Opinión Guillermo Martinelli 16/06/2021

Muerte de Güemes por traición

No fueron solo los españoles realistas los responsables de la muerte de Güemes, fundamentalmente fue la traición como siempre solapada, de la oligarquía lugareña a la que sólo le interesaba los beneficios económicos y sociales para su clase

El 17 de junio se conmemoran los doscientos años de la muerte del Gral. Martin Miguel de Güemes, héroe de la patria Argentina y soldado incansable por la liberación de América.

Güemes, como hijo de un  funcionario de la corona española, en un puesto clave como era la Tesorería del gobierno virreinal, recibió una educación especial privativa para la clase social pudiente. Ya de joven fue educado en el ámbito militar, reservado para servir a los intereses de la colonia. En tales circunstancias su desempeñó como militar de caballería, atacó durante la invasión inglesa, con un escuadrón, un navío ingles encallado por la baja marea y lo redujo.

Vuelto a la provincia, se insertó en la realidad lugareña y al poco tiempo se sumó al proyecto Sanmartiniano de liberación. Con el transcurso del tiempo y visto su desempeño militar con las milicias en la lucha con la tactica de guerra de guerrillas, tuvo a su cargo el cuidado y protección de la frontera con el Alto Perú. En tal empeño, resultó victorioso en la batalla de Puesto del Marqués contra el ejército realista, victoria que permitió, además de la derrota española, obtener un valioso parque bélico.

Esta victoria, que llegó a los oídos de los salteños,  hizo reunir al cabildo que lo nombró Gobernador de Salta de la Intendencia de Tucumán. Llegó entonces Güemes ungido por el voto de los cabildantes como gobernador. En tales funciones realizó grandes transformaciones socio económicas y entre otras acciones, dispuso a favor de los gauchos que trabajaban como peones en la agricultura y ganadería  compensaciones dinerarias por su trabajo; vivienda adecuada para el peón y su familia; descanso semanal; otorgamiento de una parcela de tierra para huerta y cría de animales y otras medidas progresistas desconocidas en esa época. A su vez resolvió, de consuno con la necesidad militar, crear  un cuerpo regular de tropa al que denominó Los Infernales para sumarlos a la guerra de liberación.

Esta guerra que llevaba a cabo junto con la gobernación, insumía ingentes recursos, por lo que impuso a la clase pudiente impuestos para sufragar los .gastos.

Un sector de la oligarquía salteña, los llamados grupo “Patria Nueva” que integraban entre otros los Uriburu, Zuviría y Zorrilla, aprovechando que el gobernador se encontraba en el sur de la provincia por los conflictos entre unitarios y federales, conspiraron en contra de  Gúemes imputándole los cargos de “corruptor de las masas y destructor del comercio” . Convocaron a un cabildo y destituyeron el 24 de mayo de 1821 al gobernador Güemes y al gobernador interino José Ignacio Gorriti nombrando gobernador a Saturnino Saravia y Comandante General de Armas al Coronel Mayor José Antonino Cornejo.

Enterado Güemes en Rosario de la Frontera, juntó seiscientos gauchos y se dirigió a Salta llegando el 31 de mayo en  donde se le sumaron al grito de ¡Viva Güemes! los vecinos e incluso escuadrones que los sediciosos habían preparado para repelerlo. El 1 de junio se recuperó la tranquilidad y Güemes reasumió el cargo de gobernador.

La oligarquía no cejó en su propósito y ante la debilidad que portaban frente al liderazgo de Güemes es que, por la vía de una red secreta llevó a cabo tareas de espionaje a Gúemes contactando al ejército realista, al que informaron de sus movimientos. El 7 de junio prepararon una emboscada y con éxito hirieron con tiro de fusil al general patriota, que se dirigió a finca La Cruz, donde agonizó y murió el 17 de ese mes y año.

No fueron solo los españoles realistas los responsables de la muerte de Güemes, fundamentalmente fue la traición como siempre solapada, de la oligarquía lugareña a la que sólo le interesaba los beneficios económicos y sociales para su clase, en clara determinación de aliarse con los enemigos del pueblo y de la nación con tal de mantener e incrementar sus privilegios.

Güemes murió, verdaderamente como un patriota Si bien la liberación política de España, con el transcurso de los años se consiguió, no podemos decir que social y económicamente Salta haya triunfado, tal como quería el patriota  traicionado y muerto por la oligarquía lugareña.

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