y en forma muy colaborativa. Porque en Google es tanto el volumen de información que se genera, que nunca estás al día. Multiplicidad de miradas. Obviamente tenemos ingenieros. Hace dos años lanzamos el centro de ingeniería de cloud que fue un gran logro para nuestra oficina. Está proveyendo servicios para un montón de países, de cloud, de inteligencia artificial (IA) también, y ahí el background es más programación, sistemas...Pero también para esos puestos, muchas veces, no se pide título universitario. Porque la experiencia que tienen acumulada en programación después de varios años, la práctica es importante.

-Mencionaste a la Inteligencia artificial y es el tema del momento. ¿Qué se viene?

-Lo que se viene es mucho y lo que ya hay también es mucho. En Google nos definimos como una empresa IA first. Lo que vemos es que la IA tiene tres grandes usos y por ahí el último es el que está generando un poco más de ruido. El primero es que es muy buena para predecir cosas. Entonces, por ejemplo, con una herramienta que tenemos en Google y ahora lanzamos en la Argentina (FloodHub) te podemos ayudar a predecir cuando va a venir una inundación, en función a la información meteorológica que está viendo el programa. Un uso más comercial es que yo te puedo ayudar a predecir qué tipo de audiencia es la que es más probable que compre un producto tuyo. También es bueno para ver patrones. Un uso más de la sociedad podría ser, por ejemplo, una cámara que te distinga en una góndola de supermercado cuando tenés que hacer un restoqueo de producto. O que te analice un montón de imágenes médicas y puedas identificar enfermedades con mucha más anticipación y patrones con una velocidad mucho más rápida, que sea un apoyo del médico para tener mejores diagnósticos. Lo tercero es esto último: la IA generativa.

-¿De qué se trata?

-Es un software, redes neuronales que tienen un proceso de aprendizaje. Le ponés un modelo de lenguaje, con input de información, y lo que hace es entender los patrones y relaciones que hay entre todas esas variables que tiene. No te va a inventar algo nuevo que no existe fuera de este modelo pero te puede generar nuevas combinaciones de información. Es un modelo predictivo que, según como le das las instrucciones, puede generar diferentes outputs, salidas. Por eso ahora se habla mucho de aprender a dar instrucciones a los modelos de IA generativa.

-Los famosos promts...

-Exactamente. En ese sentido, Google abrió hace unas semanas a todo el público Bard, que es nuestra herramienta (similar a ChatGPT). Dentro de poco, va a estar en español también aunque no tenemos fecha exacta porque como está en beta, lo vamos probando y testeándolo internamente. Ahora está disponible en inglés, en coreano y en japonés.

-Hay un fuerte debate sobre el mal uso que se le puede dar a la IA generativa. Hasta los propios creadores de ChatGPT advirtieron sobre ello. ¿Qué puede hacer Google para evitarlo?

-Uno puede poner controles pero es difícil detener la innovación humana. Al espíritu humano hay que dejarlo expandirse. Ahora, hay que hacerlo responsablemente. Lo que hicimos en Google, hace varios años, es que lanzamos los siete principios de IA que nos comprometemos a cumplir: que sea beneficiosa, que no cree o refuerce sesgos negativos, que tenga un buen rigor científico a la hora de ser desarrollada, que se haga cargo de las consecuencias que genere, que respete la privacidad de los usuarios y que no se ponga en manos de terceros que puedan hacer usos no buenos de la tecnología. Eso es lo que guía nuestra acción. Tenemos un equipo interno que está dedicado a ética e impacto social de IA. Y somos muy prudentes a la hora de ir lanzando productos. Por ahí, llegamos segundos al mercado pero con un producto más madurado. Queremos que esa tecnología, cuando la pongamos en manos de las personas, esté bien curada. A la IA generativa también hay que saber usarla y es un debate que tenemos que dar en la sociedad. Desde cómo impacta en los trabajos, en la educación y también como los padres y madres tienen que hacerse cargo.

