Opinión22/01/2021

Variables

No hay un panorama certero y previsible en materia económica y financiera para la Municipalidad de Salta. No es una situación particular sino que se trata de una proyección de la que afecta también a la Nación y la Provincia. A esta altura del año, estrenándose el presupuesto aprobado en diciembre pasado, no se descarta que algunas de las obras previstas no lleguen a realizarse.

Según el secretario de Hacienda, Daniel Amador, no está previsto tomar deuda. La opción es  conseguir nuevos convenios con Nación, como el que se logró sobre el cierre del año anterior, que habilitó recursos con los que se financian las obras en marcha. Al gobierno de Alberto Fernández se le sumó otro demandante que no es insignificante; se trata del sexto municipio más grande del país que tiene, a no dudar, necesidades de la misma envergadura.

Cabe destacar que las provincias tienen una fuerte dependencia de la remisión de fondos desde la Nación. Salta recibió en 2020 casi 90 mil millones de pesos de transferencias del gobierno central, monto que significó un incremento del 40 % respecto de lo recibido en 2019. Considerando la población salteña, que alcanza casi un millón y medio de personas, el ingreso per cápita fue de un poco más de 6 mil 200 pesos.

Pese al volumen de estas cifras, esta provincia no está al tope de la dependencia; al menos no  en la región del Norte Grande. El promedio histórico del período 2010-2019 de las 10 provincias alcanza casi el 83% del total de los recursos tributarios de estos distritos, con picos como el caso de Formosa, con 10 puntos por encima de esa media, y pisos como Tucumán, con 72%. Salta también está por debajo del promedio.

Las transferencias son automáticas o no; las primeras varían en función de la recaudación nacional, ya que son impuestos como Ganancias, IVA, Bienes Personales, entre otros. También existen algunos conceptos que no varían según recaudación sino que se trata de montos fijos asignados por ley. 

Las transferencias del Estado nacional giradas de manera no automática, son las llamadas discrecionales. Se dan a partir de partidas presupuestarias o por convenios de asistencia firmado entre la Nación y las provincias y son el modo de observar con criterio económico los mayores o menores niveles de apoyo político a las gestiones provinciales. 

El año pasado, las provincias que conforman el Norte Grande Argentino recibieron un 23% del total repartido a las jurisdicciones argentinas, con un monto que representa un alza de casi el 110% respecto al 2019. Ese dato no es alentador; al contrario, resulta muy preocupante porque muestra la pérdida de autonomía, una profunda herida al federalismo. Tucumán se llevó la mayor parte de las transferencias no automáticas, con un total de 15 mil millones de pesos, seguido por La Rioja y el Chaco, con un poco más de 2 mil millones. La Provincia no llegó a los 8 mil millones.

El 2021 será un año bastante difícil, ajustado a variables impredecibles, como la situación sanitaria, una inflación y un dólar que duplicarán lo estimado para elaborar el presupuesto. Es lo que advirtió el responsable de la hacienda comunal. 

Hay conciencia que las administraciones deberán ser cuidadosas en la asignación de recursos y del gasto. En especial, no deberán caer en la tentación de financiar un triunfo electoral, otra variable impredecible.

Salta, 22 de enero de 2021

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