Zapata cuestionó que los gobiernos nacionales se autotitulen “socios del campo”, pero cuando hay perdida no ayudan.

Aseguró que no se puede lograr que el sector político entienda que la producción tiene factores y sobre todo riesgo, y agregó que cuesta porque el político el único riesgo que tiene es no encontrar plata en el cajero.

Por su parte, Segón cuestionó que haya muchos mitos y se utilicen frases y títulos que nada tienen que ver con la realidad para referirse al sector.

Señaló que las inversiones agropecuarias son a 15 o 20 años, en un país donde no hay previsibilidad.

Ejemplifica la situación, detallando que en 1940 Brasil tenía 60 millones de cabezas, mientras en Argentina eran 65 millones; y en la actualidad Brasil tiene 250 millones y nosotros 48 millones.

En el caso de Etchart destacó el sector vitivinícola mantenga su vocación exportadora en la actualidad y en la pandemia el mercado interno reaccionó favorablemente.

También resaltó el posicionamiento que ha tenido Salta y que mantiene a través de la participación en distintas ferias del mundo.

Sin embargo, reconoció que a la producción se le debería dar un poco más de apoyo y menos impuestos.

En tanto, Villavicencio consideró que la economía en Salta no tuvo tantas restricciones, por lo que la crisis no nos tocó tanto como en otros lugares.

Finalmente, aseguró que el complejo escenario no comenzó con la pandemia, sino que viene desde la presidencia de Mauricio Macri que aplicó tasas de intereses altísimas generando que la mayoría de las empresas arrastren deudas en dólares.