-Señalaste que la innovación no se puede detener pero también el impacto que tendrá en el mercado laboral. De hecho, muchos advierten sobre los trabajos que se eliminarán con la IA. ¿Cómo conviven esas dos cosas?

-En Google, el 90% de los trabajos que tenemos en esta oficina no existían hace 10 años. Entonces ahí tenés un montón de trabajos nuevos que están existiendo. Y la realidad es que cada vez hará falta más personas que manejen tecnología. Yo soy de los que ve el vaso medio lleno, en lugar de medio vacío. Y creo que se van a generar más puestos de trabajo que los que se van a destruir porque confío mucho en el espíritu humano, en la iniciativa individual y en la creatividad. Ahora, lo que es seguro, es que todos los trabajos van a cambiar y se va a necesitar, entre todos, trabajar a nivel de sociedad para ayudar a la gente a que adquiera nuevas capacidades para poder usar esta tecnología.

-¿Un fenómeno parecido al de la revolución industrial, en el que cambia el foco del trabajo con tareas que hay que empezar a aprender y otras que dejar atrás?

-Totalmente. Cuando se inventó la máquina de hilar, que fue en Inglaterra, se produjo la gran revolución que catapultó a ese país como un productor mundial de un montón de cosas... Fue una transformación que arrancó en 1760 hasta 1840, un período de alta formación, donde la gente migró del campo a la ciudad para buscar trabajo. Como sociedad ya tenemos unos cuantos aprendizajes previos, entonces podemos reaccionar más rápidamente. Se va a producir un salto hacia adelante favorable. El tema es cómo manejamos la velocidad del cambio. Ahí es donde todos nos tenemos que poner de acuerdo, cómo queremos que esto vaya impactando en la sociedad. Y está bueno que el diálogo se esté dando ahora. Todo lo que estamos viviendo con la IA generativa es incipiente, pero por ahí en 5 años va a ser parte de nuestro día a día.

- ¿Cómo ayudan, precisamente, a que la gente adquiera capacidades tecnológicas? ¿En qué consiste su programa de becas? 

- Creemos que la tecnología es una oportunidad enorme para la Argentina. Hay escasez de talento y mucha oportunidad. En los próximos años se van a generar millones de puestos de trabajo en la región -hay que pensar en el mundo, porque desde la Argentina podés trabajar para el mundo en tecnología- y las empresas están con dificultad para encontrar. Siete de cada 10 empresas que buscan talento en tecnología les cuesta encontrar. A eso apuntan las becas. Son cursos para dar el puntapié inicial. Pero ya con esa beca podés conseguir un trabajo. El año pasado fueron 3000 y este 9000. También tratamos de nivelar la cancha y entonces están enfocadas en mujeres, por razones vulnerables, y personas de más de 50 años. Y la verdad es que tuvimos una demanda impresionante.

-¿Cómo impacta la IA en el mercado publicitario de Google? ¿Se producirá una evolución?

-Ya la está habiendo. Hay por un lado una demanda muy fuerte de la sociedad por mayor privacidad, por eso estamos haciendo un mundo sin cookies y, a su vez, la gente está yendo mucho a buscar a internet para comprar bienes y servicios. En eso la IA viene a jugar un rol fundamental porque, en esto de reconocer patrones y predecir intenciones, podemos acercar audiencias potenciales a gente que quiera ofrecer productos y servicios. Hay un producto que lanzamos hace un año y pico que se llama Pmax, que es esto de meterle sabor de IA a las campañas publicitarias. Es un camino que tiene que ir acompañado por una buena estrategia de datos, que tiene mucho que ver con cómo las empresas migran hacia la nube. No hay que minimizar también el cambio en la forma de gestionar a las empresas. Se requiere que la adopción de digital sea un valor compartido por toda la gerencia porque si no es un objetivo de todos, es objetivo de nadie. Y estar dispuesto a experimentar y equivocarte, si no es muy difícil que adoptes estas tecnologías.

