Deben destacarse los planos sobre los que se debe trabajar y que abarcan distintos aspectos insoslayables en la integración de la política educativa: el recurso humano, la infraestructura y especialmente, las líneas directrices de la formación de los ciudadanos argentinos, que no otra cosa es la razón de ser de la educación. Se parte de dos puntos referenciales: el presupuesto y la organización del período lectivo.

En octubre de 2021, el Consejo Federal de Educación determinó que el ciclo lectivo 2022 tendrá un mínimo de 190 días de clases y comenzará el próximo 2 de marzo en casi todo el país. Es así que se prevé el fin  de las clases para el 20 de diciembre y habrá dos semanas de vacaciones en julio,  en fechas que serán  definidas por cada provincia. Fijar este calendario no sugiere dificultades pero, por diversas razones, no se cumple. Los 190 días activos son una aspiración.

El financiamiento de este proceso ha sido determinado en la Provincia a fines del año último. El presupuesto aprobado asigna a esta área 82 mil millones de pesos, monto que se destinará en un 79% al pago de sueldos. El ministro de Educación, Ciencia y Tecnología Matías Cánepa informó que el sistema tiene aproximadamente 34 mil agentes, entre docentes y no docentes pero hay distintos programas que también demandan inversiones y no solo en personal.

La próxima semana se reabren los establecimientos educativos para organizar el nuevo año escolar y se comienza con la realización de trabajos  de reparación de los edificios. No se trata de obras de envergadura sino de arreglos y tareas de mantenimiento para que sirvan al uso que le darán niños y adolescentes que ocuparán sus instalaciones.

El presupuesto para esa tarea no está precisado pero sí están definidas las tareas a encarar y se estima que, por lo menos, duplicarán el gasto de 2021, que fue alrededor de 70 millones de pesos. Desde el área administrativa de la cartera de Educación se ha indicado que las se centrarán en baños, techos, agua y electricidad. Parte de ellas son los que ocupan este tiempo y son trabajos menores, que incluyen el reemplazo de elementos desgastados o los que son víctimas del vandalismo que inutiliza baños, rompe vidrios o sustrae hasta las bombas de agua

Por otro carril transita el objetivo de continuar reparando el daño provocado por la pandemia, que desvinculó a estudiantes del sistema. En el caso del nivel medio profundizó un problema que es estructural, ya que la deserción alcanza al 50% de los chicos que cursan el secundario. Oficialmente se ha confirmado que por los menos 9 mil no han vuelto a la escuela en 2021 y se ha podido revincular casi al 60 por ciento. En ello se invirtieron unos 80 millones de pesos, cifra que este año se elevará a 200 millones, para tratar de bajar el nivel de desgranamiento.

Por un tercer carril transita el problema que suele provocar los mayores perjuicios cada año escolar. Los docentes quieren paritarias antes del 2 de marzo. 

La sociedad debiera encontrar mecanismos para participar de la resolución de un problema que la involucra.  Para ello debe operar su representación política, que no es un líder indiscutido. Ese es parte del problema.

Salta, 24 de enero de 2021.