-La empresa ha enfrentado demandas en diferentes países, como la reciente acusación de abuso de posición dominante planteada por la Comisión Europea. ¿Cómo es la situación en la Argentina?

-Hay diferentes miradas, los países tienen sus legislaciones, puede haber mayor o menor desconocimiento de lo que Google hace. Es cuestión de dialogar. Me imagino que se iniciará un diálogo entre Google y la Comisión Europea y se verificarán las cosas. Acá tenemos mucho diálogo con las autoridades, abierto históricamente. Es de público conocimiento que hemos tenido procesos judiciales. La Corte Suprema falló y dio su interpretación. Sobre todo, que Google no produce contenido propio, sino que lo producen terceros y Google es como una especie de índice a la biblioteca para encontrar esos contenidos. Me parece que todavía hay mucho por hacer en Argentina, avanzar en una legislación que clarifique, pero siempre tiene que ser un diálogo entre todas las partes. La regulación tiene dos funciones: primero proteger a los ciudadanos y después generar un espacio y un marco que permita a las empresas innovar con seguridad de que van a tener un retorno sobre lo que invierten.

-Seguridad jurídica

-Exactamente. Pero bueno, la vocación de Google siempre va a ser tratar de hacerle la vida más fácil a las personas y eso es un poco lo que nos lleva a innovar.

-Entre esas innovaciones anunciaron su billetera digital...

Sí, es una app que te bajás a los teléfonos con sistema Android y tecnología NFC (Near Field Communication, comunicación de campo cercano). Cuando la abrís, agregás tus tarjetas de crédito y podés pagar directamente con el teléfono. No necesitás llevar con vos la tarjeta ni sacar la billetera de tu bolso. Ahora estamos con BBVA, Banco Galicia, Banco Macro, Pomelo, Openbank y estamos hablando con otros bancos para que se vayan sumando y con American Express... queremos que todos estén. Es gratuito para las empresas y los usuarios. Google no obtiene un beneficio económico con esta app. Y a mi me gusta mucho más el término cartera porque le podés agregar otras cosas. Por ejemplo, si tenés membresías con aerolíneas, te van a aparecer los boarding pass cuando embarques en los vuelos, las tarjetas de los hoteles, entradas a eventos, espectáculos, recitales y demás. Cualquier identificación que uno pueda tener la vas a poder agregar a la billetera de Google y tenerla siempre a mano en el celular. Facilita mucho. Sobre todo el tema pagos. Siempre tenés a mano el teléfono.

-Dijiste que no tienen un beneficio económico, ¿por qué lo hacen?

-Porque tenemos este concepto de asistencia. Por ejemplo en la app de Google Home ya podés prender el aire acondicionado, las luces de la casa... Hacerte la vida más fácil, que el teléfono sea esa caja de herramientas que vos podés sacar para facilitarte el día a día.

-¿Cómo afecta al negocio de Google la situación económica del país?

-Estamos creciendo muy bien este año. En Google tenemos facturación local. De todos modos, estamos invirtiendo fuertemente. Este año vamos a inaugurar, espero en breve, el cable Firmina, que es el primer cable de fibra óptica que se trae a la Argentina en casi 20 años. Un cable dedicado a conexión directa entre Argentina y Estados Unidos. Va a ser muy bueno para el ecosistema de internet en general porque liberará ancho de banda. Entonces un montón de cosas de Google van a llegar a mayor velocidad. Va a haber menos latencia en Youtube, en Gmail, en todas las cosas que la gente usa en el buscador. Todo va a ser más rápido. Y eso también va a sacar presión sobre los caños que ya existen. Y después bueno, hace dos años abrimos el centro de ingeniería... Nuestros planes son una visión bien de largo plazo y la coyuntura no nos marea tanto, sino que estamos muy enfocados en agregarle valor y asistir al usuario, en ayudar a las pymes, a empresas grandes, más allá de la coyuntura local que pueda existir.

Cronista

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